CFK presa
La Causa Vialidad: paso a paso de una investigación histórica

La ex presidente y un recorro por la investigación que la dejó afuera del año electoral por corrupción.
Después de más de una década de demoras, presiones y maniobras políticas, la Justicia finalmente condenó a Cristina Fernández de Kirchner por corrupción en la emblemática causa “Vialidad”, una investigación que explicó el desvío de fondos públicos más grande desde la vuelta de la democracia.
La expresidenta fue sentenciada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, por administración fraudulenta agravada. La Corte Suprema de Justicia rechazó los últimos recursos y habilitó que el Tribunal Oral Federal N.º 2 ejecute la pena. La impunidad, esta vez, no pudo.
¿Qué es la causa Vialidad?
La causa conocida como “Vialidad” se refiere al desvío sistemático de fondos públicos destinados a la obra pública vial en la provincia de Santa Cruz entre los años 2003 y 2015, cuando los Kirchner gobernaron sin pausa.
El eje central del expediente es el beneficio irregular al empresario santacruceño Lázaro Báez, quien pasó de ser un empleado del banco de Santa Cruz a uno de los contratistas más ricos del país, con más de 50 contratos de obra pública adjudicados en tiempo récord, licitaciones amañadas y pagos anticipados sin justificación técnica.
Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, el 78% de las obras viales adjudicadas en Santa Cruz fueron a parar a empresas de Báez, quien montó un holding de constructoras —como Austral Construcciones— con el exclusivo objetivo de recibir fondos del Estado y derivar parte de ese dinero hacia bolsillos privados.
¿Cuánto duró la causa?
La investigación judicial comenzó en 2016, luego del cambio de gobierno. La instrucción estuvo a cargo del juez federal Julián Ercolini y del fiscal Gerardo Pollicita. El juicio oral, llevado adelante por el Tribunal Oral Federal N.º 2, empezó en mayo de 2019 y duró más de tres años. Contó con la participación clave de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, que en un alegato histórico calificaron los hechos como una “asociación ilícita que funcionó dentro del Estado”.
La sentencia fue leída el 6 de diciembre de 2022, y en junio de 2025 la Corte Suprema dejó firme la condena, allanando el camino para que se ejecute la prisión y el decomiso de los bienes involucrados.
¿Qué se probó?
Durante el juicio, la Justicia probó que existió un plan sistemático para beneficiar a Báez con fondos públicos. Algunas cifras que pintan el escándalo:
51 contratos viales otorgados a Báez en Santa Cruz entre 2003 y 2015.
Más del 85% de esas obras quedaron inconclusas o con sobreprecios millonarios.
El Estado desembolsó más de 85 mil millones de pesos que, en gran parte, no se destinaron a infraestructura sino a enriquecer ilícitamente a los involucrados.
La maniobra tenía un patrón repetido: se armaban licitaciones “a medida” para las empresas de Báez, se autorizaban pagos anticipados, no había control de avance ni auditoría real, y los contratos eran inflados. En paralelo, parte de ese dinero volvía a los Kirchner a través de negocios simulados como alquileres de habitaciones de hoteles y propiedades.
¿Quiénes fueron los protagonistas?
Entre los condenados figuran:
Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta: seis años de prisión e inhabilitación perpetua.
Lázaro Báez, empresario: seis años de prisión.
José López, exsecretario de Obras Públicas (famoso por los bolsos con millones de dólares en un convento): seis años.
Nelson Periotti, extitular de Vialidad Nacional: seis años.
Otros cinco exfuncionarios de Vialidad Provincial y Nacional: condenas de entre tres y cinco años.
Fueron absueltos en este juicio el exministro de Planificación Julio De Vido, Abel Fatala, Carlos Kirchner y Héctor Garro.
¿Y ahora qué sigue?
Con la condena firme, el Tribunal Oral Federal N.º 2 ya comenzó los pasos para ejecutar las penas. Cristina Kirchner pidió prisión domiciliaria y que no se le coloque tobillera electrónica. La fiscalía solicitó que todos los condenados sean detenidos y que se recupere el dinero malversado mediante el decomiso de bienes y cuentas bancarias.
Desde el punto de vista político, Cristina quedó fuera de cualquier elección futura: no podrá ser candidata ni ejercer ningún cargo público.
Corrupción o justicia
La causa Vialidad es, para muchos argentinos, la confirmación de algo que ya se sabía pero que costó probar durante años: que existió un mecanismo de corrupción institucionalizado durante el kirchnerismo, y que la política sirvió como escudo para el saqueo del Estado.
Como dijeron los fiscales al cerrar su alegato: “Este juicio nos obliga a elegir: o corrupción, o justicia. La Argentina no puede convivir con ambas”.
Hoy, al menos, la Justicia empezó a recuperar algo de lo perdido.