La política, en otra galaxia
Conurbano abandonado: están bajo el agua hace 14 días en La Matanza

Periodista. Locutor.

"Nadie sabe que existimos", dicen los inundados del territorio de Fernando Espinoza y Verónica Magario.
Los vecinos que viven en el límite entre González Catán y Laferrere, a solo ocho cuadras del río Matanza, denuncian estar aislados tras la tercera inundación del año. La tormenta que causó estragos también en Zárate, Campana y Lomas de Zamora, hace 14 días, sigue provocando dificultades y una calidad de vida insalubre entre estos habitantes.
Precisamente en la zona conocida como La Loma, los vecinos viven una situación crítica: “Este año ya nos inundamos tres veces. Mis hijos no pueden ir a clase desde hace al menos una semana”, cuenta a Newstad Yamila, una vecina de la calle Intendente Russo al 7200, límite entre González Catán y Laferrere.
"Cada vez que llueve tememos lo peor. Hace 17 años que vivo acá. Sabía que se inundaba, por eso rellené mi terreno, pero nunca imaginé que tanto. Hemos llegado a tener agua a más de 1,50 metros", explica la mujer, casi resignada.
Las consecuencias del temporal son devastadoras para la vida cotidiana: calles intransitables, casas rodeadas de agua helada y servicios de salud interrumpidos. "Tengo que llevar a mi hijo a terapia y no puedo", lamenta Miriam, otra vecina abadonada por las autoridades del municipio comandado por Fernando Espinoza.

Trabajar o simplemente salir a comprar se vuelve una odisea. “Salir a la calle es morirse de frío. El agua está helada. Yo trabajo de noche y llego empapada a la mañana. Se me han puesto hasta morados los pies y piernas de tan fría que está el agua", relata Yamila. Miriam tambipen ejemplifica: “Mi esposo se va a las 4:45, se tiene que sacar la ropa y andar con ojotas para entrar y salir de casa”.
“La Cámpora ya no viene por acá”
A pesar de las condiciones extremas, denuncian que no reciben asistencia y que ninguna autoridad municipal o provincial se ha acercado a relevar la situación. “Nadie sabe que nosotros existimos”, repiten los vecinos, con impotencia.
“Ayuda no obtenemos de nadie” responde Yamila rápidamente y resume su experiencia: “Hace algunos años nos ayudaban desde la Iglesia o La Cámpora pasaba con ayuda. Nos traían comida, agua potable y hasta alguna golosina para los chicos. Ahora no vinieron de ningún lugar, ni los bomberos. No han pasado ni siquiera a ver los lugares”.
La política, con otras prioridades
Mientras tanto, este martes, a la vicegobernadora y exintendente de La Matanza, Verónica Magario la preocupa una agenda bien distinta, y distante de estos vecinos: presidirá una sesión clave en el Senado bonaerense para discutir la reelección indefinida de legisladores. Los vecinos ven con indignación cómo la política se concentra en privilegios mientras ellos siguen bajo el agua.
Mirá cómo viven hace dos semanas bajo el agua en La Matanza