Tolerancia cero
Tolerancia Cero: desalojaron el rancherío frente a la casa de Cristina

Con 150 agentes de la Policía de la Ciudad y Espacio Público limpiaron y desalojaron la zona tomada por militantes.
La madrugada de este lunes en Constitución marcó un punto de inflexión en el manejo del espacio público dentro de la gestión de Jorge Macri. En un operativo contundente, rápido y sin negociaciones, el Gobierno porteño puso fin a la toma irregular de la vía pública en inmediaciones de la residencia de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Se espera una marcha contundente el miércoles y la tensión crece.
El despliegue comenzó a las 2:30 AM y concluyó media hora después, a las 3:00 AM, con más de 160 efectivos de las áreas de Comisarías y Orden Urbano de la Policía de la Ciudad, acompañados por personal de limpieza de Espacio Público.
El foco: la esquina de San José y Humberto I, convertida en las últimas semanas en un improvisado acampe militante con gazebos, pasacalles, parrillas, banderas y carteles políticos. El búnker de la militancia cristinista no puso demasiada oposición a pesar de las corridas y las lógicas situaciones de tensión en el desalojo.
De los choris a la toma barrial
Lo que comenzó con una parrilla de “choripanes militantes”, pronto se transformó en una ocupación organizada del barrio. Según testigos y registros periodísticos, los manifestantes instalaron carpas, puestos de comida y estructuras metálicas que ocupaban veredas completas.
La situación derivó en quejas de vecinos, cuyas casas fueron incluso tomadas simbólicamente: los balcones y frentes de propiedades privadas fueron intervenidos con carteles partidarios, banderas y consignas políticas, muchas de ellas agresivas.
“Ya no era un pasacalle, una bandera o un cartel en la pared de la casa de Cristina. Habían tomado el frente del edificio que está del otro lado de la calle. Un lugar donde vive gente”, relató un cronista al aire de Todo Noticias.
Resultados del operativo
Durante la intervención se secuestraron todos los elementos emplazados sin autorización, incluyendo:
8 gazebos
6 parrillas
Mesas y sillas
Banquetas
Gran cantidad de alimentos
Carteles, pasacalles, banderas y pancartas
Además, se limpiaron paredes de casas vecinas que habían sido vandalizadas o utilizadas como soporte propagandístico. El operativo se desarrolló sin mayores incidentes, a pesar de algunos gritos, empujones y corridasprotagonizadas por manifestantes al momento del desalojo.
Jorge Macri y el mensaje de orden
Desde el gobierno porteño aseguran que estas acciones no son aisladas, sino parte de una política sostenida para evitar que el delito, la informalidad o la militancia radicalizada tomen por rehén el espacio público de los vecinos.
En ese sentido, la gestión de Jorge Macri marca una diferencia respecto de los achaques que viene recibiendo por la falta de gestión en otras áreas: no hay doble vara, es tolerancia cero, según se plantea en Uspallata, la sede de gobierno porteño. No importa quién sea el ocupante, ni a qué partido pertenezca. El espacio público es de todos, y se respeta la ley.
Conclusión: el orden no se negocia
Mientras Cristina Kirchner enfrenta una posible prisión domiciliaria, sus militantes intentaron convertir una esquina porteña en un santuario político callejero. Pero esta vez, el Estado actuó con decisión, sin romanticismo militante ni tolerancia a medias tintas.