Gracias totales
La palabra y el saber como motor del cambio cultural

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La cultura no se improvisa: no es moda, es contenido. Hablar con sentido también es un acto de valentía y rebeldía.
Quiero arrancar poniendo un poco de orden en estas líneas. Antes que nada, agradecerle a Pedro, que siempre supo ver en mí a ese periodista anónimo y confió en que mi laburo podía tener un lugar y un sentido dentro de Newstad. En la primera reunión que tuvimos con Piter coincidimos en algo muy simple: Maridaje venía a oxigenar la agenda diaria de política, economía y todas esas noticias que muchas veces nos dejan con sabor a poco. Un respiro. Un lugar para contar otras historias.
Y claro que pasó de todo este año. Cosas buenas, cosas no tanto. Eso es un hecho. Pero si algo aprendí en este tiempo trabajando dentro de una redacción es que las noticias no caen del cielo: hay que salir a buscarlas. Ahí está la diferencia. Eso fue lo que intentamos hacer desde Maridaje: contar historias, muchas poco conocidas, de personas vinculadas al mundo del vino, la gastronomía y, sobre todo, al disfrute de la vida. Somos una sección que pone el foco en la vida sibarita del lector. Entrevistamos, opinamos, contamos, debatimos, creamos espacios e intercambiamos miradas. De eso se trata Maridaje.
Mi segundo y especial agradecimiento es para todos los protagonistas que se sumaron sin dudarlo y con la mejor onda a participar de las notas. Sin el valor de su palabra, Maridaje hubiese sido apenas un espacio más de repetición de contenidos que ya circulan por todos lados. Desde nuestra humildad, buscamos darle una identidad propia, sin copiar y pegar lo que ya está hecho.
Desde mi rol de coordinador, redactor y "escritor", puse (y pusimos) mucha pasión en cada palabra. Lo disfruté muchísimo. Escribir siempre me gustó, contar historias y mantener informada a la gente es un gran privilegio, sobre todo en tiempos donde el valor de la palabra parece estar roto. Sí, amigos, son tiempos complicados, pero también tiempos en los que Pedro y Eugenia creyeron en hacer las cosas de otra manera: periodismo bien escrito, con contenido y con laburo detrás. Una vuelta al viejo periodismo. Quiero destacar especialmente los especiales y las notas de investigación: doy fe del enorme trabajo que hay detrás de cada una y que sin dudas fueron un gran atractivo de Newstad.
Y gracias, Euge. Sos un pilar fundamental, no solo para Newstad y Piter, sino también para mí y para todos los que pasaron y escribieron en el diario. Sos el cerebro de la planificación, siempre con la palabra justa y precisa. Valoro muchísimo tu vocación y tu profesionalismo, cualidades que hoy no abundan tanto.
Por último, gracias totales a los lectores. Gracias por abrirnos la puerta y tomarse unos minutos para leer cada nota. Ojalá se hayan llevado algo de conocimiento y cultura enogastronómica.
Sin dudas, este 2025 fue uno de los mejores años de mi vida. Gracias a mi familia -Les y Jacinta-, a mis viejos, a mis hermanos y a mis amigos, que siempre están con una palabra de aliento.
Gracias querido amigo por dejar expresarme con libertad.
Brindo por todos ustedes, por la familia. la cultura y por los valores.
¡Chin Chin!
