Mercado de pases
Shell analiza comprar BP y sacude el tablero del petróleo

Estaría en conversaciones para adquirir a su rival británica BP. La fusión sería la más grande del sector en décadas.
Shell, una de las gigantes globales del petróleo y el gas, estaría evaluando una jugada histórica: comprar a su competidora BP. Según adelantó el Wall Street Journal, la empresa angloholandesa inició conversaciones preliminares para avanzar en una adquisición que podría superar los 80.000 millones de dólares. En Argentina el silencio es total, fuentes del sector aseguraron a Newstad que hay certeza en off de que se llevará a cabo la operación.
Se trata de un movimiento que, de concretarse, cambiaría el mapa energético global. Shell pasaría a ocupar el podio junto a ExxonMobil y Chevron, consolidando su liderazgo justo en un momento en el que el mundo discute la transición energética, pero el crudo sigue mandando y el ataque de Irán a Israel puso al barril en un dinamismo que
Desde BP no hubo confirmaciones ni desmentidas, pero la sola posibilidad hizo subir las acciones de ambas compañías en las bolsas de Europa y Estados Unidos. Lo que está claro es que la concentración en el sector energético no va a parar por ahora.
Una jugada estratégica
Shell, que en los últimos años mantuvo un perfil más equilibrado entre hidrocarburos y renovables, busca ahora recuperar músculo frente a sus pares americanos, que mantuvieron presencia de peso en el sector tradicional. BP, en cambio, apostó por un giro más radical hacia las energías verdes, con menos resultados económicos pero inversión a mediano y largo plazo.
Los analistas coinciden en que la posible compra tiene lógica financiera. “Shell ve en BP una oportunidad de absorber activos clave, con menor exposición al upstream y mayor capacidad de cash flow a futuro”, explicó una fuente del sector energético a Newstad.
Sin embargo, la operación no sería sencilla. En Reino Unido, cualquier oferta por BP debería estar acompañada por una invitación formal a todos los accionistas, según la normativa de adquisiciones del mercado. Además, el gobierno británico podría intervenir si considera que hay riesgo para el suministro energético nacional.
Concentración en tiempos de transición
La posible fusión llega en un contexto de reconversión global. Si bien la agenda verde avanza en discursos y planes estratégicos, el petróleo y el gas siguen siendo vitales para la economía mundial. El propio G7 reconoció hace semanas que los hidrocarburos “seguirán siendo parte del mix energético en el mediano plazo”.
De cerrarse el acuerdo, Shell ganaría volumen de producción, presencia en África y Sudamérica, y una cartera ampliada de energías renovables, con proyectos solares y eólicos que BP desarrolló en los últimos años.