Nuevo estatuto de la PFA
Javier Milei y Patricia Bullrich convierten la Policía Federal en un FBI: sus nuevos objetivos

Periodista. Locutor.

La PFA reorienta su misión y dejará de ser una fuerza de calle para enfocarse en investigaciones complejas. Las dudas sobre sus nuevos alcances.
En el marco de la Ley Bases recientemente sancionada, el Gobierno oficializó una reforma integral de la Policía Federal, orientada a convertirla en una fuerza federal de investigación, especializada en delitos complejos y crimen organizado. Javier Milei y Patricia Bullrich anunciarán la medida este martes por la tarde.
A través de un decreto presidencial, se aprobó el nuevo Estatuto de la Policía Federal y se dispuso un proceso de reestructuración y modernización institucional que incluye cambios en su misión principal, su estructura organizativa, su sistema de formación y su presupuesto.
De policía de calle a fuerza investigativa federal
Los cambios ya fueron detallados en el Boletín Oficial. El texto argumenta que el traspaso de competencias locales a la Ciudad de Buenos Aires y los nuevos desafíos en materia de seguridad exigen una redefinición del rol de la Policía Federal (PFA). La institución dejará de cumplir funciones de seguridad urbana en la Capital Federal para concentrarse exclusivamente en la prevención, detección e investigación de delitos federales, como el narcotráfico, la trata de personas, los delitos económicos y cibernéticos, entre otros.
Asimismo, se subraya que la actual Ley Orgánica de la PFA, sancionada en 1958, quedó obsoleta frente a la evolución normativa, tecnológica y criminal de las últimas décadas.
Reestructuración, control y profesionalización
Entre los principales ejes del plan se destacan:
Nueva estructura más eficiente: se apunta a una fuerza más reducida, con mejor rendimiento operativo y mayor capacidad investigativa.
Control interno reforzado: la Dirección General de Asuntos Internos ampliará su autonomía y reportará funcionalmente al Ministerio de Seguridad Nacional.
Revisión del personal: se redefinirá el perfil de los agentes y se reducirá progresivamente el número de nuevos ingresantes, priorizando calidad sobre cantidad.
Ingreso de universitarios: se lanzará un programa para incorporar profesionales ya graduados, replicando modelos como el del FBI estadounidense.
Modernización tecnológica y formativa: se invertirá en herramientas informáticas, tecnología forense y programas de capacitación adecuados a la nueva misión.
Además, el decreto faculta al Ministerio de Seguridad a exceptuar del retiro obligatorio a oficiales superiores y, si fuera necesario, reincorporar efectivos retirados para colaborar con la transición.
Financiamiento con ahorro y objetivos estratégicos
La reforma estará acompañada por la creación de un Programa Presupuestario de Modernización, financiado mediante los ahorros que genere la reducción del ingreso de personal. Los recursos se destinarán a equipamiento, infraestructura y soluciones tecnológicas.
La reasignación del personal y el despliegue territorial de la fuerza se definirá según criterios que establecerá el Ministerio de Seguridad, en función de las amenazas federales más relevantes. Los objetivos estratégios del nuevo estatuto de la PFA son:
- Actualizar las facultades y estructura organizativa de la Fuerza para cumplir con su nueva visión y misión.
- Priorizar y reasignar recursos conforme a las nuevas necesidades.
- Fortalecer el sistema de recursos humanos con el fin de contar con personal competente, motivado y altamente capacitado.
- Modernizar protocolos, procesos y mecanismos de articulación, en particular los referentes a investigación.
- Adquirir y utilizar en forma efectiva las Tecnologías de la Información y Comunicación y Tecnología Forense.
- Fortalecer la gobernanza y liderazgo de la Fuerza.
Cuestionamientos de los nuevos alcances de la PFA
El nuevo empoderamiento a la Policía Federal generó cuestionamientos desde la oposición, organismos de DDHH y sociales. Dos puntos en particular activaron la controversia: el patrullaje virtual sin orden judicial y la posibilidad de detenciones preventivas sin intervención de un juez.
Uno de los cambios más significativos que se prevé implementar es la habilitación para que los efectivos policiales puedan monitorear redes sociales de manera autónoma, sin requerir autorización judicial, como método de prevención e identificación de presuntos delitos.
Según cirucula en el documento que circula en la PFA, esta medida deberá “respetar la libertad de expresión, la intimidad y los datos personales”, pero no establece mecanismos concretos de control o supervisión externa.
Otro de los puntos más cuestionados es la habilitación para que los agentes puedan detener a una persona sin intervención judicial previa, siempre que existan “elementos suficientes” que les permitan presumir que esa persona hubiera cometido o pudiera cometer un delito. No queda claro qué son elementos suficientes y quien lo determina.
Un cambio de paradigma
Con esta reforma, el Ejecutivo busca alinear la actuación de la Policía Federal con los desafíos actuales de la criminalidad transnacional, en línea con las prácticas de fuerzas investigativas internacionales. El nuevo Estatuto constituye —según el Gobierno— un paso clave hacia una fuerza más profesional, moderna y efectiva en la lucha contra el crimen organizado.