Energía
El boom imparable de Vaca Muerta: Argentina, a un paso de hacer historia
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En septiembre la producción creció un 2,06% respecto de agosto, impulsada por el auge del shale oil.
La energía argentina vive un momento histórico. A 27 años del récord de mayo de 1998, el país está a solo un paso de superarlo gracias al impulso de Vaca Muerta, el yacimiento no convencional que transformó la matriz productiva de Neuquén y revitalizó la economía nacional. En septiembre, la producción de petróleo alcanzó 842.777 barriles por día, un 2,06% más que en agosto, y podría romper la marca máxima de 858.329 barriles en el transcurso de octubre.
El crecimiento sostenido de los últimos meses fue impulsado casi exclusivamente por el desarrollo del shale oil. Según datos oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación, el 65% del petróleo extraído proviene de Vaca Muerta, que en septiembre registró su propio récord con 547.271 barriles por día. La cuenca neuquina compensó, de esta manera, el declino del petróleo convencional que domina otras regiones del país, consolidando un liderazgo que parecía impensado hace apenas una década.
El salto mensual de más de 17.000 barriles diarios refleja no solo la eficiencia tecnológica alcanzada por las operadoras, sino también una mayor capacidad de transporte y almacenamiento. Hasta hace poco, la producción neuquina estaba limitada por los cuellos de botella en los oleoductos, pero desde la ampliación del sistema de Oleoductos del Valle (Oldelval) en abril, la situación cambió radicalmente. El plan Duplicar Plus permitió aumentar la capacidad de evacuación hacia Puerto Rosales y aún mantiene un margen ocioso de unos 80.000 barriles diarios.
A este panorama se suma la expectativa por el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), una obra clave que conectará los yacimientos neuquinos con un nuevo puerto exportador en Río Negro. Se prevé que entre en funcionamiento hacia noviembre de 2026, y que alcance su capacidad máxima de 500.000 barriles por día a fines de 2027, una cifra que permitirá duplicar la producción actual y colocar a Argentina entre los principales productores regionales.
La comparación con 1998 tiene un fuerte componente simbólico. En aquel año, el país vivía el auge del petróleo convencional, con grandes campos maduros operando en Chubut y Santa Cruz. Hoy, casi tres décadas después, el liderazgo pasa al petróleo no convencional, impulsado por técnicas de fractura hidráulica y perforación horizontal, que permiten explotar formaciones antes inaccesibles.
Si el ritmo de crecimiento se mantiene, el país no solo superará el récord mensual, sino que también podría cerrar 2025 con una producción promedio cercana al millón de barriles diarios, una cifra que marcaría un antes y un después en la historia energética argentina.
El boom de Vaca Muerta no solo redefine la economía de Neuquén, sino que también reposiciona a Argentina en el mapa mundial de productores. La combinación de inversión privada, obras de infraestructura y tecnología de última generación promete convertir a la cuenca neuquina en el corazón energético del Cono Sur.