Panorama económico
¿Y ahora? Qué se espera de la Argentina

:format(webp):quality(40)/https://newstadcdn.eleco.com.ar/media/2025/11/dupla.webp)
Ordenada la macro, el desafío de lograr una economía previsible, dinámica y abierta para convocar inversiones privadas.
El gobierno de Javier Milei, con las elecciones de octubre, logró su objetivo de obtener una mayor presencia en el Congreso para avanzar con reformas necesarias y postergadas para el país.
Durante los primeros años de gestión, su foco estuvo puesto en contener una inflación que rozaba niveles de hiper, fenómeno que mes a mes sumaba a cientos de miles de personas por debajo de la línea de pobreza y frenaba inversiones clave para la transformación económica. Con esa etapa superada, el desafío ahora es volver a dinamizar la economía.
Algunas señales comenzaron a observarse hacia fines de octubre, cuando en la licitación del Tesoro sólo se adjudicaron $6,87 billones de los vencimientos, lo que implicó un rollover del 57,2% (tomando los vencimientos pre-canje). Esto significó una inyección de $4,5 billones al mercado.
En los dos años de mandato que restan, el foco estará puesto en generar actividad e inversiones. El RIGI comenzará a tomar impulso en sectores como la minería —para lo cual, con la nueva composición del Congreso, se espera avanzar en modificaciones a la Ley de Glaciares— y existe un fuerte apetito inversor hacia la Argentina.
Otro punto relevante es que el país ya no depende exclusivamente del agro, aunque sigue siendo un recurso clave. La minería, Vaca Muerta y la economía del conocimiento —cuyas exportaciones ya superan los USD 9.000 millones anuales— muestran un potencial de crecimiento capaz de diversificar la generación de divisas y ampliar la actividad económica.
Para acompañar este proceso, será necesario encarar reformas impositivas y laborales, junto con medidas que permitan a las empresas locales competir frente al aumento de importaciones. También será clave que la mano de obra tenga mejores oportunidades de acceder a empleos formales, con capacitación y posibilidades de desarrollo.
En línea con esto, hay sectores altamente dinamizadores —como la construcción— que emplean gran cantidad de trabajadores. En julio de 2025, el empleo registrado en la industria alcanzó 388.750 puestos, una caída mensual del 0,6%, pero con un crecimiento interanual del 4,6%.
Será fundamental que el gobierno impulse obras de infraestructura que acompañen el crecimiento esperado, planificando desde ahora proyectos que requieren tiempo de ejecución. Deberá hacerlo con los recaudos necesarios para evitar repetir malas experiencias del pasado, pero atendiendo a una necesidad clave para el desarrollo.
La obra pública nacional sufrió un recorte significativo: entre enero y mayo de 2025, la inversión cayó 52,1% interanual a precios constantes. A su vez, los costos de construcción continúan siendo un desafío: a julio de 2025, registraban un incremento interanual del 24,8%, con subas del 42,7% en mano de obra y del 17,6% en materiales. En octubre de 2025, los materiales mostraron aumentos mensuales de entre 6% y 9%, acumulando incrementos de hasta 85% en el año, según el insumo.
Las tasas de interés continúan a la baja, tendencia que se espera que siga. Esto permitirá a las empresas financiar nuevos proyectos. En el Mercado Argentino de Valores, los cheques de pago diferido operan cerca del 22%, mientras que las cauciones bursátiles se ubican por debajo del 20%.
En conjunto, estas señales apuntan hacia un escenario de crecimiento y desarrollo económico sostenible en el tiempo, aunque aún quedan reformas por implementar y negociaciones que el gobierno deberá encarar con sectores que mantienen visiones distintas sobre el rumbo del país.
Ojalá estos avances puedan concretarse.
