Renovables en alza pese al contexto macro
Energía solar: una industria que prende fuerte en Córdoba

Córdoba lidera el mapa nacional de la energía solar domiciliaria.
El desarrollo de la energía solar en Argentina avanza con fuerza, y todo indica que ese camino de crecimiento apenas ha comenzado. Córdoba se destaca como la provincia más activa en materia de generación distribuida, consolidándose como el principal actor del país en esta modalidad.
La generación distribuida permite que tanto particulares como empresas produzcan su propia electricidad a partir de fuentes renovables, como la solar. Cuando logran generar más energía de la que consumen, pueden volcar ese excedente a la red eléctrica y obtener un descuento en su factura.
En el ecosistema de energías limpias argentino conviven dos grandes modelos. Por un lado, se encuentran los parques solares o eólicos de gran escala –ubicados sobre todo en el NOA–, que proveen energía a la red mayorista a través de Cammesa. Por el otro, está la generación distribuida, que habilita a individuos y firmas a convertirse en pequeños productores energéticos.
De acuerdo con cifras de abril de 2025 publicadas por la Secretaría de Energía, Córdoba lidera el ranking nacional con 1.123 usuarios-generadores activos y 24.176 kW de potencia instalada. Esto representa un 34% del total nacional, dejando a Buenos Aires en segundo lugar con un 20%.
Además, hay 210 trámites adicionales en curso en Córdoba, con una proyección de 6.443 kW más de energía solar conectada en el corto plazo. Este avance se da en el marco de la ley nacional 27.424, sancionada en 2017, que estableció las bases legales para la generación distribuida, y a la que la provincia adhirió mediante la ley 10.604.
Durante varios años, las dificultades económicas frenaron el despliegue masivo de este tipo de energía. Sin embargo, la actualización de tarifas y la estabilización macroeconómica dieron lugar a un cambio de escenario. Hoy existen 2.700 instalaciones solares en todo el país, frente a los casi 3,5 millones en Brasil, lo que evidencia el largo recorrido que queda por delante.
Desde el sector privado se destaca este nuevo impulso. Andrés Oberti, presidente de Ecovatio, afirma que el sinceramiento tarifario fue un punto de inflexión: “Cuando la energía empieza a costar lo que realmente vale, los sistemas de autogeneración se transforman en una inversión rentable, con recupero rápido”.
En efecto, si antes las instalaciones se amortizaban en seis años, hoy el plazo está por debajo de los tres. Este crecimiento también genera empleo calificado y abre oportunidades en la formación técnica y profesional.
Pablo Gabutti, secretario de Transición Energética de Córdoba, subraya el impacto positivo de la regularización de las importaciones, ya que muchos insumos clave –como módulos, inversores y estructuras– provienen de China.
El funcionario destaca, además, que la conciencia ambiental y la necesidad de reducir costos energéticos están impulsando la demanda. “El agro, la industria y el comercio están muy activos en la adopción de estas tecnologías”, afirma.
Darío Calderón, de Max Energía, coincide: Córdoba tiene un perfil muy favorable, tanto desde el empresariado como desde el segmento residencial. “Si el contexto se mantiene, este mercado no tiene techo”, concluye.
En ese marco, se suma la llegada de Sungrow al mercado cordobés, de la mano de Iris Energía. Sungrow es uno de los principales fabricantes mundiales de inversores fotovoltaicos, con más de 605 GW instalados en 170 países. Danisa Butko, de Sungrow Latam, señala: “Argentina tiene un potencial enorme, con apenas 70 megavatios instalados en generación distribuida. Brasil, en cambio, ya suma 39 mil”.