Encuentro clave
San Juan apuesta a la minería verde: energía solar y almacenamiento
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Nuevas tecnologías que permiten reducir la dependencia del combustible fósil y la huella de carbono.
San Juan vive un momento decisivo en el desarrollo de su minería. Los proyectos que avanzan sobre la cordillera y los que están próximos a iniciar no solo impulsan expectativas económicas: también obligan a repensar cómo se genera, almacena y consume la energía dentro de una de las actividades más demandantes del país. En ese contexto, una compañía local organizó un encuentro destinado a mostrar una problemática que atraviesa a todos los proyectos y, al mismo tiempo, la solución tecnológica que podría marcar un antes y un después: la transición hacia energías renovables con almacenamiento a gran escala.
El ingeniero electromecánico Lucas Costa, socio y gerente de administración de Lumager Energía Solar, explicó el punto de partida. “La minería necesita mucha energía y eso implica obras de infraestructura enormes. Nosotros proponemos otra vía: sistemas fotovoltaicos combinados con almacenamiento que permitan reducir esa dependencia y mejorar la confiabilidad del suministro”, señaló durante la apertura del evento.
El primero en exponer fue el ingeniero Víctor Doña, quien repasó el mapa energético de la provincia y las fuentes renovables disponibles. San Juan se posiciona con ventaja: posee uno de los índices de radiación solar más altos del mundo, lo que convierte a la región en un escenario ideal para liderar la producción fotovoltaica. También existe generación hidráulica y eólica en menor escala, pero el sol continúa siendo el recurso más estratégico.
En su presentación, Doña subrayó por qué la transición energética no es un capricho sino una necesidad global. La búsqueda de una actividad minera más eficiente y con menor impacto ambiental obliga a desplazar progresivamente el carbón, el gas y el petróleo, al tiempo que se promueven fuentes limpias como la solar y la eólica. Esa articulación es la base de lo que definió como “minería verde”, un modelo que minimiza la contaminación a través de tecnologías que reducen la huella de carbono, optimizan recursos y priorizan la eficiencia.
La incorporación de energías renovables a los proyectos mineros tiene, además, un efecto directo sobre el Sistema Argentino de Interconexión. Hoy, muchas operaciones dependen de una red que enfrenta limitaciones y que, en ocasiones, no puede cubrir la enorme demanda energética de la actividad. La generación propia no solo alivia esa presión: también fortalece la operación y reduce costos.
San Juan, pese a su enorme potencial solar, todavía no cuenta con proyectos mineros autoabastecidos con energías renovables. Por eso resultó clave la participación de representantes de Huawei, quienes presentaron un modelo que ya está en funcionamiento en otras provincias. El ingeniero Erick Raimondeau explicó cómo las baterías de litio de gran escala permiten almacenar el excedente de energía solar y asegurar un suministro continuo, incluso durante la noche o en momentos de baja radiación.
“Las plantas mineras trabajan 24/7 y cualquier falla eléctrica genera pérdidas millonarias. Con almacenamiento, disminuye la dependencia del combustible fósil y baja drásticamente la emisión de dióxido de carbono”, destacó Raimondeau. La experiencia más citada fue la del proyecto Mansfield en Salta, donde gracias a estas tecnologías lograron una penetración renovable cercana al 90%. Las baterías utilizadas, además, tienen una vida útil estimada de 13 años, lo que mejora la ecuación económica a largo plazo.
El encuentro también funcionó como un espacio de vinculación entre proveedores, instaladores y empresas mineras que buscan alternativas más eficientes. Lumager remarcó que uno de los grandes desafíos es acercar la tecnología disponible y permitir que los actores del sector comprendan cómo puede integrarse a sus proyectos. Baterías, paneles solares, sistemas híbridos y soluciones de almacenamiento fueron parte de las demostraciones que captaron más interés entre los asistentes.
El avance de la minería verde, señalaron varios de los expositores, no solo implica ahorro energético y reducción de emisiones: también abre la puerta a un cambio cultural dentro de la industria, que comienza a adoptar herramientas limpias en su modelo operativo. La instalación de parques solares dentro de los yacimientos, sumada a la posibilidad de almacenar el excedente, configura un escenario en el que la minería puede crecer sin replicar las huellas ambientales del pasado.
“Queremos que estas reuniones se repitan”, expresó Costa al cierre del encuentro. “La idea es que quienes producen tecnología se encuentren con quienes la necesitan, y que podamos avanzar hacia soluciones confiables, de menor costo y con beneficios para todos”. San Juan, con su territorio privilegiado y con un sector minero en expansión, parece dispuesto a ser el laboratorio nacional de una transición energética que ya no es tendencia: es el camino inevitable hacia el futuro de la minería.

