No dejen de aplaudir

Para algunos, se dio lo menos pensado y que no vende. Para otros, futbolísticamente fue lo más justo. El Torneo Apertura 2025 tiene en Huracán y Platense a los dos mejores equipos del fútbol argentino y el próximo domingo en Santiago del Estero definirán cuál será el campeón.

A diferencia de otras instituciones que han invertido millones de dólares en refuerzos, tanto Huracán como Platense no cuentan con un enorme presupuesto, pero si supieron armar buenos equipos. Una cuestión es armar grandes planteles, con muchas variantes, pero lo interesante es que termine siendo un EQUIPO. Ese es el constante desafío de los entrenadores, quienes están para mejorar a los futbolistas que tienen, más allá de alguna que otra incorporación que se les pudiera sumar. En ese caso, sacan más que un aprobado Frank Darío Kudelka y la dupla Favio Orsi-Sergio Gómez.

Del Huracán del año pasado que peleó el título hasta la última fecha contra Vélez Sarsfield se le desarmó parte de la estructura del mediocampo para adelante, compuesto por Federico Fattori (se fue a Argentinos Juniors) y los chilenos Williams Alarcón (pasó a Boca) y Rodrigo Echeverría (actualmente en León de México). Sin embargo, suplió bien esas bajas con las determinantes presencias de Matko Milijevic, Leonardo Gil, Leonel Pérez y Walter Mazzantti, entre otros. Lejos de lamentar el frustrado título en el torneo anterior, el Quemero fue resiliente y siguió por la senda competitiva. Ahora intentará romper una racha de 52 años sin conseguir un torneo argentino (la última vez fue en el Torneo Metropolitano 1973), aunque en el medio tuvo dos estrellas: Copa Argentina en la temporada 2013-2014 y la Supercopa Argentina 2014.  

Por su parte Platense jugará su segunda final en dos años. La anterior fue en la Liga Profesional 2023, cuando el equipo que en ese entonces dirigía Martín Palermo cayó en Santiago del Estero ante Rosario Central por 1 a 0. De ese equipo hay un par de sobrevivientes, entre ellos el capitán Ignacio Vázquez y el paraguayo Ronaldo Martínez, quienes irán por su revancha y tratarán de hacer historia con el Calamar, que irá por su primer título. Al trabajo de la dupla Orsi-Gómez se le valora en haber mantenido un orden en su equipo, con jugadores que en otros equipos no fueron tenidos en cuenta y que jugando en en el elenco de Vicente López tuvieron una importante labor (como es el caso de Vicente Taborda y Guido Mainero), con un mediocampo combativo (buen tándem entre Leonel Picco y Rodrigo Herrera) que complicó el juego a los adversarios y saber manejar los tiempos de los partidos sin irse de esquema. 

Ambos planteles lejos estuvieron de achicarse ante adversidades. Por el lado del Globo, que clasificó cuarto en la zona A de la fase regular, venció en octavos de final a Deportivo Riestra (3 a 2) en el “Palacio” Tomás Adolfo Ducó, luego triunfó ante el líder de la Zona B Rosario Central (1-0) como visitante y finalmente eliminó a Independiente en Avellaneda (0-0 y luego por disparos desde el punto penal) en la semifinal. Por su parte, el camino del conjunto de Vicente López, que entró en el sexto lugar de la Zona B, tuvo una particularidad: ganó todas las series de visitante y ante equipos denominados “grandes”, que cayeron en El Juego del Calamar. La primera víctima a domicilio fue Racing (1-0), luego sacó de combate al River de Marcelo Gallardo (1-1 y luego venció en la tanda de penales) y finalmente se cargó a San Lorenzo en el Bajo Flores, al ganarle 1 a 0.

Si muchos al empezar los playoffs creían que la final podía ser un Superclásico, deberán esperar al menos hasta el próximo torneo. No se puede subestimar a otros equipos que hicieron méritos para llegar hasta la última instancia. Bien por Independiente, San Lorenzo, Huracán y Platense que compitieron con mucha altura, tan así fue que hasta gran parte de los hinchas presentes en las canchas del Ciclón y del Rojo reconocieron a sus jugadores con aplausos, como también a los rivales. Y si, fue un gesto de grandeza que es para que nadie deje de aplaudir.