Santos
¿Qué santo se celebra hoy? El santoral del martes 25 de noviembre
:format(webp):quality(40)/https://newstadcdn.eleco.com.ar/media/2025/11/santa_catalina_de_alejandria.jpeg)
La Iglesia recuerda hoy a Santa Catalina de Alejandría, una de las mártires más influyentes y enigmáticas.
Este martes 25 de noviembre, la Iglesia católica conmemora a Santa Catalina de Alejandría, San Márculo, San Maurino y San Moisés de Roma, junto con otras figuras veneradas en el santoral.
Según recuerda el Martirologio Romano, Santa Catalina fue “una virgen de Alejandría dotada de sabiduría, agudo ingenio y fortaleza de ánimo”. La tradición la sitúa nacida hacia el año 290, en una familia noble egipcia, destacándose desde joven por su inteligencia y formación. Su conversión al cristianismo habría ocurrido tras una aparición nocturna de Cristo, momento en el que se consideró espiritualmente unida a Él en un matrimonio místico, un motivo frecuente en la espiritualidad del Mediterráneo oriental.
Durante una celebración pagana, Catalina desafió públicamente al emperador —Majencio o, más probablemente, Maximino Daia— al negarse a sacrificar a los dioses y exhortarlo a conocer al “verdadero Dios”. A partir de ese episodio fue arrestada y sometida a diversos tormentos. La Passio, su texto hagiográfico más difundido, relata que debatió con los sabios del imperio convocados para refutarla, logrando convertirlos al cristianismo. Todos ellos fueron ejecutados, no sin antes ser bautizados por la propia Catalina.
El emperador intentó persuadirla mediante promesas, pero ante su negativa ordenó azotarla y encarcelarla. La emperatriz y el oficial Porfirio, impresionados por su testimonio, también se convirtieron junto con unos doscientos soldados, según las fuentes legendarias. Al fracasar cada intento de doblegarla, Catalina fue llevada a la tortura mediante una máquina de ruedas con cuchillas. Sin embargo, la tradición narra que el artefacto se rompió al tocar su cuerpo, causando la muerte de algunos de los presentes. Finalmente, fue decapitada y, según la leyenda, de la herida brotó leche en lugar de sangre.
Tras su martirio, ángeles habrían trasladado su cuerpo al Monte Sinaí, donde en el siglo VI el emperador Justiniano fundó un monasterio inicialmente dedicado a la Transfiguración y luego consagrado a la memoria de la santa. Los monjes afirmaron haber encontrado sus reliquias alrededor del año 800, en una gruta de la montaña, dando origen a uno de los centros de peregrinación más importantes de Oriente: el Monasterio de Santa Catalina.
Leyenda y tradición
La vida de Santa Catalina llega a nosotros a través de documentación muy tardía. El texto más antiguo es la Passio, redactada en griego entre los siglos VI y VIII y difundida ampliamente a partir del siglo IX gracias a su versión latina. Otros escritos hagiográficos, como la Conversio, también contribuyeron a ampliar su leyenda, influida por corrientes místicas femeninas del ámbito benedictino.
La Passio constituye el relato más completo: Catalina, noble alejandrina, culta y brillante, desafía al emperador, convierte a los sabios convocados para derrotarla en debate, es azotada, encarcelada, sometida a torturas y finalmente decapitada. Su culto se consolidó desde temprano y su figura adquirió rasgos simbólicos que mezclaron tradición, mística e imaginación piadosa.
Devoción artística y expansión del culto
El primer testimonio de devoción hacia Santa Catalina se encuentra en una pintura del siglo VIII descubierta en Roma. Desde el siglo X su culto se expandió por toda Europa, alcanzando enorme popularidad en Francia durante las Cruzadas. También fue profundamente venerada en el arte medieval húngaro entre los siglos XIV y XVI, apareciendo junto a Santa Isabel y Santa Margarita de Hungría.
La iconografía la representa con una aureola tricolor —blanca por su virginidad, verde por su sabiduría y roja por su martirio— y con la rueda rota, símbolo de la máquina destinada a su suplicio. Numerosas iglesias europeas conservan imágenes, esculturas y retablos dedicados a su figura.
Historicidad: entre dudas, investigaciones y nuevas hipótesis
A partir de 1961, un sector de la Iglesia puso en duda la existencia histórica de Santa Catalina tal como aparece en la tradición, aunque la mantuvo en el Martirologio Romano como memoria libre, despojada de elementos legendarios.
Historiadores como Donald Attwater consideraron su leyenda “la más inverosímil de su clase”, destacando la ausencia de pruebas sólidas. Harold T. Davis, por su parte, sostuvo que no existe evidencia capaz de identificarla con un personaje histórico concreto, y planteó que podría ser una figura creada en contraposición a la filósofa pagana Hipatia de Alejandría, con roles invertidos entre cristianos y paganos.
El relato más antiguo aparece más de cinco siglos después de la supuesta fecha de su martirio, aunque el descubrimiento de reliquias en el Monte Sinaí hacia el año 800 indica un culto ya establecido. Investigaciones hagiográficas como las Acta Sanctorum, de los bolandistas, siguen siendo fundamentales para comprender su veneración primitiva.
Una hipótesis reciente, propuesta por el investigador español Diego Serra, sugiere que la figura de Catalina podría ser una combinación de dos personajes reales: Lucila de Cartago, mártir donatista perseguida bajo Majencio, y Galeria Valeria, hija de Diocleciano, ejecutada por Licinio.
En cualquier caso, la posible existencia de una mártir histórica debe distinguirse del desarrollo legendario posterior: un rico conjunto de relatos espirituales y simbólicos imposible de depurar totalmente desde la perspectiva moderna.
Otros santos del 25 de noviembre
Además de Santa Catalina, la Iglesia celebra hoy a:
- San Mercurio de Cesarea de Capadocia
- San Moisés de Roma
- San Pedro de Alejandría
- San Márculo
- San Maurino
- Beata Beatriz de Ornacieux
- Beata Isabel Achler
- Santos Pedro Yi Ho-yong y Águeda Yi So-sa
- Beato Jacinto Ignacio Serrano López

