Escándalo en Entre Ríos
Nuevos chats complican al exgobernador Gustavo Bordet
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Aparecen sumas, reuniones y una supuesta operación inmobiliaria.
La investigación judicial por el presunto pago de coimas y sobornos en la provincia de Entre Ríos incorporó nuevos elementos que comprometen al exgobernador Gustavo Bordet. Los peritajes realizados sobre los teléfonos de los empresarios Claudio y Marcelo Tórtul —acusados de encabezar una red de pagos ilegales— aportaron más de 25.000 páginas de chats, audios y fotos, donde aparecen 98 menciones directas al exmandatario provincial.
De acuerdo con los documentos analizados, los hermanos Tórtul, vinculados a una empresa de seguridad privada, habrían utilizado contactos dentro del Estado para conseguir contratos con la firma provincial de energía Enersa, a cambio de beneficios económicos para funcionarios y dirigentes. Los mensajes detallan sumas de dinero, reuniones privadas y gestiones ante organismos públicos.
Una cadena de mensajes reveladora
Los chats comienzan en diciembre de 2016 y se extienden hasta abril de 2024, cuando los teléfonos fueron secuestrados. En ese lapso, los Tórtul describen pagos, favores políticos y contactos con funcionarios. Uno de los mensajes más llamativos data de 2019, cuando se menciona una supuesta entrega de 1,1 millones de pesos “para Bordet”, acompañada de referencias a facturaciones y movimientos financieros.
En otro tramo, los empresarios hablan de una reunión con el entonces gobernador y de una visita a una quinta junto a su esposa, donde se habría planificado una inversión inmobiliaria. El tono de los mensajes sugiere una relación de confianza y una operatoria sostenida a lo largo de varios años.
Negocios, favores y nombres propios
Los investigadores sostienen que los hermanos Tórtul usaron una empresa interpuesta, Tornell SA, para canalizar los pagos. También aparecen mencionados exfuncionarios provinciales vinculados a Enersa y a otras áreas de planificación. En los intercambios se describen “adelantos de dinero”, “favores” y una posible participación en el proyecto de desarrollo del ex Hipódromo de Paraná, una operación que, según los chats, contaba con apoyo político.
Las conversaciones además hacen referencia a la muerte de uno de los presuntos intermediarios y a los reemplazos dentro de la red de contactos. En 2020, los empresarios discuten si conviene “cambiar de interlocutor” y tratar directamente con Bordet, lo que para los investigadores confirma la centralidad de su figura en el esquema.
La defensa del exgobernador
Tras conocerse la existencia de los chats, Gustavo Bordet negó cualquier vínculo con maniobras irregulares y aseguró que las menciones a su nombre son indirectas o sacadas de contexto. Admitió haber conocido a Claudio Tórtul únicamente por su papel como presidente de un club social, pero calificó de falsas las acusaciones sobre pagos o gestiones vinculadas a contratos públicos.
No obstante, los fiscales consideran que la coincidencia de fechas, montos y nombres da fuerza probatoria al material y permite reconstruir un circuito de sobornos que habría funcionado durante varios años en la administración entrerriana.
Un caso que puede marcar precedente
El análisis de los 25.557 registros digitales continúa y podría derivar en nuevas imputaciones. Las pruebas no solo exponen una presunta red de corrupción, sino también una estructura empresarial montada para lavar dinero a través de inversiones inmobiliarias.
Si los investigadores logran probar la trazabilidad de los fondos, el caso se transformará en uno de los mayores escándalos políticos y judiciales de Entre Ríos en la última década, con derivaciones que alcanzarían a exfuncionarios, empresarios y dirigentes partidarios.
Por ahora, el expediente sigue sumando pruebas y declaraciones que ponen a Gustavo Bordet en el centro de una trama de corrupción, poder y dinero que amenaza con sacudir la política provincial.

