Innovación en la copa
La IA llegó a la bodega

Sommelier.
Muchos asocian la inteligencia artificial con robots o ciencia ficción, pero ya está presente en algo tan humano y ancestral como el vino. Las bodegas modernas la están usando para optimizar procesos, predecir cosechas y personalizar etiquetas.
Muchos se preguntarán que tiene que ver la IA con el vino, déjenme decirle que más de lo que creen. Y como es tema del momento hace tiempo, resulta casi imposible que no se instale en rubros que uno ni se imagina. El caso del vino es uno de ellos. O te amoldas a los tiempos de ahora o quedas fuera del sistema, esa frase hecha que nos persigue históricamente.
En esencia, la IA busca crear máquinas que puedan pensar, aprender y tomar decisiones de forma similar a los humanos. Pero a diferencia de lo que muchos piensan, la IA puede ser una herramienta muy útil y efectiva si se la sabe utilizar. Me refiero a que no podemos pretender que nos cocine y nos lave, tenemos que guiar la herramienta para que el resultado final sea más preciso. Y como toda tecnología nueva tiene sus seguidores y desertores, lo que la miran atemorizados. Yo creo que usándola para temas puntuales, nos puede servir y mucho.
La IA en la industria del vino y las bebidas
Dentro del ambiente del vino podemos encontrar muchas áreas con sus procesos. A diferencia de lo que piensan, ya casi no se elaboran vinos pisando las uvas. La tecnología empezó a llegar a la Argentina a principios de los años 90'. El cambio trascendental sucedió ahí, se modernizaron los procesos. Se instalaron maquinarias y tanques de acero inoxidable con tecnología de punta. Eso fue un hito importante dentro de este mundo. Maquinarias agrícolas y cosechadoras modernas, laboratorios, embotelladoras y mejoras en los servicios de logística, fueron cambios productivos que aceleraron tiempos. Ahora, ¿Quién puede bancar todo esto? Bodegas locales que tengan espaldas, proyectos con capitales extranjeros, vinos apuntados al volumen. Los proyectos pequeños aún siguen manteniendo las formas más tradicionales que requieren más personal, tiempo, dinero y esfuerzo. Muchas otras posiblemente tengan capital pero decidan optar por algo más manual y, sobre gustos no hay nada escrito.
Entonces, la IA está incorporándose de a poco en diferentes áreas de trabajo de las bodegas. Por ejemplo, podemos aplicarla en diferentes fases de los procesos:
- Etapa elaboración: Para controlar todo tipo de temperaturas. Realizar un seguimiento de las fermentaciones. Analizar datos.
- Etapa viñedos: Monitoreo en general. En la parte climática: prevenciones. Detectar y combatir enfermedades. Llevar un control parcelario. Verificar madurez.
- Área de Marketing: Comunicación y prensa. Diseños. Creación de contenido. Redes. Estrategias.
- Área comercial: Ventas online, análisis de mercado, estrategias. Competencia.
- Área enoturismo: Gestión de reservas. Tareas administrativas. Asistencia virtual para consultas. Experiencias.
Un ejemplo bastante reciente es el que logró Lucca Stradella, enólogo, ingeniero y creador del proyecto Cimarrón Wines Co, quien realizó la primera etiqueta argentina a través de la utilización de IA. Además, cada botella cuenta con un código único que puede canjearse por un NFT de la etiqueta, fusionando tradición vinícola con tecnología digital. https://cimarronwinesco.com/
Lucca, es cuarta generación de Bodegas Bianchi y hace algunos años que tiene su propio proyecto de vinos, mezclando parte de su tiempo entre San Rafael y Valle de Uco, las tierra de sus amores.
“Entre Gallos & Medianoche” surge como un Malbec-Malbec que combina dos terroirs distintos y con características única.
En el resto del mundo, hay varios casos de bodegas que ya cuentan con IA como parte del equipo. Una de las más reconocidas es Chateau Montelena, histórica bodega Californiana. Ha integrado IA en su viñedo mediante el uso de tecnología de reconocimiento facial. Los encargados del viñedo capturan imágenes de las plantas con sus teléfonos móviles, que luego son analizadas por un sistema de IA que evalúa factores como la inclinación de las hojas y sugiere ajustes en el riego y cuidado de cada vid. Esta aplicación permite un manejo más preciso y personalizado de los cultivos.
No creo que haya que temerle, solo tenemos que ser cuidadosos con su uso. Exagerar no tiene sentido, es preferible aprender antes de difamar algo que desconocemos ya que es una herramienta que llegó para quedarse.
¡Chin Chin!