Panorama
La silla número dos: el misterio del PRO que incomoda y amenaza

:format(webp):quality(40)/https://newstadcdn.eleco.com.ar/media/2025/11/silla.jpeg)
La interna del PRO y la Ciudad quiere volver a ser el partido de la gestión. El llamado de Mauricio Macri que preocupa.
"Hernán no quiere asumir, lo dejó en claro a Jorge y Mauricio Macri, a su equipo le dijo que siguen trabajando como siempre". La que habla es una eterna colaboradora de Hernán Lombardi, que como Hernán, no quiere ir a la Legislatura. Lo único que puede hacer cambiar de opinión y muy a su pesar, es que llame Mauricio Macri y obligue al ministro de Desarrollo Económico a asumir su banca. El PRO se debate entre viejas rencillas, viejas formas y la renovación que le puede permitir volver al poder. “Salvo que llame Mauricio y exija, la banca queda libre para el PRO”, es la definición de un ministro.
Los rumores son totales, los llamados del empresario Daniel Angelici suelen ser certeros. Pidió el ministerio para un colaborador de confianza, Christian Gribaudo, parte de los “tano boy´s” que resuelven a pedido del versátil hombre que frena en el café Tabac con chofer, auto blindado y seguridad tan amables como armados. Mauricio Macri no bajó el pulgar, Lombardi espera, Jorge Macri está ocupado en pensar cómo relanzar una gestión que es lo que se esperaba, y en el medio, Horacio Rodriguez Larreta sumando amigos para trabajar los dos años venideros.
Mauricio Macri no está contento con la gestion de su primo. Se lo dijo y la distancia entre ambos es total. Siente el Presidente que su partido no es lo que era, que dejó todo impecable (también es discutible) y que su primo lo dañó. La inercia negativa existe, y la Ciudad, tal como define un consultor eximio que come con el PRO hace quince años “ahora siente llover Argentina en un lugar que estaba blindado, y eso no le gusta”. Con precisión quirúrgica, la Ciudad recibe las suciedades y costumbres de otros lugares del país y no está dispuesto a aceptarlo, por eso el triunfo de Manuel Adorni.
La silla número dos es en los hechos de Hernán Lombardi, un eximio todo terreno que se halla muy cómodo administrando parte de la gestión diplomática de Buenos Aires, su turismo, sus relaciones con dirigentes empresarios y extranjeros, todo bajo un estilo afable propio de su extensa trayectoria entre el Turismo, el grupo Sushi con Darío Richarte, Darío Lopérfido, Cecilia Felgueras y siguen las firmas. El gabinete lo define como un trabajador, metódico, conocedor del tema que administra y buenos vínculos con distintos sectores. En el Gabinete lo respetan y quieren que se quede, pero la necesidad tiene cara de hereje: el PRO necesita antes asegurarse que quien asuma sea orgánico y colabore con la reconstrucción partidaria del espacio que fuera el más ganador de la historia del distrito.
:format(webp):quality(40)/https://newstadcdn.eleco.com.ar/media/2025/11/crisis.jpeg)
Una propuesta desconcertó: un emisiario de Diego Santilli quiso ser parte de la negociación y busca crecer en sus negocios con la Ciudad, Nación y provincias del interior. Marcos Podesta, dueño de distintas empresas, quiso colocar gente propia en el Gobierno desde principio de año. El negocio del gigante e invisible Grupo Varadero añadió ahora la unidad Colonia Suiza ART, prestadora del grupo, GEMEPE y otras. Son vínculos directos con el flamante ministro del Interior, Diego Santilli y del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, quien “terminó con el curro de los seguros” contratando a Marcos Podesta, quien tuvo la generosidad de prestarle más de medio millón de dólares al entonces funcionario de Mauricio Macri para comprar un departamento. Logró cancelar la deuda nueve meses. Creer o reventar. Quiere Podesta ser parte visible de la negociación por la silla número 2.
Silvia Lospenatto dijo en privado hace poco: “me cuesta demasiado no cumplir mi palabra”. Es la forma francesa de reconocer que no quiere la banca y que sabe que está para reorganizar el PRO desde Fundación Pensar, donde es vice de Maria Eugenia Vidal. Buscarán recuperar la impronta de un partido duro, dinámico, moderno y resolvedor.
:format(webp):quality(40)/https://newstadcdn.eleco.com.ar/media/2025/01/altri_tempi.jpg)
El pánico del macrismo es que la Legislatura termine por cristalizar la crisis que atraviesa el partido. El progresivo y sostenido desdibujo de la marca PRO hizo que hasta el socialismo integre un interbloque legislativo durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta. Un partido de baja intensidad ideológica, conformado por hombres de traje dispuestos a meterse en política a resolver problemas que dejaron los políticos, que odiaban “la rosca” y el periodismo – con sobradas razones-- terminó desdibujado, casos explícitos de neopotismo, malas costumbres, peores candidatos y denuncias de cartelización en la propia Ciudad. Algo impensado que enfurece a Mauricio Macri.
La silla número dos no debería ser de Hernán Lombardi a partir de diciembre. El desafio es renovar o aceptar. Mauricio Macri veta algunos nombres, traba y destraba a su criterio, y eso molesta. Esencialmente a su primo y alcalde, que busca la forma de que Gabriel Sánchez Zinny finalmente dé por comenzada su impronta innovadora de gestión que según dice él en voz baja, logrará la reelección de Jorge Macri, algo impensado hoy en base a los resultados de la última elección.
Jorge Macri busca cambiar el perfil de la gestión. Cuando tuvo que aplicar tolerancia cero al delito para mostrar dureza, no lo logró. Espacio Público de Ignacio Baistrocchi es un ministerio gigante con servicios y presupuestos enormes, pero críticas por una gestión poco presente para una exigencia capitalina que no se ve satisfecha. No es difícil la receta, el desafío es lograrla con sostenimiento en el tiempo: tolerancia cero, mano dura al delito, limpiar la ciudad con mayor visibilidad y recuperar la normalidad en el tránsito.
:format(webp):quality(40)/https://newstadcdn.eleco.com.ar/media/2025/11/desastre.webp)
Es el peor momento de los últimos treinta años en temas de tránsito con cioclovías sin uso que colapsan, como la de Marcelo T. de Alvear, la descarga ilegal a cualquier hora de camiones y comercios es la única norma, la mafia de los discapacitados que usan lugares para estacionar sin pausa. Todo un cóctel que transmite algo impensado, casi un oxímoron: el PRO no tiene gestión.
