Efecto Dante Gebel: empresarios quieren un CEO presidente en 2027

Hay que pasar el verano. Antes las campañas presidenciales se largaban seis meses antes, después un año, hoy a dos meses de haber votado, ya hay una lista de aspirantes a suceder a Javier Milei. El propio Presidente buscará su segundo mandato, pero se bosquejan escenarios y picó en punta Dante Gebel inspirado por un ecosistema conocido pero no menos influyente. Periodistas, empresarios de medios, influcencers, asesores de discurso y un avión privado, todo lo que un candidato necesita hoy para gobernar Argentina. 

No tan rápido, porque no todo es color de rosas para el actor evangelista radicado en USA. Hay grupos de whatsapp de empresarios donde la aparición de Dante Gebel no cayó bien. Esencialmente muchos vieron un dejabú de la aparición presidencial de 2019 de José Luis Espert en su efímera participación ideada desde huestes peronistas para achicar el universo de votos de Mauricio Macri. Empresarios creen que detrás del actor evangelista se bosqueja un proyecto que impida la reelección de Javier Milei, y en función de eso, entonces se comienza a pensar desde el mundo de los empresarios a quién posicionar, más allá del candidato de LLA. 

Marcos Galperin no tiene la fijación de ser candidato a Presidente, pero no es la primera vez que se lo sugieren, hace años que desde distintos foros y en especial el llamado Grupo Llao Llao se ve con buenos ojos que el fundador de Meli irrumpa en la arena política con el explícito apoyo del círculo rojo, hoy sin candidato más allá del incansable deseo de Sergio Massa, siempre apoyado por parte de los empresarios. Muertos los partidos, vuelto el culto a la personalidad que Juan Perón importó de Italia noventa años atrás, el 2027 encontrará candidatos sin partidos históricos detrás. 

Dante Gebel es un éxito sin objeciones, un patrimonio millonario, una oratoria difícil de empardar, un avión privado que no es de Fred Machado, una estructura de comunicación que mezcla lo nuevo con lo viejo y el siempre tentador de mezclar credo con votos, eso que el Peronismo no supo nunca hacer y que gestó y parió la Revolución Libertadora tras el escándalo de Corpus Christi, esa marcha setenta años atrás que empezó a terminar con el gobierno de Juan Perón. “Guebel no lo dice, pero es Peronista”, eso dicen algunos de los compañeros que azuzan desde distintos recovecos mediáticos su candidatura. 

Los empresarios esencialmente no le creen lo genuino a Dante Gebel y ven los hilos de un tiritero Peronista que busca crear para restar. Si Dante crece más no tanto, puede ser perfectamente un candidato de menos de diez puntos que asegure un balotaje entre Javier Milei y el cordón humanitario como el francés para evitar su triunfo. No es descabellado, y ya se invirtieron algunos millones de dólares en ese sentido. Un banco en especial, más allá de Mario Pergolini y Daniel Hadad a disposición.

Marcos Galperin es un trago amargo para el Peronismo. Representa todo eso que el Peronismo no quiere ni cerca: mérito, patrimonio personal, independencia del Estado, apoyo de las cámaras privadas y empresarios del exterior, apoyo de Estados Unidos, formación intelectual y un story telling que encarna el argentino de bien. Es el mal en la cosmovision del lado Tomás Rebord, Pedro Rosemblat, Alejandro Bercovich, Nancy Pazos, Jorge Rial de la vida.

Amigo de Mauricio Macri, no peronista, fiscalizó para Juntos por el Cambio, hizo más por el blanqueo de la economía informal y la formalidad de los malabaristas que tratan de treparse a la lona que Cristina y Néstor Kirchner. Mercado Libre pero en especial Mercado Pago son herramientas de blanqueo de la economía pero esencialmente de construcción de narrativa que son más presentes que cualquier Unidad Básica, más útiles que cualquier discurso político y para mayor migraña justicialista, nadie les pide nada a cambio y les da intereses diarios. Es el infierno del puntero político.

Dante Gebel trabaja sin pausa para probar suerte en una arena difícil, dinámica, movediza, donde más de uno se puso el traje por adelantado y no llegó a las PASO. Alfredo Olmedo pensó años atrás que con los evangelistas bastaba, pero el fracaso llegó rápido y el salteño buscó cobijo en otros espacios. El PRO tiene excelente relación a traves de dirigentes como Gabriel Mraida y ACIERA, la entidad que preside Christian Hooft y que mantiene un crecimiento sostenido hace años. Argentina no es original en ese aspecto, Jair Bolsonaro entendió el beneficio del credo evangelista y cambió el rumbo de la política regional. 

Argentina tendrá distintas expresiones de derecha o liberales para 2027, y todas habrán sido la decisión del Gobierno de no aunar criterios liberales que apoyan conceptualmente pero que difieren en formas. Liberales conformaron listas desde afuera y Peronistas como Daniel Scioli o Diego Santilli quedaron del lado de adentro de las puertas del cielo. Será la capacidad de sumar de LLA o verse en un balotaje con el viejo concepto de “vuelto” en las urnas, eso que todavía no entienden que existe.

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