La lucha de una mujer por el amor y la libertad
Mariquita Sánchez: La mujer que desafió las normas

Historiadora y Periodista

Una joven que desafió el patriarcado para casarse con el hombre que amaba, se convirtió en una figura central en la historia argentina.
"Excelentísimo Señor:
Después de tres largos años buscando, con todos los medios de dulzura que el amor y la moderación me sugerían, obtener la aprobación de mi madre para la realización de mis justos y honestos deseos, me veo en la necesidad de defender mis derechos. Si no me es posible obtener su consentimiento, ruego a Vuestra Excelencia que me haga llamar a su presencia, pero sin la compañía de mi madre, para que pueda tomar mi última resolución. Mi deseo, Señor, es casarme con mi primo, pues mi amor, mi salvación y mi reputación así lo exigen.
Si la resolución de Vuestra Excelencia fuera la de concederme este permiso, me mandará V. E. depositarme con un sujeto de carácter, a fin de que quede en más libertad, de modo que mi primo pueda dar los pasos necesarios para la realización de este matrimonio.
Nuestra causa es tan justa que, según entiendo, espero de Vuestra Excelencia justicia, protección y favor.
No se considerará lo que pueda decir en el acto del depósito, ya que las lágrimas de mi madre quizás me hagan cambiar mi parecer y manifestar que ni quiero casarme ni salir de casa. Por tanto, se me sacará a depósito, aún si llegara a decir lo contrario.
Por último, le prevengo que ningún documento mío tendrá validez si no pasa por las manos de mi primo, pues quién sabe lo que me harán firmar.
Firmado en Buenos Aires, a 10 de julio de 1804.
MARÍA DE LOS SANTOS SÁNCHEZ"
Con estas palabras, Mariquita Sánchez solicitaba permiso al virrey para casarse con Martín Thompson, amparándose en la Pragmática Sanción, el código español que otorgaba al virrey la autoridad para autorizar matrimonios que los padres se oponían a permitir. Entre los catorce y los diecisiete años, Sánchez enfrentó a su madre judicialmente hasta que finalmente, con la intervención del virrey Rafael de Sobremonte, logró la dispensa para casarse.
Hoy en día, el movimiento feminista continúa ganando fuerza y expansión, pero al mirar al pasado, encontramos mujeres que lucharon solas, allanando el camino para las generaciones futuras. Entre estas pioneras, la vida de María de los Santos Sánchez destaca como una de las más apasionantes.
Mariquita nació el 1 de noviembre de 1786 en Buenos Aires, siendo hija única de una familia influyente. Tuvo acceso a una educación de primera, algo raro en la época, y sus padres, siguiendo la costumbre de la época, arreglaron su matrimonio con Diego del Arco, un hombre mucho mayor, viudo y noble. Sin embargo, ella se opuso rotundamente y, como se vio, logró imponer su voluntad.
Martín Thompson, por su parte, también era hijo único y quedó huérfano a temprana edad. Debido a un acuerdo entre sus padres, su madre tomó los hábitos. Sin apoyo familiar, Thompson fue acogido por un importante funcionario español, lo que le permitió estudiar en el Real Colegio de San Carlos y posteriormente unirse a la Real Armada Española. Cuando regresó a Buenos Aires, el flechazo con Mariquita fue inmediato. Ambos eran primos segundos y compartían bisabuelos, pero mantenían su relación en secreto.
La situación tomó un giro decisivo cuando Sánchez estaba a punto de casarse con Arco. El matrimonio fue bloqueado por órdenes del virrey, gracias a la intervención de Thompson, lo que llevó a Arco a desistir y desaparecer. El padre de Mariquita, furioso, la internó en la Casa de Ejercicios Espirituales, una institución destinada a mujeres desobedientes, y logró que Martín fuera enviado a Cádiz. Sin embargo, con el tiempo y la muerte de su padre, la pareja pudo finalmente casarse. Juntos tuvieron cinco hijos: Clementina (1807), Juan (1809), Magdalena (1811), Florencia (1812) y Albina (1815).
En 1810, Thompson fue un activo participante en la Revolución de Mayo, y su hogar se convirtió en un punto de encuentro para patriotas. Se cree que allí se interpretó por primera vez el Himno Nacional Argentino. Seis años más tarde, fue enviado en misión diplomática a Estados Unidos, donde sufrió una profunda crisis psicológica, vagando por las calles de Nueva York. A su regreso, su salud se deterioró aún más, y el capitán del barco en el que viajaba decidió no alimentarlo más. Martín Thompson murió el 23 de octubre de 1819 en aguas uruguayas, donde su cuerpo fue abandonado.
Viuda a los 34 años, Mariquita volvió a casarse con Washington de Mendeville. Sin embargo, este matrimonio no resultó ser tan feliz como el primero. Estuvieron casados durante 43 años, pero sólo compartieron 15 de ellos.
En 1824, Bernardino Rivadavia otorgó a las mujeres por primera vez una participación en la esfera pública al crear la Sociedad de Beneficencia y ponerla en manos de mujeres como Mariquita Sánchez. Frente al rechazo de muchas familias a las reformas eclesiásticas de Rivadavia, Mariquita desempeñó un papel fundamental en la creación de esta organización.
Mariquita también estuvo muy involucrada en la lucha contra el régimen de Rosas, siendo una de las pocas mujeres con acceso a reuniones claves. Su participación en la resistencia fue decisiva, sirviendo de enlace entre los líderes patriotas. En una carta enviada a Juan Bautista Alberdi, describió cómo se sentía al estar rodeada de héroes militares:
"Hoy llegaron a casa de Lavalle varios jefes argentinos que venían por su llamamiento. Cuando entré en la salita me sorprendió la figura del coronel Vilela, tiene una cabeza que podría servir de modelo a un pintor para militar imponente; me recordaba a esos de la guardia vieja de Napoleón. Lavalle tiene la afabilidad de una buena educación y la natural franqueza de un valiente. Así recibía a los que se iban presentando con abrazos cariñosos y francos...".
Con la caída de Rosas, Mariquita regresó a la patria, pero la Argentina que encontró no era la misma. Murió el 23 de octubre de 1868, exactamente 51 años después de la muerte de Martín Thompson, a los 83 años.