Ciencia, placer y salud
Entre mitos y fake news: el rol urgente del sexólogo clínico

Médico Sexólogo. Divulgador en Salud.

Mientras muchos se dicen sexólogos tras un cursito, la sexología clínica ofrece ciencia y bienestar real.
En tiempos donde en las redes sociales, los medios de comunicación y en toda la sociedad, existe una gran cantidad de información ("bombardeo") sobre sexualidad, es un buen momento para poder diferenciar lo que tiene evidencia científica, lo que no, lo que es fake-news, y también, desenmascarar a muchos "pseudo-científicos" que hablan sin formación, capacitación, ni conocimientos sobre el tema.
El rol de sexólogo si bien no es muy reconocido en nuestro país (busquen obras sociales, o prepagas si tienen la especialidad en la cartilla, o hasta es complejo encontrar en Hospitales un Servicio de Sexología Clínica) es ejercido por profesionales universitarios que se recibieron de médicos y/o psicólogos y luego realizaron un posgrado o diplomatura en la Universidad de Buenos Aires, como fue mi caso, en la Facultad de Medicina de la UBA, con el Dr Juan Carlos Kusnetzoff, y la Lic Lucía Báez Romano (actual Presidenta de ASAR). Hay otras opciones en sociedades o asociaciones prestigiosas que tienen seriedad en la formación y capacitación.
Dentro de esto, tenemos gente que habiendo realizado un simple cursito, se hacen llamar sexólogos y eso carece de seriedad y credibilidad en lo que hacen; hasta puede poner en riesgo la salud de las personas.
Una vez explicado que la sexología es un ciencia, y que la salud es integral: física, mental y sexual, es clave ampliar la información.
Debemos diferenciar sexo de sexualidad: el sexo es genitalidad, lo que vemos en las películas pornográficas, donde se prioriza el coitocentrimo, la penetración, y la persona es usada como un simple objeto; solo importa lo comercial y económico.
Es una "oda a la genitalidad". Es lo que "des-educa" con las imágenes que se ven.
Y en muchos casos genera frustración (principalmente a los adolescentes) al compararse con esos videos realizado por actores y actrices, con muchas tomas y de diferentes posiciones, "creando una fantasía" imposible de igualar. Y también, es innecesario de recrear porque no es real lo que se ve.
En cambio la sexualidad es lo que debemos conocer, que es un camino donde se recorre el encuentro con besos, caricias, abrazos, mimos, generando un momento deseado, placentero, donde se incrementa la libido, y puede terminar o no con una penetración. Puede ser parte, pero no lo único.
Siempre debe existir el consentimiento en lo que va a pasar, y todo así relajado, va a permitir disfrutar mucho más. Que fluya. Dar rienda suelta a lo que deseamos que suceda.
Por esta confusión que se genera, por no hablar de sexualidad cuidada y placentera, y por la presencia de mandatos y prohibiciones históricas, sociales, familiares, religiosas, y culturales, muchas personas no se permiten disfrutar, sufren de una negación a conocer su cuerpo, y a permitirse pasarlo bien.
Lo primero es tener equilibrio emocional, aceptarse, valorarse y cuidarse. Luego se puede pensar en el encuentro con otra persona para gozar.
Pero también, esto lo sufrieron muchas mujeres, la prohibición de no poder conocer su cuerpo, no masturbarse, que está mal mirarse, que tenían la "obligación" de satisfacer a su pareja, lleva a que en muchos casos, se le imposibilita llegar al orgasmo. Un tema de consulta habitual, y una problemática a trabajar.
En la sexología a quiénes atendemos los denominamos "consultantes" y no "pacientes", para no estigmatizar.
Puede ser en forma presencial o virtual, de una persona sola, solo o en pareja, y acorde a la situación se dan actividades, trabajos, tareas, y en casos específicos si corresponde, se puede dar una medicación de ayuda o apoyo, pero recordemos que para hacerlo, se debe ser médico.
Las consultas son variadas: las más frecuentes son disfunciones sexuales y eyaculación rápida en el hombre; y falta de deseo, líbido y erotismo en la mujer, o no poder llegar al orgasmo. Aunque pueden variar mucho.
Además vaginismo, dispareunia, falta de lubricación, falta de sexualidad en la pareja, entre otros motivos frecuentes.
Debemos saber que en la gran mayoría de los casos se tarda mucho en consultar por miedo, desconocimiento o pensar que es normal lo que le pasa, lo cual puede llevar a crisis de pareja, por algo que puede ser evaluado, tratado y llevando a que la persona se sienta mejor, más plena y que de lugar al placer.
Lo importante, como médico sexólogo UBA, es advertir que la sexualidad es comunicación, que se debe hablar en cada pareja, que si hay cortocircuitos siempre hay alternativas para mejorar lo que les pasa, y que la confianza, el respeto, y el acompañamiento es fundamental para solucionar lo que viven.