Waldo Wolff reinstaló el tema Gaza en redes: "Los zurdos no representan a nadie”

El conflicto en Medio Oriente volvió a irrumpir en la agenda política argentina a través de un debate que, lejos de centrarse únicamente en la política internacional, expuso tensiones ideológicas locales, acusaciones de antisemitismo y disputas por la representación política. En ese marco, el diputado Waldo Wolff protagonizó un duro intercambio en la red social X con la diputada Vanina Biasi, a quien acusó de mentir, de encubrir su antisemitismo.

En su mensaje, Wolff cuestionó la falta de condenas de la izquierda a regímenes como los de Venezuela y Cuba, señaló la ausencia de elecciones y derechos básicos en gran parte de Medio Oriente —en especial para las mujeres— y sostuvo que el conflicto con Israel no es territorial sino ideológico, vinculado al avance del fundamentalismo islámico. También denunció que sectores que “sacan menos del 5% de los votos” se arrogan una representatividad que, según afirmó, no tienen.

A partir de ese cruce que generó una fuerte repercusión en redes sociales, consulté a Wolff sobre el antisemitismo, la doble vara moral con que, sostiene, se juzga a Israel y los límites entre la crítica política y el discurso de odio. Estas fueron sus respuestas.

- En los últimos días tus declaraciones generaron mucha repercusión. ¿Por qué pensás que el conflicto en Medio Oriente despierta pasiones tan extremas en la Argentina, un país tan lejano geográficamente?

En realidad las despierta en una minoría tan ruidosa como poco representativa. La izquierda se quedó sin gobiernos (cada vez pierden más elecciones en todo el mundo), sin narrativa y sin votos. Se apropian de una causa que pertenece a un lugar del mundo en el que no solo no hay democracia, sino que muchos de los valores que la izquierda promueve serían causales de muerte. La independencia de la mujer, la libertad política, etc.
Son anti Israel lisa y llanamente. No pelean por la democracia en Cuba o Venezuela, solo a favor de HAMAS, que promueve la destrucción de Israel y los judíos.

-¿Sentís que a Israel se le exige una vara moral distinta a la de otros Estados en situaciones similares?

No lo siento. Es así. Nosotros los argentinos reclamamos las Malvinas como propias y no andamos fomentando que se asesinen civiles británicos. Si seguís los posteos de la izquierda, justifican el accionar de HAMAS contra civiles a raíz de diferencias ideológicas con el gobierno de Israel. Hay 157 países con mayoría católica y 15 con religión oficial. Hay 49 países con mayoría musulmana y 25 con religión oficial. Israel es el único país judío del mundo y el único que está sujeto a plebiscito de existencia de los opinadores de turno. ¿Raro, no? Nadie llama a que desaparezca ningún otro país que no sea Israel.

- ¿Por qué pensás que políticos y militantes de la izquierda se muestran abiertamente antisemitas?

Ya lo respondí antes. No representan a nadie y les sirve apropiarse de esa problemática. Violentan las explicaciones a límites absurdos. Con un apellido europeo y un título de propiedad de 1850 como máximo (antes no había catastro acá), juzgan que Israel no debe existir porque se nutrió de inmigración extranjera, exhibiendo derechos ancestrales sobre esa tierra desde tiempos bíblicos. Es más, te dicen que Jesús -que era judío- era palestino, cuando el Islam nace 3500 años después que el judaísmo y nunca hubo en la historia un Estado con ese nombre, sabiendo que Israel tuvo sus establecimientos varias veces a lo largo de milenios. No saben nada, confunden y son funcionales al fundamentalismo islámico que persigue tanto a judíos como a cristianos en una guerra que no es por tierra.

- ¿Pensás que en algunos sectores se banaliza el antisemitismo bajo el argumento de la “crítica política”?

Es que vos podés criticar el accionar del gobierno de Israel, pero pedir su destrucción “desde el río (Jordán) al mar (Mediterráneo)”, apoyando a HAMAS, que promueve en su carta fundacional la destrucción de Israel y de los judíos, más que banalizar es reivindicar el antisemitismo en su máxima expresión.

- Si tuvieras que resumir tu postura al respecto, ¿cuál sería?

El Estado de Israel llegó para quedarse. Acostúmbrense. No somos más víctimas. Los judíos a los trenes que nos llevan a los campos no subimos nunca más.