Un viaje sensorial
Más allá del Terroir: ¿Por qué dos añadas saben distinto?

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La clave está en que cada añada tiene su personalidad y que el vino evoluciona en la botella.
El primer protagonista: el carácter de la añada
Un vino es, ante todo, un producto agrícola. Es el testimonio líquido de un ciclo de la naturaleza, y no hay dos años climáticamente idénticos. A esta "personalidad" única de cada año la llamamos añada o cosecha.
Una añada marcada por un verano más fresco y con más lluvias (como pudo ser 2016 en Mendoza) dará vinos con mayor acidez, un perfil más austero y, quizás, menor graduación alcohólica. Por el contrario, una añada cálida y seca (como 2017) tenderá a dar vinos con mayor concentración, fruta más madura y más cuerpo.
El enólogo no lucha contra la añada; la interpreta. Por eso, un Susana Balbo Signature Brioso 2017 y un 2019 deben ser distintos. Ambos expresan la misma filosofía y el mismo origen, pero a través del prisma de dos climas completamente diferentes
La herramienta para descubrirlo: ¿Qué es una cata vertical?
Aquí es donde entra la técnica que usan en la bodega para entender nuestra propia historia. Una cata vertical es un ejercicio de degustación que consiste en catar el mismo vino, del mismo productor, pero de diferentes añadas, una al lado de la otra.
Es el método que les permite aislar las variables y responder a las grandes preguntas:
¿Cómo impactó el clima de ese año en el resultado final?
¿Cómo evolucionan nuestros vinos después de 5 o 10 años de guarda?
¿Mantenemos una identidad y una consistencia filosófica a pesar de las diferencias de cada año?
(Es fundamental no confundirla con una cata horizontal, que es la degustación de diferentes vinos, de distintos productores, pero de la misma añada y misma región).

El vino es un elemento vivo que evoluciona en la botella.
El segundo protagonista: el viaje del vino en la botella
La segunda razón por la que tu Malbec 2018 sabe distinto al 2021 es que no solo nació en un año diferente, sino que ha vivido tres años más. El vino es un elemento vivo que evoluciona en la botella.
En su juventud: un vino es pura energía primaria. Sentirás fruta fresca, notas florales nítidas y taninos vibrantes.
En su madurez: esa energía se transforma. Los taninos se pulen y se vuelven sedosos. La fruta fresca da paso a notas de confitura, dejos terrosos, cuero, tabaco. Son los llamados aromas terciarios.
La cata vertical te permite apreciar esta "biografía" en primera persona, descubriendo si preferís la explosión de la juventud o la elegancia de la madurez.
El hilo conductor: lo que nunca cambia (el terroir)
Si la añada es la variable, ¿Cuál es la constante? El terroir.
A pesar de que el clima cambie, el alma del lugar —la composición del suelo, la altitud, la genética de ese viñedo específico, permanece. En una cata vertical de un vino bien hecho, siempre van a percibir un "hilo conductor", un sello de identidad.
En su Benmarco Expresivo, por ejemplo, más allá de que una añada sea más cálida o más fría, siempre encontraremos esa frescura y esa textura elegante que define a su origen en el Valle de Uco. Ese es el carácter inmutable del lugar.

Cómo organizar tu propia cata vertical: una guía práctica
Realizar este ejercicio en casa es una experiencia sumamente enriquecedora.
Elegí el vino: Seleccioná una etiqueta de un productor de confianza con potencial de guarda.
Conseguí las añadas: No necesitás diez. Con tres o cinco cosechas (consecutivas o salteadas) es suficiente para empezar a notar las diferencias.
Prepará el servicio: Usá la misma copa para todos los vinos y servilos a la misma temperatura.
El orden de la degustación: Un consejo clave de sus enólogos: serví los vinos del más antiguo al más joven. Esto permite que tu paladar vaya de lo más sutil y evolucionado a lo más potente y vibrante, evitando que la fuerza de un vino joven opaque la delicadeza de uno antiguo.
Tomá notas y disfrutá: Lo más importante es la conversación y el descubrimiento. Anotá tus impresiones. No hay respuestas correctas o incorrectas, solo tu propia percepción.
Una cata vertical es, en definitiva, una lección de humildad y paciencia. Es la forma más honesta de entender que cada botella que descorchamos no es un final, sino un capítulo en una historia mucho más larga. Y la respuesta a la pregunta inicial es, quizás, la belleza misma del vino: saben distinto porque tienen una historia diferente que contar.
Viví la experiencia: nuestras colecciones verticales
Para que puedan realizar este fascinante viaje en casa, la bodega ha curado y atesorado añadas especiales de sus vinos más emblemáticos.
Son colecciones verticales únicas, listas para que puedas descorchar y ser testigo de la historia del tiempo en primera persona.
Voilá https://tienda.susanabalbowines.com.ar/collections/verticales
Un especial agradecimento a https://susanabalbowines.com.ar/ por compartir este hermoso testimonio y permitirnos transmitirlo a toda nuestra comunidad de Maridaje.
Si ya les picó el bichito de la curiosidad, nosotros que somos fanáticos del vino, les recomendamos meterse de lleno en este tipo de experiencias para empezar a descubrir este mundo fascinante. Pero ojo: una vez que cruzás el portal, no hay vuelta atrás… ¡Y no vas a querer parar!
¡Chin Chin!
