Elecciones provinciales en clave nacional
Oficialismos al poder: el PRO se fortalece y Milei tropieza fuera de casa

Periodista.

En Chaco, Salta, Jujuy y San Luis, los oficialismos arrasaron y dejaron en evidencia las limitaciones de LLA.
Las elecciones legislativas celebradas ayer en Chaco, Salta, Jujuy y San Luis dejaron un veredicto claro: los oficialismos locales, con su arraigo territorial y capacidad organizativa, dominan el escenario político argentino en un contexto de baja participación ciudadana. Los resultados, que destacan el éxito de gobernadores como Leandro Zdero, Gustavo Sáenz, Carlos Sadir y Claudio Poggi, refuerzan la posición privilegiada del PRO en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde el jefe de gobierno Jorge Macri se prepara para consolidar su liderazgo en los comicios del próximo 18 de mayo.
En este marco, La Libertad Avanza (LLA), el partido del presidente Javier Milei, mostró sus limitaciones para afirmarse como fuerza autónoma, logrando resultados relevantes solo al aliarse con oficialismos locales. Este panorama anticipa un escenario complejo para sus candidatos Manuel Adorni y Ramiro Marra en CABA, donde el PRO, liderado por Macri, parte como favorito.
En Chaco, el gobernador radical Leandro Zdero, aliado estratégico del PRO a nivel nacional, encabezó la coalición Chaco Puede + La Libertad Avanza, que se impuso con un sólido triunfo, superando por amplio margen al peronismo de Jorge Capitanich. Aunque LLA formó parte de esta victoria, la estructura radical fue clave en un contexto de apatía electoral, con una participación que apenas alcanzó el 60%.
En Salta, el oficialismo de Gustavo Sáenz, otro gobernador dialoguista con el PRO, arrasó al obtener casi todas las bancas en el Senado provincial y una amplia mayoría en la Cámara de Diputados. LLA logró una banca senatorial en la capital con Roque Cornejo, pero su impacto general fue reducido, con un desempeño limitado en los principales distritos.
En Jujuy, el radicalismo de Carlos Sadir, aliado histórico del macrismo, se impuso con claridad, mientras que LLA quedó en un lejano segundo lugar.
En San Luis, Claudio Poggi, un oficialista que mantiene buenas relaciones con el PRO, dominó frente al peronismo de Alberto Rodríguez Saá. LLA, sin candidatos oficiales, vio cómo las listas libertarias no alineadas obtuvieron un apoyo marginal, evidenciando su debilidad estructural.
La baja participación electoral, que rondó entre el 40% y el 65% en las cuatro provincias, favoreció a los oficialismos, que supieron movilizar a sus bases en un escenario de desinterés ciudadano. Este fenómeno resalta la fortaleza del PRO en CABA, donde Jorge Macri ha consolidado una gestión enfocada en seguridad, limpieza y obras públicas, ganándose la confianza de los porteños. Los resultados de ayer también exponen las limitaciones de LLA, que no logró capitalizar el descontento social de manera independiente. Su único éxito significativo, en Chaco, dependió de la alianza con Zdero, mientras que en Salta, Jujuy y San Luis su desempeño fue marginal sin el respaldo de oficialismos locales. Esto sugiere que la estrategia de Karina Milei, centrada en expandir la marca libertaria, subestimó la importancia de las estructuras territoriales, un terreno donde el PRO, con su experiencia y organización, lleva una clara ventaja.
En CABA, las elecciones del 18 de mayo representan una oportunidad para que Jorge Macri reafirme el liderazgo del PRO en un distrito que ha sido su bastión desde 2007. Con 15 de las 30 bancas en juego, el oficialismo porteño, liderado por Silvia Lospennato como candidata a legisladora, se apoya en una gestión sólida y una base electoral fiel para mantener su hegemonía. En 2023, Macri arrasó en la elección a jefe de gobierno con un amplio margen, dejando muy atrás a Ramiro Marra de LLA, que obtuvo un apoyo reducido, y a Leandro Santoro, que quedó en segundo lugar. Este resultado refleja la dificultad de LLA para penetrar en un distrito donde los votantes priorizan la gestión eficiente sobre la retórica nacionalista de Milei.
Las encuestas previas al 18 de mayo muestran un escenario competitivo pero favorable al PRO. Santoro (Es Ahora Buenos Aires) aparece en los primeros lugares, seguido por Adorni (LLA) y Lospennato (PRO). Marra, ahora candidato por la UCeDé tras su expulsión de LLA, también compite por un sector del electorado. La fragmentación del voto libertario, con Marra y Adorni disputándose un espacio similar, debilita significativamente a LLA, dispersando su base y reduciendo sus chances de superar al PRO o a Santoro. Adorni, además, enfrenta el desafío de imponer una campaña que busca nacionalizar la elección, un enfoque que contrasta con el perfil localista del PRO. Macri y Lospennato, por su parte, apuestan a destacar logros concretos, como la modernización del transporte y la mejora en la seguridad, que conectan con las prioridades del electorado porteño.
Los comicios de ayer confirman que, en elecciones de baja participación, los oficialismos locales con estructuras consolidadas tienden a prevalecer. Esta dinámica favorece al PRO en CABA, donde la gestión de Macri goza de reconocimiento por su enfoque pragmático. A diferencia de LLA, que depende de la polarización y las redes sociales, el PRO combina una maquinaria electoral eficiente con un mensaje de estabilidad, clave en un contexto de incertidumbre económica. Además, la capacidad del PRO para tejer alianzas con oficialismos provinciales, como los de Zdero, Sáenz, Sadir y Poggi, refuerza su credibilidad como fuerza política seria, capaz de dialogar sin perder su identidad.
El desempeño del PRO en CABA el próximo domingo no solo consolidará el liderazgo de Jorge Macri en la Ciudad, sino que también lo posicionará como un actor clave de cara a las elecciones legislativas nacionales de octubre. La fortaleza del PRO radica en haber desdoblado las elecciones, permitiendo un enfoque centrado en la gestión local, y en su condición de oficialismo, que le otorga una ventaja estructural frente a sus rivales. Una victoria contundente demostraría que el PRO sigue siendo el principal referente de la centro-derecha argentina, capaz de contrarrestar tanto el avance libertario como la oposición peronista, que ayer sufrió duros reveses. Para LLA, en cambio, los resultados de ayer y el panorama en CABA evidencian un desafío estructural: sin alianzas con oficialismos locales ni una organización territorial sólida, su capacidad de crecimiento está limitada. Adorni y Marra, atrapados en una competencia interna y enfrentados a un PRO fortalecido por su rol de oficialismo, enfrentan un escenario donde el oficialismo porteño tiene todas las de ganar.