Camino hacia Monza
Colapinto rozó los puntos en Países Bajos y dejó señales claras sobre su futuro en Alpine

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Un fin de semana con avances en pista y un detalle mínimo que cambió el resultado final.
Franco Colapinto vivió en los Países Bajos uno de sus mejores fines de semana desde que llegó a la Fórmula 1. El piloto argentino largó 16º y terminó 11º, quedando apenas a un lugar de sumar sus primeros puntos en la categoría. Fue en Zandvoort, un circuito exigente que combina velocidad y curvas cerradas, donde las estrategias de los equipos y la resistencia de los pilotos juegan un papel clave.
Más allá de no haber entrado en el top 10 —la zona que reparte puntos—, Colapinto dejó buenas sensaciones. El sábado no pudo clasificar más arriba porque sus rivales Carlos Sainz y Ollie Bearman lo bloquearon en su vuelta rápida, y eso lo condenó a largar desde más atrás. Pero el domingo, con ritmo sólido y decisiones correctas, logró avanzar varias posiciones. Se benefició de los abandonos de figuras como Hamilton, Leclerc y Norris, y completó tres paradas en boxes que le permitieron atacar en las vueltas finales con neumáticos más rápidos.
Lo que marcó la diferencia fue la falta de coordinación con su compañero Pierre Gasly. Un error de comunicación dentro del equipo Alpine le impidió escalar un puesto más y alcanzar su primer punto en la Fórmula 1. El propio Colapinto fue autocrítico: “Nos faltó hacer un mejor trabajo de equipo. Era bastante fácil sumar un punto hoy por lo menos”. La frase refleja que, en este nivel, un detalle muy chiquito puede cambiar por completo un resultado.
El equipo Alpine atraviesa un momento de transición y no logra encontrar estabilidad. Están trabajando en el auto que planean estrenar en 2026, lo que deja a la actual temporada en una especie de terreno incierto. En este contexto, cada carrera sirve más para evaluar a los pilotos que para soñar con podios. En Zandvoort quedó claro que las decisiones estratégicas del equipo fueron tan determinantes como las maniobras en pista.
En lo personal y a pesar de algunas dudas, Colapinto sigue creciendo. Demostró que puede manejar la presión de competir en circuitos históricos, evitar errores de principiante y aprovechar cada oportunidad que se presenta. Esto lo perfila en el lugar correcto, sobre todo si puede mostrarse a la altura de su compañero de equipo.
Ahora, todas las miradas apuntan a Monza, la próxima fecha del campeonato. El circuito italiano, conocido como el “templo de la velocidad”, exige máxima concentración por sus largas rectas y frenadas violentas. Para Alpine no va a ser fácil, ya que el auto actual no tiene la potencia ideal para brillar en esas condiciones. Sin embargo, con una estrategia acertada y un poco de suerte, puede aparecer una nueva oportunidad de sumar.
Más allá del resultado que consiga en Italia, Monza será un termómetro anímico: mostrará cómo se consolida Colapinto después del receso vacacional y hasta qué punto puede defender su lugar en la Fórmula 1.