Bodega Cuarto Surco
Zedryc: la sidra mendocina que rompe con los mitos y se anima a jugar en primera

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Hay bebidas que a casi todos nos gustan, pero que al momento de elegir solemos dejar de lado. ¿Falta de costumbre, de conocimiento? En esta nota derribamos el mito de que la sidra es solo para Navidad o celebraciones.
La sidra es sinónimo de tradición y calidad. Y si hablamos de Cuyo, las manzanas son como un oasis en medio del desierto. Son parte de su historia, un legado que fue pasando de generación en generación, junto con tantas otras frutales que se dan de maravilla en la tierra del sol y el vino. Y sí, algunos me van a decir que los manzanos están en la Patagonia, y es verdad. La primera gran zona de manzanas está en el Alto Valle y Neuquén. Ojo que también, en menor medida, hay en el Valle de Uco.
Son pocos los productores que se la juegan de verdad para hacer un producto Premium. Bodega Cuarto Surco es uno de ellos. Hace ya varios años decidió sumar a su exquisito portfolio una apuesta distinta, la sidra. Una bebida que muchos asocian solo a las fiestas y celebraciones, pero que cuando está bien hecha y con calidad en cada detalle, se puede disfrutar todo el año.
La bodega lo entendió así y por eso ofrece distintos estilos dentro de esta categoría todavía poco explorada: Apple Cider, Dry Cider y Juicy Cider, todas elaboradas en pleno Valle de Uco, Mendoza.
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Hoy Zedryc es sinónimo de sidras 100% naturales, hechas con las mejores manzanas seleccionadas de la zona. Y porque siempre hay una buena excusa para brindar, cualquier momento es ideal para descorchar una sidra. Esa es una premisa de la familia.
UN POCO DE SU HISTORIA
En 1925, Don Quico elaboró su propio vino, “El Inmigrante”, el primer gran fruto de su esfuerzo y trabajo. Años más tarde, en 1938, levantó su primera bodega y, en 1942, la segunda. Siempre con el sueño de lograr los mejores vinos, contó con la ayuda de sus hijos, entre ellos “Paco”. Con el tiempo, Paco tomó la posta y, con una mirada joven, renovó la bodega y le dio un nuevo impulso.
La historia da un giro cuando Paco fallece repentinamente, dejando bodegas que sus hijos no pudieron continuar. Sin embargo, su pasión no se perdió: su nieto, Francisco Pannocchia, cuarta generación de bodegueros, la llevó en la sangre desde siempre. Creció entre la viña y la bodega, y tras formarse y trabajar varios años en la industria vitivinícola, en 2008 decidió emprender su propio camino.
Así nació su proyecto personal: la producción y comercialización de vinos creados bajo su propio criterio e intuición. De esa manera, Francisco retomó el legado familiar y abrió un nuevo surco en la historia de la familia.
Con más de 30 años de historia, la bodega ubicada en El Peral, Tupungato, y tiene una capacidad de producción de 5,5 millones de litros al año. Cuentan con piletas, tanques y barricas de primera calidad, y si algo no negocian, es de cuidar cada detalle del proceso de elaboración tradicional para preservar la esencia que distingue a sus vinos.
Cuarto Surco no es solo una bodega, es un legado familiar que sigue más vivo que nunca. Hoy son las nuevas generaciones las que llevan la posta, con Juan Pannocchia, un prometedor joven enólogo, al frente de la elaboración de sus vinos y sidras.
En el próximo capítulo te contamos todo acerca de la sidra: sus orígenes, historia, estilos, consumo, maridajes, y algunas curiosidades en torno a esta excelente bebida.
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¡La sidra no es solo para las fiestas, se descorcha todo el año!
Chin Chin.