Crisis invernal y restricciones en todo el país
Gas bajo cero: la ola polar colapsó el suministro en todo el país

La falta de inversión energética y las bajas temperaturas dejaron sin gas a sectores clave del país.
La ola de frío más intensa en más de tres décadas no solo se sintió en los termómetros: también generó una presión inédita sobre el sistema energético nacional. Este miércoles, en medio de temperaturas mínimas históricas, el consumo de gas residencial trepó a los 100,3 millones de metros cúbicos diarios, un récord absoluto para el país.
En condiciones normales, los hogares no suelen superar los 96 millones de m³ en los días más fríos. Pero este invierno no es normal: la demanda total subió un 25% respecto del año pasado, y la infraestructura no dio abasto.
Para contener la situación, el Gobierno activó medidas de emergencia en conjunto con las distribuidoras: priorizaron hospitales, escuelas y viviendas, y comenzaron a restringir el suministro a sectores industriales y estaciones de GNC, incluso aquellas con contratos “firmes” que, en teoría, deberían quedar al margen de los cortes.
“El sistema está en emergencia desde el lunes. Hay problemas en la producción, el transporte y los puntos de inyección. Estamos consumiendo más gas del que se puede entregar”, reconoció una fuente oficial.
Vaca Muerta no alcanza
Mientras Vaca Muerta sigue creciendo, su aporte al sistema no fue suficiente esta vez. Problemas técnicos en algunos yacimientos, junto con la capacidad limitada del gasoducto que une Neuquén con Buenos Aires, redujeron el flujo en hasta 7 millones de m³ diarios. El ducto Perito Moreno (ex Néstor Kirchner) funcionó al 70% de su capacidad, agravando la situación.
Este cuello de botella expuso la falta de inversión estructural en las últimas décadas, según la Secretaría de Energía, que cuestionó la persistencia de tarifas congeladas y señales de precio distorsionadas que impidieron ampliar la red en tiempo y forma.
Además, como sucede cada invierno, el país debió recurrir a importaciones de GNL, a un alto costo, para abastecer la demanda que se quintuplica en los hogares durante el invierno.
Cortes industriales y alerta en GNC
Las restricciones afectaron a gran parte del país: Buenos Aires Norte, Centro, Litoral, Noroeste, Cuyo, Sur y la región cordillerana fueron las más comprometidas. En algunos casos, se redujo el suministro a “mínimos técnicos” incluso en contratos considerados estables.
Sectores como el textil, el de cerámica, bebidas y madera fueron algunos de los golpeados. En paralelo, las estaciones de GNC también sufrieron cortes, especialmente en ciudades como La Plata y Mar del Plata, donde la mayoría opera con contratos interrumpibles. En cambio, en la Ciudad de Buenos Aires, el 98% de las estaciones cuenta con contratos firmes, lo que evitó mayores inconvenientes.
“El contrato interrumpible tiene menor costo durante el año, pero implica el riesgo de cortes en momentos críticos”, explicó Pedro González, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el precio del GNC ronda entre $500 y $570 por metro cúbico, lo que representa un gasto de entre $6000 y $7400 para llenar un tanque de taxi de 60 kilos.
Electricidad bajo tensión
El frío extremo también generó impactos sobre la red eléctrica. La distribuidora Edesur informó que debió aplicar cortes preventivos por problemas en la generación de energía “ajenos a la compañía”. En varios barrios se redujo el suministro durante la mañana del martes.
¿Qué puede pasar?
Con temperaturas bajo cero que se prolongan desde hace varios días y se espera que se extiendan hasta el jueves, el panorama sigue siendo delicado. Si las condiciones climáticas mejoran hacia el fin de semana, podría empezar a recuperarse parte de la capacidad del sistema. Pero el daño ya está hecho: la ola polar dejó al descubierto las fragilidades de una infraestructura energética que no logra responder a las exigencias del invierno.