Del dato al cambio
Argentinos por la Educación: “Los chicos no entienden lo que leen"


La organización civil que trabaja con datos y campañas para que los chicos comprendan lo que leen.
En Argentina, los números duelen: solo 13 de cada 100 estudiantes llegan al final de la secundaria en tiempo y forma, con los conocimientos básicos de lengua y matemática. En el nivel primario, el panorama no es mucho mejor: apenas 45 de cada 100 lo logran. Frente a esta realidad, la organización de la sociedad civil “Argentinos por la Educación” decidió actuar. Y lo hizo desde el terreno menos estridente pero más poderoso: el de los datos.
Fundada en 2017, “Argentinos por la Educación” se define como una organización plural, independiente y federal, cuyo propósito es mejorar la educación del país a través de información, acuerdos y campañas públicas. “Nacimos con el Observatorio de Argentinos por la Educación, enfocado principalmente en datos. Lo que no se mide, no se mejora. Ese fue nuestro punto de partida”, explica Sol Alzú, analista de datos de la organización.
Desde sus inicios, esta entidad buscó visibilizar los principales problemas del sistema educativo argentino y generar demanda social para que el Estado publique la información necesaria. “Los datos permiten hacer diagnósticos, evaluar avances y exigir políticas. Y en Argentina, muchas veces, esa información no está disponible o no se usa para gobernar”, señala Alzú.
La crisis silenciosa: comprensión lectora
Entre los múltiples temas que aborda la organización —desde el financiamiento educativo hasta las desigualdades de aprendizaje y el clima escolar— hay uno que aparece con especial urgencia: la comprensión lectora. “Detectamos que el principal problema hoy es que los chicos no comprenden lo que leen”, afirma Alzú.
La alarma se encendió a partir de los resultados de las pruebas ERCE (Estudio Regional Comparativo y Explicativo) realizadas por la UNESCO en América Latina. Los datos mostraron que uno de cada dos alumnos de tercer grado no comprende un texto adaptado a su edad. “Y esto no se limita a lengua y literatura —advierte—, tiene un impacto transversal. Profesores de matemática nos dicen que los chicos no entienden las consignas, más allá de si dominan o no las operaciones. El problema es anterior: no logran decodificar el sentido de lo que leen”.
Lo más grave es que la dificultad aparece desde edades tempranas —tercer grado, entre los 8 y 9 años— y se amplifica con el tiempo, erosionando las posibilidades de aprendizaje en todas las materias.
Una campaña nacional por la alfabetización
Para revertir esta situación, “Argentinos por la Educación” impulsa desde 2023 la Campaña Nacional por la Alfabetización, que este año fue relanzada por tercera vez consecutiva. Gracias a este trabajo sostenido, los seis principales precandidatos presidenciales de 2023 firmaron compromisos públicos para priorizar el tema, al igual que 18 gobernadores.
Como resultado, en 2024 se implementó el Plan Nacional de Alfabetización, acompañado por 24 planes jurisdiccionales en las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Estos planes incluyen entrega de materiales, formación docente, evaluaciones provinciales propias y estrategias para monitorear el progreso. “Desde la organización, nos comprometimos a monitorear los avances. Ya hicimos tres o cuatro informes y seguiremos haciéndolo”, sostiene Alzú.
Pero el camino no es igual para todos. “Las provincias tienen distintas capacidades de implementación, muchas veces ligadas al financiamiento y a los presupuestos que cada una destina a educación”, explica. A pesar de eso, algunas jurisdicciones ya comenzaron a destacarse. “Este año entregamos reconocimientos a las ‘provincias alfabetizadoras’, que aunque todavía no muestran resultados en los aprendizajes —porque los planes son recientes—, sí evidencian compromiso en las acciones que implementan”.
Medir para transformar
La medición constante es uno de los pilares del trabajo de “Argentinos por la Educación”. Para lograr mejoras concretas, hacen falta datos precisos y actualizados. Por eso, desde la organización insisten en la importancia de mantener las pruebas estandarizadas, como las Pruebas Aprender, especialmente en tercer grado. “En 2024 se hicieron, pero este año no se van a realizar. Esperamos que vuelvan el próximo año porque son fundamentales para saber dónde estamos parados”, advierte la analista.
Otro reclamo sostenido desde hace años es la necesidad de contar con datos nominales —es decir, información individual por alumno— para hacer un seguimiento personalizado de cada trayectoria escolar. “Esto permitiría, por ejemplo, detectar más rápidamente casos de deserción o ausentismo prolongado, anticiparse con sistemas de alerta temprana y acompañar mejor a los estudiantes”, detalla Alzú.
Con esta información, los equipos escolares pueden actuar preventivamente, evitar el abandono escolar y ajustar las intervenciones pedagógicas según las necesidades de cada alumno.
Cómo sumarse
La campaña no termina en los informes o los gobiernos. La organización busca involucrar también a la ciudadanía. “Este año lanzamos la campaña con el hashtag #QueEntiendanLoQueLean el 5 de junio, invitando a personalidades y al público general a compartir el mensaje en redes sociales. Queremos mostrar que es un problema que nos importa a todos y que necesitamos que se convierta en prioridad para quienes gobiernan”, destaca Alzú.
Además, quienes quieran colaborar con “Argentinos por la Educación” pueden hacerlo a través de donaciones individuales o empresariales, ya sea de forma mensual o por única vez. “Cada aporte ayuda a sostener nuestras investigaciones, campañas y proyectos en todo el país”, concluye.
En tiempos donde la desinformación reina y la política suele moverse por consignas, “Argentinos por la Educación” ofrece un modelo distinto: el del rigor técnico, el compromiso sostenido y la convicción de que la transformación educativa empieza por algo tan básico como urgente: que los chicos entiendan lo que leen.