Gran Apagón en España
Mientras el Gobierno culpa a las generadoras eléctricas, un juez investiga un ciberataque

Periodista.
El presidente Pedro Sánchez exige responsabilidades sobre el corte de luz que afectó a todo el país durante nueve horas. En tanto, un juez quiere saber si hubo un ataque informático.
MADRID (Corresponsal) — Un día después del Gran Apagón que afectó a España, Andorra y Portugal, además del sur de Francia, sus causas siguen en tinieblas y generan más polémica que otra cosa. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, dijo que exigirá “responsabilidades pertinentes a todos los operadores privados” y prometió “llegar hasta el fondo de este asunto”.
La distribución de la energía en España es bastante compleja y está a cargo de Red Eléctrica, en la que el Estado tiene un 20% de las acciones. Esta mañana, su director de Operaciones, Eduardo Prieto, descartó de plano un ciberataque. En cambio, a semejanza de lo que ocurre en la Argentina cuando hay grandes cortes de luz, habló de un incidente menor que fue superado y de una pérdida de generación ocurrida solo segundos después. “Es muy posible que la generación afectada pueda ser solar”, agregó Prieto. Luego aclaró que las conclusiones son preliminares y pidió evitar las especulaciones.
El mismo viernes circuló la hipótesis del ciberataque desmentida hasta el cansancio. Pero hoy el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama inició diligencias previas para investigar si el apagón fue causado por un sabotaje informático, un delito de terrorismo según el artículo 573 del Código Penal. El magistrado pidió al CNI, los servicios de inteligencia, la Policía Nacional y Red Eléctrica que brinden informes en un plazo de diez días.
Calama dice que “el ciberterrorismo se encuentra entre las posibles causas que motivaron el apagón y, por tanto, resulta necesaria la apertura de una investigación judicial. Agrega que el incidente afectó a sistemas informáticos que soportan infraestructuras que proporcionan los servicios esenciales a la sociedad como salud, energía, industria o transporte, lo que ha supuesto "una situación crítica para el bienestar y sentimiento de seguridad de todos los ciudadanos”.
En medio de la polémica, las críticas a la directora de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, que había prometido que nunca habría un apagón y se jactaba de tener el mejor sistema eléctrico del mundo, la AEMET (servicio meteorológico) descartó por completo una de las versiones menos creíbles: un fenómeno atmosférico que alguien tituló anomalía atmosférica. Las fake news, hay que decirlo, tuvieron bastantes adeptos.
El mayor apagón de la historia de España comenzó a las 12.30 (hora local) y continuó hasta las 21.30. La falta total de suministro inmovilizó trenes, la red de Metro, produjo retrasos en el aeropuerto de Barajas, incontables atascos (embotellamientos) y llenó los autobuses urbanos hasta su máxima capacidad. Para muchísimos madrileños no les quedó otra que caminar varias horas para llegar hasta sus casas.
Por otra parte, durante casi nueve horas no hubo servicio de telefonía móvil ni internet. El país quedó totalmente incomunicado y la radio se convirtió en la principal fuente de noticias. Como la mayoría de los hogares tiene vitrocerámica en lugar de cocinas a gas, fue imposible cocinar algún alimento o tomar un café. La abundancia de terminales de punto de venta (TPV), o Posnet, hizo imposible realizar una compra sin dinero en efectivo.
De todas formas, y esto también hay que decirlo, hasta ahora no se ha informado de incidentes graves en ninguna parte de la Península.