Córdoba fue el escenario libertario
La Derecha Fest: ideas en pie de guerra rumbo a las elecciones

Periodista.

El evento reunió a intelectuales, políticos y activistas libertarios con un mismo objetivo: vencer en las urnas.
Anunciado como el mayor evento “anti-zurdo” del país, “La Derecha Fest” desembarcó en la ciudad de Córdoba, convocando a más de tres mil asistentes en el Hotel Quorum. Simpatizantes y militantes de la nueva derecha, identificados como "guerreros culturales", se congregaron para escuchar a los máximos exponentes de una batalla simbólica donde confluyen filósofos, politólogos, periodistas, cineastas, escritores, pastores evangélicos e influencers libertarios. El evento fue organizado por La Derecha Diario, la Agencia Gaucho y la editorial Hojas del Sur.
Desde las 15hs., decenas de personas formaron fila con la disciplina de un desfile militar. Aguardaban el ingreso al auditorio, donde los esperaban paneles para selfies, puestos de socialización y una Feria del Libro Libertaria. Allí podían adquirirse libros de los conferencistas, firmados al finalizar sus presentaciones. Los asientos eran numerados y se permitía el ingreso libre a las conferencias.
Entre los primeros en llegar destacaron figuras políticas como Lilia Lemoine, Celeste Ponce e Iván Dubois, cercanos al gobierno nacional, quienes se sacaron fotos con el público y ofrecieron entrevistas a medios y plataformas digitales.
Apertura: aliados espirituales
El evento fue inaugurado por Eliana Cere, influencer libertaria y columnista de Neura, vestida de blanco y con una sonrisa amplia. Desde las 18hs. hasta las 22:30hs. condujo la jornada con firmeza y entusiasmo. El primer bloque, titulado Los aliados espirituales, reunió a referentes religiosos como la pastora y politóloga Evelyn Barroso, quien afirmó: “La familia es la primera y última trinchera. Desde allí salimos a dar batalla”.
Rigoberto Hidalgo, escritor e influencer costarricense, habló sobre El circo del ateísmo, y sentenció: “El ateísmo, el progresismo y el aborto son basura. Si Dios existe, existe identidad; todo pensamiento que no se alinee a la familia debe ser callado”.
El pastor evangélico Gabriel Ballerini, por su parte, citó pasajes bíblicos vinculando fe y militancia. “La batalla es espiritual, es cultural, pero también es electoral”, sostuvo.
El auditorio aplaudió de pie. Más allá de las diferencias confesionales, la fe, la política y el anhelo de cambio aparecieron como pilares comunes.
Guerra de medios: Javier Negre
El periodista español Javier Negre relató su experiencia como comunicador independiente. Contó cómo renunció a un diario por negarse a traicionar sus convicciones y fundó con un grupo de amigos La Derecha Diario, que creció hasta convertirse en uno de los medios conservadores más leídos del mundo hispano.
“Dios me puso en el mejor país del mundo: Argentina”, aseguró emocionado. Dijo haber iniciado su trámite de ciudadanía y alentó a quienes emprenden desde cero a confiar en sí mismos y persistir, incluso en contextos adversos.
Entre sátira y denuncia: Diego Recalde
“¡Cómo ruge la leonera!”, exclamó el escritor y cineasta Diego Recalde al iniciar su intervención. Con humor filoso y estilo de stand-up, abordó la coyuntura política. “La izquierda es una banda de punk neonazi de adolescentes tardíos que nadie quiere escuchar. Aunque la gente se va, ellos siguen tocando. Al final, quedan dos personas: el 2%”, dijo, provocando carcajadas entre los presentes.
El Gordo Dan y el fin del discurso progre
Daniel Parisini, conocido como El Gordo Dan, aseguró que el discurso progresista “barato” ya no seduce a los argentinos. “El rugido del león los despertó de la pesadilla comunista, donde no se sabe cuántos géneros existen ni cuándo empieza la vida”, sentenció. Equiparó los celulares a armas de fuego: herramientas de combate cultural en manos de los libertarios.
Nicolás Márquez: entre traiciones y estrategia
El abogado y escritor Nicolás Márquez arremetió contra los referentes del kirchnerismo, a quienes tildó de traidores. Habló de las tres grandes batallas: cultural, política y de gobierno. Reivindicó el liderazgo de Milei en estos frentes y llamó a los presentes a pasar de “habitantes” a “ciudadanos protagonistas”, especialmente en las elecciones de octubre.
“La batalla cultural es clave: persuadir, argumentar, desenmascarar. Pero también necesitamos estructura política para transformar esas ideas en poder”, explicó.
Agustín Laje: valores, moral y pasión por la libertad
El politólogo cordobés Agustín Laje, uno de los principales referentes de la Batalla Cultural, hizo un recorrido por citas bíblicas y filosóficas para sostener que la derecha se basa en la autosuperación y el amor propio, mientras que la izquierda se alimenta de la envidia y el resentimiento.
Según Laje, “el valor de la igualdad es exacerbado por la izquierda, mientras que la libertad lo es por la derecha”. Mostró estudios que, según dijo, vinculan mayor felicidad personal con ideas de derecha, y destacó los bajos niveles de satisfacción entre miembros de la comunidad LGBTQ.
Finalizó exhortando a una “paliza electoral” en octubre.
El cierre: llega Javier Milei
La tensión llegó a su punto máximo cuando ingresó el presidente Javier Milei. El público, enardecido, rompió filas y se amontonó cerca del escenario para recibir al líder libertario.
“¡Saquen al pingüino del cajón! ¡Viva la libertad, carajo!”, gritó al comenzar, en alusión al kirchnerismo. Detalló que su gobierno combate en tres frentes: la gestión, el poder institucional y la batalla cultural.
En el frente de gestión, destacó la baja de la inflación “sin controles”, la reducción de la pobreza y las 2.800 reformas estructurales “28 veces más que Menem”.
En el frente institucional, señaló la importancia de obtener poder legislativo para profundizar los cambios, y elogió la figura del “Jefe”, ovacionado por el público.
En el frente cultural, citó a Laje y aseguró que “quien gana la cultura, domina la política”. Remarcó que la izquierda ha destruido el país, pero “la batalla recién empieza”.
“Muchos se van a sorprender en octubre. Ya les ganamos antes, y volveremos a hacerlo”, aseguró. Cerró su discurso con un grito: “¡Viva la libertad, carajo!”.