Escenario económico
Tiempos post-elecciones, fiesta en los mercados: ¿y ahora que vendrá?
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Tiempos de alianzas y construcción para lograr un 2027 victorioso del Gobierno. Dudas primero, celebración después.
Tras semanas cargadas de volatilidad, incertidumbre y anuncios de todo tipo, finalmente llegó el día de las elecciones. Y con él, un resultado que pocos anticipaban: una contundente victoria del oficialismo que reconfiguró por completo la coyuntura política y económica.
Ya el domingo por la noche, mientras el conteo recién comenzaba, el dólar cripto —único que cotiza en ese horario— empezó a marcar el pulso de lo que vendría. La cotización cayó con fuerza, en paralelo a la ola violeta que se extendía por las provincias. En cuestión de minutos, el ánimo de los inversores —locales y extranjeros— se dio vuelta, reflejando un renovado apetito por los activos argentinos.
El lunes siguiente fue histórico: el Merval registró la suba más pronunciada de su historia, con incrementos superiores al 100% en los papeles bancarios y al 50% en las petroleras. La euforia bursátil quedó grabada como una de las jornadas más memorables para los operadores.
Bandas cambiarias más sólidas, pero aún bajo la lupa
Antes del 26 de octubre, las bandas cambiarias eran uno de los temas más debatidos. Sin embargo, post elecciones el tipo de cambio se movió con mayor estabilidad y, sobre todo, más lejos del techo superior, lo que dio algo de respiro al Tesoro Argentino y estadounidense y alivió la presión sobre las reservas.
Aun así, el mercado mantiene dudas sobre la sostenibilidad del esquema, lo que se refleja claramente en la curva de dólares futuros, que ya cotiza por encima de las bandas a partir de enero de 2026.
Bonos, riesgo país y regreso al financiamiento externo
Con la desaparición del llamado “riesgo kuka” —apelativo del mercado para describir la posibilidad de un retorno del kirchnerismo—, el riesgo país cayó desde casi 1.100 puntos hasta ubicarse por debajo de los 700. Este movimiento abre la puerta a un eventual retorno de Argentina a los mercados internacionales de deuda.
El nuevo contexto también fue aprovechado por las empresas de primera línea: YPF y Tecpetrolcolocaron en conjunto más de US$ 1.000 millones en el exterior, aprovechando la baja de tasas y el renovado apetito inversor. Estas divisas, al liquidarse en el MULC, también ayudaron a contener el tipo de cambio dentro de las bandas.
Normalización de las tasas en pesos
En el frente doméstico, la volatilidad previa en las tasas de fondeo y bonos en pesos había paralizado el crédito y la toma de decisiones financieras cotidianas, desde el descuento de cheques hasta préstamos hipotecarios.
Post elecciones, la estabilización de las tasas comenzó a reactivar el flujo de crédito, devolviendo previsibilidad tanto a hogares como empresas.
Reformas, reservas y lo que viene
La normalización financiera le dio al gobierno un margen de maniobra adicional para avanzar con su agenda de reformas estructurales. Las bandas cambiarias, que hasta hace apenas diez días parecían insostenibles, ahora ganaron tiempo y credibilidad.
Sin embargo, el esquema cambiario aún requiere ajustes: el diseño general es razonable, pero la calibración parece desalineada. En el mediano plazo, podría implementarse un nuevo diagrama cambiario que permita al Tesoro comprar divisas y comenzar a acumular reservas, el talón de Aquiles del plan económico actual.
Argentina vuelve al radar
Con los mercados internacionales nuevamente mirando hacia el país, el desafío será sostener la estabilidad y avanzar con las reformas.
Si las buenas noticias continúan, las acciones argentinas podrían ser el vehículo que mejor capitalice el nuevo optimismo, en especial las del sector energético, que con un precio del petróleo favorable podría transformarse en uno de los motores de la recuperación.
Conclusión
Argentina inicia así la segunda etapa del gobierno libertario, luego de semanas en las que parecía que todo podía desmoronarse.
Hoy, Milei emerge fortalecido, y los mercados lo celebran. El horizonte hasta 2027 parece más despejado, con margen para tejer alianzas políticas y avanzar en las reformas que definan la sostenibilidad del nuevo ciclo económico.

