Incertidumbre tras doce días de bombardeos
Nuevo ataque iraní: la tregua tambalea a horas de ser anunciada

Israel acepta detener su operación. Irán responde con más misiles.
En medio de una escalada bélica que sacudió al mundo durante doce días, Israel declaró este martes que finaliza su operación militar contra Irán, luego de asegurar que logró desmantelar lo que calificó como una “doble amenaza existencial”: el programa nuclear y el arsenal balístico iraní. Sin embargo, mientras el gobierno israelí celebraba el éxito de su ofensiva, Irán lanzó una nueva andanada de misiles balísticos sobre ciudades del norte de Israel, negando haber acordado una tregua formal.
La jornada comenzó con una fuerte ofensiva israelí sobre Teherán y otras regiones clave de Irán. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), más de 100 municiones fueron lanzadas durante la noche contra instalaciones militares estratégicas, entre ellas el cuartel general del proyecto nuclear SPND y fábricas de misiles. También se destruyeron al menos ocho lanzadores balísticos que, según inteligencia israelí, estaban listos para ser disparados.
Tras estos bombardeos, el primer ministro Benjamín Netanyahu anunció oficialmente el cese de las hostilidades. “Israel ha eliminado una amenaza inmediata, tanto nuclear como balística”, indicó un comunicado oficial, que también agradeció al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su respaldo y cooperación en la ofensiva. Según el gobierno israelí, la operación iniciada el 13 de junio cumplió con todos sus objetivos militares.
Trump proclama la tregua, pero Teherán lo contradice
Horas antes, Trump había proclamado a través de su red Truth Social que un alto el fuego bilateral entre Israel e Irán comenzaba a regir desde las 04:00 GMT del martes. “Por favor, no lo violen”, escribió, afirmando que la tregua era consecuencia directa del bombardeo estadounidense del fin de semana contra tres centros nucleares iraníes. Según el Pentágono, esos ataques redujeron significativamente las capacidades nucleares de Irán.
Sin embargo, desde Teherán desmintieron la existencia de un acuerdo formal. El canciller Abás Araqchí aseguró que su país no ha suscrito ningún pacto y condicionó cualquier alto el fuego a un retiro total de las fuerzas israelíes. “No existe ningún acuerdo. Si Israel detiene su agresión, tampoco continuaremos nuestros ataques”, afirmó en la red X.
Misiles sobre Beersheba y nuevas alarmas en el norte
Pese a los anuncios de tregua, las hostilidades continuaron. Durante la madrugada, poco antes de la hora anunciada para el cese del fuego, un misil lanzado desde Irán impactó de lleno en un edificio residencial en Beersheba, al sur de Israel. Cuatro personas murieron y al menos veinte resultaron heridas, según informó el servicio de emergencia Magen David Adom. Las sirenas de ataque aéreo sonaron en Tel Aviv y otras ciudades.
La violencia no se detuvo allí. Una hora después del anuncio israelí de adhesión al alto el fuego, las FDI informaron que detectaron nuevos lanzamientos de misiles desde Irán hacia el norte del país. Las alertas volvieron a sonar y se ordenó a la población permanecer en refugios subterráneos. Israel consideró estos ataques como una violación directa del cese de hostilidades.
Tregua incierta y fuerzas en alerta máxima
Aunque el portavoz del ejército israelí, general Effie Defrin, declaró que la misión militar ha concluido con éxito, advirtió que las fuerzas permanecerán en estado de “máxima preparación” ante posibles nuevas agresiones. “Responderemos con contundencia ante cualquier intento de quebrar la calma alcanzada”, señaló.
La comunidad internacional sigue con atención el desarrollo del conflicto. Mientras Trump insiste en que el alto el fuego está en marcha, la falta de una aceptación oficial por parte de Irán y la continuidad de los ataques siembran dudas sobre la viabilidad del acuerdo.
Por el momento, el único gesto concreto hacia la paz provino de Israel. En cambio, Teherán mantiene su postura: no habrá cese sin un repliegue total de las fuerzas israelíes. La guerra de los doce días, como la denominó Trump, podría convertirse en una tregua fallida más en una región acostumbrada a vivir en el filo de la confrontación.