Minería y futuro en Mendoza
Geología y desarrollo: el futuro de la minería en Mendoza

Contador y diputado provincial (Mendoza)

Bajo el suelo mendocino hay una oportunidad que requiere tiempo, visión y responsabilidad para convertirse en desarrollo
Potencial minero y exploración responsable
A veces cuesta dimensionarlo, pero bajo el suelo mendocino late un tesoro geológico aún sin despertar. Para saber si vale la pena, primero hay que hacer un trabajo largo y meticuloso: arrancar con imágenes satelitales, recorrer cerros, tomar muestras, analizarlas. Ese “sembrar minería” - la exploración-, lleva tiempo. Años. Y requiere paciencia, criterio técnico y visión de futuro.
Cuando finalmente aparecen indicios sólidos de que un yacimiento puede ser viable, empieza un nuevo desafío: transformar ese potencial en desarrollo concreto. Eso no se logra de un día para el otro, ni se impone por decreto. Hace falta decisión política, reglas claras, confianza social y, sobre todo, una gestión ambiental firme, especialmente en el uso del agua. Si se hacen las cosas bien, con control y participación, la minería puede ser parte de la solución, no del problema. Un motor más para el crecimiento, cuidando lo que somos y lo que tenemos.
Cadena de valor y efecto multiplicador
La minería bien hecha no es una isla. Arrastra consigo a muchos otros sectores y los pone en movimiento. Desde el primer momento, involucra geólogos, técnicos, ingenieros, contratistas, y también pymes de servicios, transporte, alojamiento, logística.
Y a medida que los proyectos avanzan, se suman más eslabones: metalmecánica, construcción, proveedores industriales, desarrollos tecnológicos. Por poner un ejemplo claro, en Australia la minería no solo genera divisas por lo que extrae, sino también por lo que sabe hacer: maquinaria, software, servicios especializados. Mendoza tiene con qué —empresas tecnológicas, talento humano, universidades— para construir algo parecido. Con minería en crecimiento, ese entramado productivo puede fortalecerse, diversificarse y abrir nuevas puertas.
Ingresos fiscales e infraestructura para el desarrollo
Cuando la minería funciona bien, también recauda bien. Y eso se traduce en recursos genuinos para el Estado provincial. No hablamos de promesas vacías: hablamos de caminos pavimentados, redes eléctricas extendidas, canales de riego que llegan a más fincas, servicios que mejoran de verdad la vida de las personas. Infraestructuras que pueden ser financiadas gracias a los ingresos fiscales generados por la minería.
Lo importante es entender que esto no significa dejar de lado a los sectores históricos, sino sumar. Integrar. La minería puede convivir perfectamente con la agricultura, la ganadería, el turismo y la vitivinicultura, si se hace con responsabilidad, con diálogo y sin improvisar.
Mirada de largo plazo
Mendoza tiene el potencial, los recursos humanos y el conocimiento para hacer las cosas bien. Lo que falta es animarse, con los pies en la tierra y los ojos en el futuro. Si hay planificación, si se cuida el ambiente, si se escucha a las comunidades y se respeta la ley, los frutos van a llegar.
Y se van a notar: en los puestos de trabajo, en las exportaciones, en la recaudación provincial, en la infraestructura que potencia al resto de la economía. Este es un camino que vale la pena explorar. Porque no se trata de elegir entre minería o campo, entre desarrollo o ambiente. Se trata de hacer bien las cosas para que podamos tener todo eso, y más.