¿Conservadoras del siglo XXI?
Tradwives: nostalgia, controversia y el regreso de los roles tradicionales

Periodista.
En plena era digital, un movimiento que promueve la vuelta a los valores familiares de los años 50 gana fuerza en redes sociales. Las "tradwives" defienden la vida doméstica como una elección personal.
En tiempos de incertidumbre económica y cambios sociales acelerados, algunos sectores buscan refugio en un ideal de familia que evoca décadas pasadas. Ese es el caso del movimiento "tradwife", una corriente que promueve el regreso a los roles de género tradicionales, donde la mujer se dedica al hogar y la familia, mientras el hombre asume el rol de proveedor. Aunque parezca un concepto anclado en los años 50, las tradwives de hoy no viven en un mundo sacado de una postal antigua, sino que se viralizan en TikTok, Instagram y YouTube, convirtiendo su estilo de vida en una tendencia digital y, en muchos casos, en una fuente de ingresos.
Una comunidad digital con referentes
Una de las caras más visibles de este movimiento es Estee Williams, una joven estadounidense que ha acumulado más de 100.000 seguidores en TikTok, compartiendo consejos sobre cómo convertirse en una "tradwife". En sus videos, enseña desde recetas caseras hasta cómo mantener la casa impecable y la importancia de cultivar la feminidad. "Es fundamental que una mujer cuide su imagen, porque los hombres son seres visuales", explica en uno de sus clips.
Sin embargo, Williams y otras influencers del movimiento niegan que esto implique una renuncia a los derechos conquistados. En sus propias palabras, ser una tradwife es una elección y no una obligación, y aseguran que no ven la sumisión como sinónimo de inferioridad, sino como un modelo de vida que les otorga estabilidad y felicidad.
Pero, como explica la investigadora española Silvia Núñez Rojo especializada en comunicación y redes sociales, no todas las tradwives defienden la misma postura. "Es un abanico de posiciones, que va desde mujeres con una visión más conservadora y religiosa, hasta otras que ven este estilo de vida como una alternativa a la cultura de trabajo excesivo y estrés que enfrentan muchas mujeres hoy en día", señala.
¿Por qué surge el movimiento tradwife ahora?
La figura de la esposa tradicional no es una novedad. A lo largo de la historia, cada ola feminista ha tenido su contramovimiento. Sin embargo, lo que distingue a este fenómeno de versiones anteriores es su presencia digital y la capacidad de sus referentes para monetizar su discurso a través de redes sociales.
Según la académica Catherine Rottenberg, de la Universidad de Nottingham, el auge de este movimiento en Estados Unidos responde a un momento político y económico cargado de incertidumbre. “El empoderamiento femenino en el ámbito laboral fue muy celebrado en los años 2010, pero la pandemia dejó en evidencia una crisis de los cuidados”, explica. Se refiere a la dificultad creciente para conciliar el trabajo remunerado con las responsabilidades domésticas y de cuidado de hijos, personas mayores o enfermas. Este problema afecta especialmente a las mujeres, quienes históricamente han asumido la mayor parte de estas tareas, muchas veces sin reconocimiento ni compensación económica.
Esa crisis hizo que el modelo tradwife resultara atractivo para algunas. Mujeres que crecieron en hogares donde la conciliación entre trabajo y familia parecía imposible ven en este estilo de vida una alternativa que les permite evitar la doble carga laboral y doméstica. Como declaró Estee Williams en una entrevista con Vice: "Sabía que no quería ser esa esposa o madre que trabaja a tiempo completo y, al llegar a casa, todavía tiene que cocinar y limpiar".
Latinoamérica y Argentina: ¿existe un movimiento tradwife?
Si bien la tendencia tradwife ha surgido con fuerza en países anglosajones, en América Latina su presencia aún es incipiente. No existen cifras concretas que respalden su crecimiento en la región, pero algunos sectores ultraconservadores han comenzado a adoptar un discurso similar, promoviendo el retorno a los valores familiares tradicionales.
En Argentina, donde la discusión sobre género y feminismo ha estado en el centro del debate público en los últimos años, la idea de que la mujer debe volver al hogar no tiene un arraigo masivo. Ciertos sectores políticos y sociales con posturas conservadoras han reivindicado la figura de la mujer dedicada al hogar y la familia, criticando modelos que promueven la autosuficiencia femenina en el ámbito laboral. Sin embargo,estas opiniones no representan una tendencia mayoritaria.
Según la plataforma Bloomberg Línea, una de las razones por las que esta tendencia podría ganar adeptas en Latinoamérica es la dificultad para conciliar vida laboral y familiar. "Muchas mujeres sienten que el discurso del empoderamiento no se tradujo en condiciones laborales más justas, sino en una sobrecarga de responsabilidades", destaca el informe.
¿Tradwives o marketing digital?
Si bien muchas de sus seguidoras afirman que este estilo de vida responde a una decisión personal, no se puede ignorar que gran parte del contenido en redes sobre el tema es altamente rentable. Influencers como Hannah Neeleman (@ballerinafarm) han convertido la imagen de la esposa y madre tradicional en una marca, vendiendo desde productos de cocina hasta cursos sobre crianza y organización del hogar.
Para algunos críticos, el ideal tradwife no es más que una fantasía digital que responde a una estrategia de marketing bien diseñada. Nerea Pérez de las Heras, analista de tendencias culturales, afirma que muchas influencers tradwife venden un modelo de vida inalcanzable para la mayoría de las mujeres. "Es fácil romantizar la vida doméstica cuando se tienen ingresos pasivos, ayuda doméstica y una estética curada para redes sociales", señala.
Un debate abierto
El fenómeno tradwife abre una conversación compleja sobre los roles de género en la sociedad actual. ¿Es una expresión legítima de libertad de elección o una respuesta al avance del feminismo? ¿Es un rechazo a la cultura del trabajo excesivo o simplemente una estrategia de marketing?
Mientras en redes sociales el hashtag #tradwife sigue acumulando millones de visualizaciones, la discusión sobre el lugar de la mujer en la sociedad continúa en pleno desarrollo. Lo que es innegable es que, en tiempos de crisis, el anhelo por modelos de vida más estables y predecibles no deja de ganar adeptos.