Santos
Santoral del 23 de noviembre
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Una fecha marcada por la memoria de Miguel Agustín Pro, el jesuita mexicano ejecutado sin juicio.
Cada jornada del calendario católico honra a figuras cuya vida estuvo marcada por la entrega, la fe, la resistencia espiritual y, en muchos casos, el martirio. Este 23 de noviembre, la memoria principal es la del Beato Miguel Agustín Pro, uno de los símbolos más potentes de la fe perseguida en México y uno de los mártires más reconocidos del siglo XX.
Miguel Agustín Pro: sacerdote, perseguido y mártir
José Ramón Miguel Agustín Pro Juárez nació el 13 de enero de 1891 en Guadalupe, Zacatecas, y murió fusilado en Ciudad de México el 23 de noviembre de 1927. Sacerdote jesuita y activista por la libertad religiosa, vivió en primera persona la violenta confrontación entre la Iglesia y el Estado mexicano, que alcanzó su punto máximo durante la Guerra Cristera (1926-1929).
Acusado sin pruebas por el gobierno de Plutarco Elías Calles de haber participado en un atentado contra Álvaro Obregón, Pro fue condenado a muerte sin juicio, junto con su hermano Humberto, Luis Segura Vilchis y Juan Tirado Arias. Todos fueron ejecutados por un pelotón en la comandancia de policía donde hoy se levanta el edificio El Moro, en Ciudad de México.
Pro fue el primer mexicano reconocido como mártir por odio a la fe, y fue beatificado por el Papa Juan Pablo II en 1988.
Un conflicto histórico que marcó a México
La ejecución de Pro solo puede entenderse dentro de un proceso más amplio. Desde la expulsión de los jesuitas en el siglo XVIII, pasando por las reformas liberales del siglo XIX, las Leyes de Reforma, la Constitución de 1917 y las limitaciones al culto religioso, las tensiones entre Iglesia y Estado se fueron agudizando. Durante el gobierno de Calles, las restricciones al culto, la clausura de templos, la expulsión de clérigos extranjeros y la vigilancia sobre los sacerdotes generaron un clima de persecución que derivó en la Guerra Cristera.
En ese contexto, Miguel Pro regresó a México en 1926, en un momento en que el catolicismo estaba prácticamente proscrito. Celebró sacramentos en la clandestinidad, asistió espiritual y materialmente a los fieles, organizó comuniones secretas, confesiones y misas en casas particulares. Su figura se volvió un referente inmediato para los católicos perseguidos, y, por lo mismo, un blanco para las autoridades.
El atentado, la detención y la construcción de un culpable
Cuando el ingeniero Luis Segura Vilchis atentó contra Álvaro Obregón el 13 de noviembre de 1927, la policía responsabilizó de inmediato a los hermanos Pro únicamente porque el automóvil utilizado había pertenecido tiempo atrás a uno de ellos. A pesar de que Segura Vilchis confesó ser el autor material e intelectual del ataque, las autoridades sumaron a Miguel y Humberto a la acusación. Calles ordenó la ejecución directa, ignorando el amparo judicial y las solicitudes de suspensión.
El fusilamiento: un intento fallido de propaganda
Miguel Pro fue ejecutado la mañana del 23 de noviembre. Rechazó ser vendado, pidió rezar y se presentó ante el pelotón con los brazos abiertos en cruz, pronunciando su célebre “¡Viva Cristo Rey!”. El gobierno fotografió toda la escena con la intención de desacreditarlo ante la opinión pública, pero sucedió lo contrario: las imágenes se convirtieron en objeto de devoción, circularon clandestinamente por todo el país y reforzaron su figura como mártir.
Con él murieron su hermano Humberto, Segura Vilchis y Juan Tirado Arias. Roberto Pro, el menor, logró salvarse y se exilió.
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Devoción y beatificación
Ya en 1928 la imagen del joven jesuita comenzó a aparecer en altares familiares de todo México. Su popularidad creció incluso antes de ser beatificado. En 1988, Juan Pablo II lo declaró beato y mártir, reconociendo oficialmente su testimonio de fe. Su memoria continúa viva en instituciones que llevan su nombre y en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, una de las ONG más activas en la defensa de los derechos humanos en México.
Otros santos que se conmemoran este 23 de noviembre
Junto al beato Pro, este día también se recuerda a varias figuras del santoral:
- San Clemente I, papa (siglo I)
- Santa Lucrecia (siglo IV)
- San Columbano (siglo VII)
- Santa Felicidad
- Santa Mustiola
- San Sisinio (siglo IV)
- San Clemente, obispo
- San Anfiloquio de Iconio (siglo IV)
- San Severino, recluso
- San Gregorio, obispo (siglo VII)
- Beata Margarita de Saboya (siglo XV)
- Santa Cecilia Yu So-sa (siglo XIX)
- Beata María Cecilia Cendoya y Araquistain (siglo XX

