Alerta en la Península Ibérica
Una nueva ola de calor avanza sobre España y Portugal

Periodista
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Las máximas superarán los 44ºC. El cambio climático, principal causa de un fenómeno en aumento.
MADRID (Corresponsal) — El Telediario de la RTVE, en la noche del domingo, dio la mala noticia: la segunda gran ola de calor de este verano durará una semana y las temperaturas podrían llegarán a los 44 º C en algunas regiones. España y Portugal, un verdadero infierno.
En la tarde del domingo, Badajoz (Extremadura) marcó la máxima de toda España: 43 2º. Con algo menos (42º 5) se ubicaron Almadén (Ciudad Real), Mérida y Bailén (Jaén) y Fuentes de Andalucía (Sevilla), según el reporte de la agencia EFE.
El mismo domingo, el gobierno de Portugal declaró el estado de alerta por el riesgo creciente de incendios forestales, informa Euronews. Agrega que “la ministra del Interior, Maria Lúcia Amaral, avisó que se prohibirá el acceso, la circulación y la permanencia en los espacios forestales. También estarán prohibidos los fuegos artificiales, la realización de trabajos y el uso de maquinaria, así como la quema de objetos”.
Alertas semejantes han sido emitidos para la mayoría de las comunidades autónomas de España, donde solo Cantabria, en el norte, y las islas Canarias, sobre el Atlántico, quedarían a salvo del calor. En cuanto a los incendios de bosques, las llamas ya consumieron unas 1.000 ha en Galicia y Cataluña.
La culpable del calor extremo, con altas temperaturas durante el día y “noches subtropicales” con mínimas que no bajan de los 25º C —en algunos lugares ni siquiera de los 30º)— es una masa de aire caliente procedente del norte de África que avanza sobre la Península.
¿Está preparada España para el calor extremo? Bueno, aquí en Madrid, lejos del mar, muchos se han ido de vacaciones. Los buses y el Metro cuentan con aire acondicionado, al igual que casi cualquier tienda, centro comercial o restaurante. Los pisos con aire cada vez son más habituales y una comodidad más solicitada por futuros inquilinos o compradores.
A diferencia de los países de América Latina, los cortes de luz son una rareza. De todas formas, hay cierto temor luego del gran apagón del pasado 28 de abril, causado por un colapso del sistema.
La piscina es otro recurso habitual para paliar el calor, pero un artículo del diario El País advierte que en Madrid solo hay 25 de carácter público, en una ciudad que aumenta su población gracias a la llegada continua de inmigrantes. En Córdoba —conocida como “la sartén de España”— cientos de personas están en “lista de espera” para poder darse un chapuzón.
El cambio climático, en la mira
Suele atribuirse al cambio climático la sucesión de olas de calor —la situación es semejante a la vivida en 2024—. “Las investigaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático confirman esta tendencia. Un análisis de las olas de calor en Europa revela un aumento de la gravedad de estos fenómenos en las dos últimas décadas”, explica un artículo de The Conversation.
Según de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), de las 30 olas de calor más graves que han afectado a Europa entre 1950 y 2023, 23 se han producido a partir del año 2000.
En 2022, cuando el sur de Europa experimentó temperaturas más altas de lo habitual, con máximas de 40 °C, el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la UE advirtió: “Estos fenómenos serán más frecuentes, intensos y duraderos en el futuro”.
Las olas de calor son una muestra de que Europa es el continente donde aumenta más la temperatura —0,5 º por década frente a los 0,2º de media mundial—. La proximidad con el Ártico, que sufre el mayor calentamiento, convierte al continente en muy susceptible de las olas de calor, informa Euronews.
Además, la región del Mediterráneo está especialmente expuesta debido a su ubicación entre los secos sub trópicos del norte de África y las zonas más húmedas del norte del continente. Esto provoca una inusual alta presión superficial sobre el Mediterráneo y la llegada de aire cálido y seco del Sáhara hacia Marruecos y el sur de Europa. Esto favorece primaveras más secas, sequías estivales y las temidas olas de calor.
Aunque visto desde el Mediterráneo parece broma, en Finlandia también soportan una ola de calor. Durante las últimas tres semanas las máximas estuvieron por encima de los 30 °C, siendo esta la racha de calor más extensa desde 1961.