Papa, monje, reformador
Santoral de hoy: 3 de septiembre de 2025
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San Gregorio Magno, Papa y Doctor de la Iglesia, transformó Roma y expandió la fe en tiempos difíciles.
Este miércoles 3 de septiembre la Iglesia Católica recuerda a San Gregorio Magno, una de las figuras más influyentes del cristianismo y el 64º Papa de Roma. Su vida, marcada por la renuncia al poder político en favor de la vocación religiosa, dejó un legado espiritual, doctrinal y cultural que todavía perdura.
Orígenes y formación
Gregorio nació en Roma en el año 540, en el seno de la noble gens Anicia, una familia patricia cristiana de gran prestigio. Era bisnieto del papa Félix III, pariente del papa Agapito I y sobrino de dos monjas. Sus padres, Gordiano y Silvia —ambos venerados como santos— le brindaron una sólida formación intelectual y espiritual.
Destinado inicialmente a la carrera política, alcanzó en 573 la más alta dignidad civil: prefecto de Roma. Sin embargo, inquieto por conciliar su vocación religiosa con la vida pública, abandonó el cargo para hacerse monje. En 575, tras la muerte de su padre, transformó su residencia del Monte Celio en un monasterio dedicado a San Andrés. Además, fundó otros seis monasterios en Roma y Sicilia, propagando la regla benedictina.
Diplomático y monje
En 579, el papa Pelagio II lo ordenó diácono y lo envió como apocrisiario (embajador) a Constantinopla, donde permaneció seis años. Allí entabló amistad con Leandro de Sevilla y polemizó con el patriarca Eutiquio sobre la resurrección. De regreso en Roma, volvió a la vida monástica, pero su prestigio lo llevó a ser secretario del papa. A la muerte de Pelagio II, en 590, fue elegido pontífice por el clero y el pueblo.
Un pontificado decisivo
El papado de Gregorio (590-604) comenzó en circunstancias críticas: Roma estaba asediada por los lombardos y abandonada por Bizancio. Gregorio se convirtió en la verdadera autoridad de la ciudad, organizando el suministro de alimentos, distribuyendo limosnas, negociando treguas y asegurando tributos para mantener la paz.
Famosa es la anécdota en la que, al ver esclavos anglos en un mercado romano, exclamó: “Non angli sed angeli” (“No son anglos, sino ángeles”). De esta experiencia nació su impulso misionero hacia las islas británicas, donde envió al obispo Agustín de Canterbury. Bajo su guía, los templos paganos fueron transformados en iglesias, consolidando la expansión del cristianismo en Inglaterra.
Gregorio también reforzó la liturgia y la organización de la Iglesia, afirmando la independencia del poder papal frente a Bizancio y forjando alianzas con los reyes francos.
Obras y pensamiento
Entre sus escritos se destacan la Regula pastoralis, manual de moral y de predicación destinado a los obispos, y el Libro de los Diálogos, que narra la vida y milagros de santos italianos, con especial énfasis en San Benito de Nursia.
A él se atribuye el impulso al canto gregoriano, llamado así en su honor, y la recopilación de antífonas y cantos litúrgicos. También desarrolló la doctrina del purgatorio, sosteniendo que tras la muerte el alma enfrenta un juicio particular y puede pasar por una purificación temporal.
Se conservan 866 cartas de su archivo, testimonio de su intensa actividad pastoral y administrativa.
Gregorio falleció el 12 de marzo del 604. Fue proclamado Doctor de la Iglesia en 1295 y es considerado uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia latina, junto con San Jerónimo, San Agustín y San Ambrosio. Su epitafio lo llamó el “Cónsul de Dios”.
Patronazgo
San Gregorio Magno es patrono del sistema educativo de la Iglesia, de los estudiantes, profesores, músicos, cantantes, coros, mineros, albañiles y fabricantes de botones. Se lo invoca contra la peste y la gota, y es abogado de las almas del purgatorio. Su nombre también figura en el calendario de santos de la tradición luterana.
Otros santos del día
Además de San Gregorio Magno, el santoral de este 3 de septiembre recuerda a:
- Aigulfo
- Aristeo, obispo
- Auxano de Milán
- Basilisa de Nicomedia
- Crodogango de Sées
- Febe de Corinto
- Macanisio de Irlanda
- Mansueto de Toul
- Marino
- Remaclo
- Sandalio de Córdoba
- Vitaliano de Caudium