Estrategia para sostener los vetos
Quiénes son los gobernadores con los que Milei buscaría acuerdos

Con escaso margen en ambas cámaras, el oficialismo busca tender puentes con algunos líderes provinciales.
Después del nuevo traspié parlamentario que significó la aprobación de los proyectos para mejorar los haberes jubilatorios y los fondos destinados a discapacidad, el Gobierno nacional se prepara para una etapa legislativa cargada de obstáculos. Con la mira puesta en el recambio legislativo de diciembre, en la Casa Rosada ya anticipan que los próximos seis meses serán de bloqueo, contención y resistencia. El presidente Javier Milei se muestra decidido a vetar las iniciativas recientemente sancionadas y apuesta a ganar tiempo en la Cámara de Diputados.
La última sesión en el Senado no solo expuso la fragilidad parlamentaria del oficialismo, sino que profundizó la estrategia de repliegue: dejar pasar el tiempo, evitar nuevas embestidas opositoras y fortalecer algunos vínculos clave con gobernadores “amigables”.
Gobernadores con los que sí
A pesar del discurso de confrontación, puertas adentro del Ejecutivo se analiza con detalle a qué mandatarios provinciales se podría tentar con una cuota mayor de Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Entre los gobernadores que “jugaron bien”, destacan a Leandro Zdero (Chaco), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Alfredo Cornejo (Mendoza), aunque no se descarta sumar otros aliados eventuales, como Gerardo Zamora (Santiago del Estero), que con su peso legislativo representa un botín apetecible. De todos modos, el Gobierno evita gastar energías con aquellos que considera irreductibles o enfrentados de antemano, como Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño y blanco de antiguas rencillas con Karina Milei.
El veto a la ley de jubilaciones está asegurado. El propio Presidente lo ratificó públicamente en un mensaje desde la cuenta oficial de la Oficina del Presidente: “Vamos a VETAR. No vamos a abandonar bajo ningún punto de vista el régimen de la libertad”, publicó, acompañando el texto con un recorte de su discurso en la Bolsa de Comercio.
Mientras tanto, el oficialismo intentará retrasar el tratamiento de los proyectos pendientes —como los ATN y el impuesto a los combustibles— durante el receso invernal, aún sin fecha formal. La Cámara baja se vuelve el terreno más favorable para el Gobierno, que espera apoyos del PRO que responde a Cristian Ritondo y del bloque liderado por Oscar Zago, todavía reacio, pero “convencible”.
Un semestre de desgaste
El mal clima legislativo quedó en evidencia cuando el propio oficialismo reconoció que, en la antesala de la última sesión, no se hicieron mayores esfuerzos por persuadir a los senadores. “Desde que perdimos a Kueider, todo está perdido. No hay nada que hacer hasta el 11 de diciembre”, sentenció un operador político cercano al Presidente. La frase resume una etapa que se perfila como de estancamiento parlamentario para el Ejecutivo, que apuesta a los vetos presidenciales como única herramienta para evitar que el Congreso altere su hoja de ruta económica.
Con un Congreso cada vez más beligerante y un Gobierno atrincherado, el segundo semestre de 2025 se presenta como una etapa de resistencia institucional, donde los acuerdos puntuales serán la excepción y la confrontación, la regla.