Santos
Santoral del 17 de noviembre
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La Iglesia honra hoy a Santa Isabel de Hungría, modelo medieval de caridad y servicio.
Cada 17 de noviembre, la Iglesia Católica honra a varias figuras veneradas a lo largo de los siglos. La protagonista indiscutida del día es Santa Isabel de Hungría, una de las santas más queridas de la Edad Media por su vida de entrega, servicio y caridad. No obstante, el santoral de la jornada reúne también a otros santos y beatos recordados por su testimonio de fe.
Santa Isabel de Hungría: historia de la santa que se celebra hoy
Santa Isabel de Hungría (1207–1231) es la figura central del santoral del 17 de noviembre. Hija del rey Andrés II de Hungría y de Gertrudis de Andechs-Merania, creció en la corte húngara junto a sus hermanos Béla, Colomán y Andrés. Su madre era hermana de Santa Eduviges de Silesia, lo que la vinculaba desde la infancia a una profunda tradición religiosa.
Tras el asesinato de su madre, su padre volvió a casarse y de esa unión nació Violante de Hungría, futura esposa del rey Jaime I de Aragón.
Matrimonio y vida en Turingia
En 1221 contrajo matrimonio con Luis IV de Turingia-Hesse, uniones descrita por crónicas y leyendas como un matrimonio de amor y armonía. Luis apoyaba plenamente la generosidad de su esposa hacia los pobres, convencido de que esa caridad traería bendiciones eternas para ambos.
Luis, estrecho aliado del emperador Federico II, viajó en 1226 a la Dieta de Cremona, dejando a Isabel a cargo del gobierno. Durante ese tiempo, Turingia padeció inundaciones, hambre y peste, y la joven princesa respondió con una actividad caritativa incansable: distribuyó limosnas, regalos de la corte, vestidos y joyas a quienes más sufrían.
Debajo del castillo de Wartburg mandó construir un hospital de 28 camas, al que visitaba diariamente. En esos años también tuvo como director espiritual al severo inquisidor Conrado de Marburgo.
Viudez y entrega total a la vida religiosa
Su vida cambió abruptamente en 1227 cuando Luis murió de peste en Otranto mientras se dirigía a la Sexta Cruzada. Apenas días después, el 29 de septiembre, Isabel dio a luz a su hija, la beata Gertrudis de Altenberg, quien fue criada en un convento y llegó a ser abadesa, muriendo en 1300.
Isabel dedicó sus últimos años a la oración, la pobreza voluntaria y el servicio, inspirada por la espiritualidad franciscana. Murió en Marburgo a los 24 años, agotada por la enfermedad y las duras penitencias. Fue canonizada en 1235 por el papa Gregorio IX, ceremonia a la que asistió el propio Federico II.
Su cuerpo fue colocado en un altar dorado en la Iglesia de Santa Isabel de Marburgo, hoy un templo protestante que conserva espacios destinados al culto católico. La ciudad se transformó en centro de devoción y sede de la Orden Teutónica, que adoptó a la santa como su segunda patrona.
Expansión de su culto
La devoción a Santa Isabel se extendió rápidamente tras su canonización por territorios germánicos, húngaros, polacos y checos. Su nombre se popularizó también en la península ibérica tras el matrimonio de su hermanastra Violante con Jaime I de Aragón y más tarde se difundió aún más cuando la princesa María de Hungría se casó con Carlos II de Nápoles y Sicilia.
Su figura inspiró numerosos frescos, especialmente en Italia, como los del domo de Santa Maria Donna Regina Nuova.
La Orden de los Caballeros Teutónicos y la Orden Franciscana Seglar la adoptaron como patrona. Isabel profesó la Regla franciscana y fundó una fraternidad junto a antiguas sirvientas.
Incluso la capilla más pequeña del mundo, en el Castillo de Colomares (Málaga), está dedicada a ella.
Es también la patrona de Bogotá y de las enfermeras en España, celebrándose ese mismo 17 de noviembre el Día de las Enfermeras.
La reliquia de su cráneo
Una de sus reliquias más veneradas —su cráneo— llegó a Bogotá en manos de Luis Zapata de Cárdenas, arzobispo de Santafé. Antes había pasado por varios custodios debido a las profanaciones provocadas por la Reforma protestante en Alemania. Finalmente llegó a España, donde Ana de Austria, esposa de Felipe II, la entregó al arzobispo Zapata.
Hoy se conserva en la bóveda del tesoro de la Catedral Primada de Colombia, dentro de un relicario de plata con forma de busto.
Representaciones y legado artístico
Santa Isabel suele ser representada con ropajes reales, corona y un cesto de rosas, símbolo del famoso “milagro de las rosas”: cuando repartía pan a los pobres y fue sorprendida por su cuñado, el pan se habría transformado milagrosamente en flores.
Otras imágenes la muestran rodeada de enfermos o pobres, siempre con su característico cesto de pan o rosas.
En la literatura, su vida inspiró la obra del Siglo de Oro El ejemplo de virtudes y Santa Isabel Reina de Hungría, firmada por “Una dama sevillana”, que narra su devoción y su entrega total tras la muerte de su esposo.
Otros santos y beatos del 17 de noviembre
Además de Santa Isabel de Hungría, el santoral del día recuerda a:
- San Gregorio Taumaturgo, obispo del siglo III, célebre por los milagros atribuidos a su intercesión.
- San Acisclo y Santa Victoria, mártires de Córdoba ejecutados en el siglo IV.
- San Hugo de Novara, obispo italiano destacado por su vida austera.
- Santa Hilda de Whitby, abadesa inglesa del siglo VII célebre por su labor educativa.
- San Florino de Remüs, presbítero suizo y protector de agricultores.
- Beata María de la Providencia, fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Caridad Dominica.
Aunque las celebraciones pueden variar ligeramente según cada país, estas festividades forman parte del santoral general reconocido por la Iglesia Católica.

