30 de noviembre: los santos y beatos recordados en esta fecha

A lo largo de la historia cristiana, innumerables hombres y mujeres fueron reconocidos por la Iglesia por su entrega, su fe inquebrantable o hechos que los creyentes interpretaron como intervenciones divinas. Sus vidas quedaron inscritas en el santoral, que día a día recuerda la memoria de quienes dedicaron su existencia al mensaje evangélico. Este domingo 30 de noviembre, la conmemoración se centra especialmente en San Andrés apóstol, aunque también se celebra a otros santos y beatos cuyas historias forman parte del legado espiritual de la Iglesia.

Festejo del día: San Andrés apóstol

San Andrés, natural de Betsaida, era hermano de Pedro e hijo de Jonás. Ambos crecieron junto al Mar de Galilea y se dedicaban a la pesca. Los Evangelios coinciden en señalar que Andrés fue uno de los primeros discípulos de Jesús. El Evangelio de Juan relata que, antes de seguir a Cristo, había sido discípulo de Juan el Bautista; fue precisamente él quien, tras escuchar al Bautista proclamar “éste es el Cordero de Dios”, decidió seguir al Nazareno y luego llevó a Pedro ante él.

Los Evangelios de Mateo y Marcos cuentan que Jesús llamó a los dos hermanos mientras arrojaban sus redes al mar, prometiéndoles que los convertiría en “pescadores de hombres”. Lucas, por su parte, describe el episodio del milagro de la pesca abundante, aunque en esa escena solo menciona a Pedro. En diversas ocasiones, los textos sagrados mencionan a Andrés como una figura cercana a Jesús y partícipe de momentos importantes, desde la multiplicación de los panes hasta la Última Cena.

Las primeras comunidades cristianas le atribuyeron una intensa labor misionera. Según la tradición, predicó en regiones como Tracia, Escitia, Acaya y las costas del mar Negro, llegando —según la Crónica de Néstor— hasta Kiev y Nóvgorod. Por eso es venerado como patrono de Ucrania, Rusia y Rumania. Otras versiones afirman que fundó en el año 38 d. C. la sede episcopal de Bizancio, origen remoto del futuro patriarcado de Constantinopla.

El martirio de San Andrés

Los relatos sobre su muerte aparecen en diversos textos antiguos, entre ellos los Hechos de Andrés y la Passio sancti Andreae Apostoli. Estas fuentes narran que, durante su misión en Acaya, convirtió a numerosas personas al cristianismo, incluida Maximila, la esposa del procónsul Egeas. Al enterarse, Egeas ordenó detenerlo y lo amenazó con torturas si no rendía culto a los dioses paganos. Andrés se negó, fue azotado y finalmente condenado a morir en la cruz.

A diferencia de otros ajusticiamientos, su verdugo recibió la orden de no atravesar su cuerpo con clavos, sino atarlo para prolongar la agonía. Según la tradición, Andrés predicó desde la cruz durante dos días hasta su muerte. Las multitudes se rebelaron contra el procónsul y, cuando éste intentó indultarlo, el apóstol rechazó la clemencia. Tras una oración final, una luz intensa iluminó la cruz y Andrés exhaló su último aliento. Maximila recuperó su cuerpo y le dio sepultura.

Iconografía y legado

San Andrés suele representarse crucificado en una cruz en forma de X, conocida como “cruz de San Andrés”. Esta imagen se difundió por Europa desde la Edad Media, especialmente por influencia del ducado de Borgoña, cuyo poder político y su vínculo con la Corona española expandieron el símbolo a escudos y estandartes. Hoy continúa presente, por ejemplo, en la bandera naval rusa.

Reliquias

Sus reliquias se conservan principalmente en dos lugares:

• La Catedral de Amalfi (Italia), donde llegaron en 1206 traídas desde Constantinopla durante la Cuarta Cruzada.
• La Catedral de Patras (Grecia), ciudad donde fue martirizado y donde se veneran, entre otras reliquias, un dedo meñique, parte del cráneo y fragmentos de la cruz. En 1964, el Papa Pablo VI devolvió a Patras el sagrado cráneo que se encontraba en la Basílica de San Pedro desde la antigüedad. Parte de la cruz, tomada por los cruzados y conservada siglos en Marsella, regresó a Grecia en 1980.

Otros santos celebrados el 30 de noviembre

Además de San Andrés, el santoral recuerda también a:
San Zósimo
Santa Maura, virgen y mártir
Santa Justina, virgen y mártir
San Constancio
San Tadeo Liu Ruiting (s. XIX)
Beato Ludovico Roque Gientyngier (s. XX)
Beato José Otín Aquilé (s. XX)
Beatos Miguel Ruedas Megías y seis compañeros (s. XX)
San Gálgano Guidotti (s. XII)
Beato Bernaldo, monje
San Mirocleto (s. IV)
Beato Alejandro Crow (s. XVI)
Beato Juan de Vercelli (s. XIII)
San Cutberto Mayne (s. XVI)
San Tugdual
San Troyano
San Josberto, monje
San Euprepes