Energía
Petróleo: Pampa Energía crece a máxima velocidad
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Rincón de Aranda crece más rápido de lo previsto, producirá 20.000 barriles diarios antes de fin de año.
El bloque Rincón de Aranda se ha convertido en la pieza central de la estrategia de expansión de Pampa Energía, la compañía liderada por Marcelo Mindlin. Tras años enfocada mayormente en la producción de gas, la firma dio un giro decidido para consolidarse en el negocio del petróleo no convencional, liderado por la formación Vaca Muerta. Los resultados comienzan a verse: inversiones récord, perforación acelerada, infraestructura crítica en desarrollo y un horizonte de producción que crece trimestre a trimestre.
La empresa presentó sus resultados del tercer trimestre de 2025 y la conclusión es clara: Pampa Energía pisa fuerte en Vaca Muerta. Entre agosto y octubre, la compañía aumentó su inversión de capital un 183% interanual, alcanzando los 332 millones de dólares. De ese total, el 52% se destinó a Rincón de Aranda, unos 174 millones, evidencia del peso que tiene el bloque dentro del plan de crecimiento.
El avance operativo acompaña ese impulso. Rincón de Aranda ya cuenta con siete pads activos, lo que permitió incrementar con fuerza la producción de petróleo. Ese crecimiento también se reflejó en el Ebitda, que alcanzó los 322 millones de dólares, y en la producción total de la compañía, que promedió casi 100.000 barriles equivalentes por día. De ese volumen, el petróleo representa el 17%, porcentaje impulsado principalmente por Rincón de Aranda y, en segundo término, por Sierra Chata.
La directora de Relaciones con Inversores, Lida Wang, detalló que la producción de crudo llegó a 14.400 barriles diarios con 20 pozos activos. El salto respecto al trimestre anterior fue contundente: casi el triple. La conexión de nuevos pads fue decisiva, y la incorporación del séptimo pad elevó la producción a 16.000 barriles por día. Para Pampa, el cierre de 2025 con 20.000 barriles diarios es prácticamente un hecho.
El bloque tiene, además, tres pozos perforados pero no completados, listos para conectarse en los próximos días, lo que refuerza la proyección de crecimiento en el corto plazo. La actividad no se detiene: Pampa dispone de dos equipos de perforación en el bloque y prevé perforar cuatro pads durante el próximo trimestre. “Estamos trabajando en los pads 7 y 12, y luego avanzaremos sobre el 13 y el 10”, explicó Adolfo Zuberbuhler, CFO de la compañía.
Pero el corazón del plan está en la infraestructura. Para sostener el ritmo de crecimiento, Pampa Energía prepara una instalación de tratamiento temporal que estará operativa entre fines de febrero y principios de marzo de 2026. Este módulo permitirá procesar más producción mientras se completa la obra más ambiciosa: la planta central de procesamiento (CPF), que será determinante para manejar volúmenes mayores y optimizar costos.
Esa infraestructura adicional permitirá sumar 1.000 barriles diarios, según anticipó Zuberbuhler. Y para fines de 2026, la empresa proyecta que Rincón de Aranda alcance los 28.000 barriles por día, un nivel que ubicará al bloque entre los desarrollos más dinámicos de la ventana petrolera de Vaca Muerta.
El gran salto llegará en 2027. Con la puesta en marcha del oleoducto Vaca Muerta Sur y la entrada en operación de la CPF, Pampa Energía espera alcanzar los 45.000 barriles diarios, un volumen que la reposicionará como una de las productoras relevantes del país. “Ese es nuestro objetivo: consolidar una producción estable, eficiente y competitiva”, remarcó Wang.
La planta, además, tendrá una incidencia directa en la reducción del costo de extracción, uno de los indicadores más sensibles para las operadoras. Durante el último trimestre, el lifting cost se ubicó en 6,4 dólares por barril, pero el objetivo es descender a 5 dólares, un estándar que comparten las empresas más eficientes de la cuenca.
Rincón de Aranda muestra, así, un desarrollo sincronizado entre perforación, infraestructura y estrategia financiera. Pampa Energía decidió jugar fuerte en Vaca Muerta y hoy está recogiendo los primeros resultados de una apuesta millonaria, sostenida en eficiencia operativa, velocidad de ejecución y un plan de inversiones que no da señales de desacelerar.
Con 2027 como horizonte, la compañía aspira no solo a ampliar su perfil petrolero, sino también a posicionarse entre las operadoras con mejor desempeño dentro del shale argentino, un sector que continúa expandiendo sus fronteras y demostrando su potencial como motor productivo del país.

