El silencio de los inocentes
Vinos truchos en la góndola de tu barrio

Sommelier.
Cada vez más etiquetas locales caen en la trampa de la falsificación, y el problema se extiende en góndolas, redes sociales y hasta supermercados. Los consumidores quedan expuestos a un negocio trucho que no para de crecer. Te contamos algunos consejos a tener en cuenta a la hora de comprar tu botella.
El negocio trucho de las bebidas no es nada nuevo. Siempre fue uno de los fraudes más comunes en todo el mundo, y Argentina no se queda atrás. Lo de encontrar vino falsificado en las góndolas ya lo conocemos de antes. Pasó, pasa y, todo indica, que va a seguir pasando. Lo que cambió ahora es que los vinos truchos están en la lupa de todos.
Antes te cruzabas con espumantes importados a precios ridículos, como el famoso Pommery o algún otro Champagne francés que no daban ni para sospechar. También recuerdo mucho una famosa empresa de whisky escocés, el del caballero caminante, que es una botella muy adulterabale. Hoy, ya no se trata solo de botellas de lujo. Cada vez aparecen más etiquetas nacionales falsificadas. Las encontrás en mayoristas, supermercados orientales y hasta en redes sociales. El fraude es tan grande como los nombres de las bodegas que caen en el mercado de la falsificación, que por cierto, cada vez es mayor. Muchas botellas tienen errores grotescos pero otras son casi idénticas y podes caer en la trampa muy fácilmente. Según fuentes del Instituto Nacional Vitivinícola (INV), aseguran que esto sucede pero que todavía no llegaron reclamos acerca del tema. La cuestión es que todos se preguntan, ¿Es un fraude silencioso que las bodegas eligen ignorar? ¿Por qué nadie toma cartas en el asunto?
Una de las etiquetas más falsificadas es la de El Enemigo Malbec, vinos que elabora la dupla Alejandro Vigil y Adrianna Catena, la hija menor de Nicolás Catena Zapata.
Este negocio clandestino, que históricamente circula entre los hogares y winelovers de todo el mundo, debe tener un fin. Y como recomendación, para achicar el margen de error y caer el trampa, te sugerimos comprar el vino en las vinotecas confiables de tu barrio. Como dato importante, por obligación, las contraetiquetas de los vinos deben tener algunos datos legales, como el número de análisis de INV en donde se registró esa partida. Como también el número de la bodega para poder certificar de donde vienen. Y como todo business ilegal, el margen de ganancia es altísimo.
Detengámonos en uno de los puntos más importantes. El número de análisis del vino es un código que figura en la etiqueta de cada botella de vino fraccionado y que permite a los consumidores acceder a información detallada sobre ese vino, como el productor, la fecha de análisis, la variedad de uva y las características del vino. Este número es otorgado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y es fundamental para asegurar la calidad y autenticidad del vino.
Es un paso sencillo. Los consumidores pueden ingresar a la sección “Vinos” del sitio web del INV y buscar el vino utilizando ese número de análisis que figura en la etiqueta. Ahí no hay margen de error. De seguir sospechando es conveniente comunicarse directamente con la bodega de referencia para realizar el reclamo.
Para finalizar, les dejo algunos consejos para identificar algunas botellas falsas en las góndolas. Leer muy bien las etiquetas -frente y dorso- de los vinos o bebidas. Convengamos que los que operan en este mercado negro no son estudiantes de Harvard, sacando alguna excepción, y muchas veces los errores son grotescos. Ver la marca de la botella nos puede llegar a despertar cierta sospecha, es cierto que este punto es algo vago pero puede ayudar. Generalmente los truchos apuntan a vinos que tengan buen marketing y gran demanda. La rentabilidad es grande y con una rotación impresionante. A tener en cuenta esas grandes marcas que todos conocemos. Lamentablemente, otro indicador puede ser el corcho y el vino pero ahí ya están medio jugado porque estamos ante un vino abierto y, como dice el refrán, “cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía”. Los corchos pueden no ser lo que utiliza la bodega y el sabor del vino en nada puede parecerse. De todas maneras, muchas bodegas toman el reclamo porque se preocupan que estas cosas no sucedan. No es buen marketing para ellos y deberían hacerse cargo de alguna manera. Como medida, algunas bodegas están implementando tecnologías como códigos QR y patrones únicos para verificar la autenticidad de sus productos.
Como conclusión, a tener cuidado y a comprar los vinos en lugares que nos transmitan seguridad. Y si tienen que reclamar una irregularidad, no tengan dudas de hacerlo ante la bodega, el INV o defensa al consumidor.
https://www.argentina.gob.ar/inv
¡Chin Chin!