Una ciudad narrada desde sus sombras
La Buenos Aires que Mujica Láinez sigue revelando

Politóloga.

Su libro de 1950, entre leyenda y denuncia, ofrece hoy una clave para entender la identidad porteña que aún titila.
En Misteriosa Buenos Aires, Manuel Mujica Láinez traza un mapa que va más allá de la geografía: recorre las capas invisibles del tiempo, las máscaras del poder, las cicatrices del deseo y los pliegues de una ciudad que nunca termina de saberse a sí misma. Publicado en 1950, este libro propone una mirada irónica, melancólica y profundamente estética sobre la identidad porteña, desde la primera fundación hasta los albores del siglo XX. Pero lo que conmueve y sorprende es su vigencia.
A través de cuarenta y dos cuentos breves, Mujica Láinez construye una Buenos Aires contradictoria: orgullosa y decadente, cosmopolita y provinciana, brillante en sus vitrinas pero descompuesta en sus sótanos. Esa tensión, esa dualidad, todavía persiste. Hoy, en pleno siglo XXI, la ciudad sigue preguntándose qué significa “ser porteño”. ¿Es una actitud, un tono, un mito? ¿Un gesto de superioridad estética o una melancolía heredada?
En la Buenos Aires de hoy, atravesada por crisis que se repiten, barrios que se transforman bajo la presión de renovaciones que expulsan a sus propios vecinos, y torres de vidrio que avanzan sobre casas bajas, la pregunta por la identidad no es solo un tema literario: es una inquietud política, simbólica y profundamente personal. Como si la ciudad, al igual que los personajes de Mujica Láinez; sirvientas invisibilizadas, nobles en ruinas, fantasmas que aún recorren salones vacíos, siguiera atrapada entre la nostalgia de un esplendor narrado y la incertidumbre de su realidad presente.
Muchos de estos cuentos tienen algo de leyenda, algo de denuncia y algo de luto. Y ese cruce es lo que los vuelve tan actuales: porque nos hablan de lo que la ciudad oculta. De lo que no se dice en los discursos oficiales. Del margen, de lo invisible, de lo que se niega pero persiste. Por eso Misteriosa Buenos Aires no es solo un libro sobre el pasado: es una lente para mirar el presente. Una forma de entender que toda ciudad es también su relato.
Manuel Mujica Láinez (1910–1984), autor de esta obra clave, fue uno de los grandes estilistas de la literatura argentina. Periodista, cronista, ensayista, descendiente de una familia aristocrática, supo combinar erudición, ironía y sensibilidad en cada texto. Su mirada no es condescendiente ni nostálgica: es crítica, elegante y profundamente humana. Obras como Bomarzo, El unicornio o esta misma colección muestran su capacidad para narrar desde los márgenes, aun cuando su prosa pareciera construida desde los salones de la alta cultura.
Releerlo hoy es un acto necesario. Porque, en tiempos de aceleración y olvido, Mujica Láinez nos recuerda que las ciudades no son solo cemento y tránsito, sino también historias pequeñas, voces apagadas, mitos que insisten. Releer Misteriosa Buenos Aires es detenerse a mirar lo que se transforma y lo que permanece. Es preguntarse por el alma de la ciudad. Y sobre todo, es aceptar que esa alma, por momentos, sigue siendo un misterio.