Con el pie derecho
Fatiga decisional: el gran saboteador

Master Coach Ontológico Profesional.

Un enemigo silencioso que agota, limita y anula tus recursos
En entornos complejos y cambiantes como el argentino —donde lo único estable es el vaivén— los líderes no solo enfrentan desafíos económicos o políticos. Lidian, sobre todo, con un enemigo sigiloso que desgasta su claridad, merma su efectividad y sabotea su capacidad de priorizar: la fatiga decisional.
Este fenómeno no es una metáfora. Es un desgaste real, medible y peligrosamente extendido. Según estudios citados por Forbes, el 68% de los ejecutivos afirman que la sobrecarga de decisiones afecta directamente su pensamiento estratégico. Y un informe de la CNN advierte que tomamos alrededor de 35.000 decisiones diarias. Solo imagínate eso en medio de una jornada de crisis cambiaria, urgencias operativas y fuego cruzado emocional.
Como afirma el psicólogo social, Barry Schwartz “mientras más elecciones tenemos, más difícil se vuelve elegir bien.”
El rostro de la fatiga: decidir hasta el agotamiento
La fatiga decisional no distingue nivel jerárquico. Barack Obama, por ejemplo, usó siempre trajes del mismo color para evitar gastar energía mental en decisiones irrelevantes. Su objetivo era claro: preservar su lucidez para lo trascendente.
Esto no es intuición: la neurociencia lo confirma. Un estudio con jueces de libertad condicional mostró que, al comenzar el día, el 65% de los pedidos eran aprobados; a media tarde, ese número caía al 0%. Solo tras una pausa, la mente volvía a pensar con claridad. ¿Te hace sentido eso cuando te ves postergando decisiones complejas después del almuerzo?
En coaching ontológico decimos: todo acto lingüístico que no proviene de un observador consciente, es un acto ciego. Y un liderazgo que decide en automático, se vuelve errático.
Lecciones de gigantes: cómo deciden los CEOs de alto rendimiento
1. Tim Cook y su amanecer estratégico:
El CEO de Apple se despierta a las 3:45 am, no por obsesión, sino porque sabe que en esas primeras horas reside su “zona cognitiva sagrada”. Antes de que el mundo interrumpa, él decide lo esencial.
2. Jeff Bezos y la delegación radical:
Bezos duerme 8 horas y solo participa en decisiones estratégicas que cumplan la regla de la “regla de dos pizzas”: si no puede resolverse entre pocos, no lo atiende. Las demás elecciones se automatizan o se delegan.
3. Warren Buffett y el filtro de excelencia:
Lee 500 páginas al día. Y si una decisión no le genera un 90% de certeza, la descarta. Él elige menos, pero mejor.
Más allá de las técnicas: la resiliencia decisional como competencia clave
Las estrategias ayudan, pero en tiempos hipercomplejos, lo que define al liderazgo no es tanto el proceso, sino la capacidad de sostener la lucidez frente al agotamiento. Por eso, propongo dos recursos transformadores:
Green time digital:
Un estudio reciente muestra que equilibrar el tiempo en pantalla con contacto con la naturaleza reduce la fatiga cognitiva en un 40%. Un CEO argentino de la industria agroalimentaria implementó “caminatas sin celular” entre reuniones. El resultado: mayor claridad, menor irritabilidad y decisiones más consistentes.
IA como socio:
La inteligencia artificial puede ser una gran aliada para automatizar decisiones operativas. Netflix creó el botón “Play Something” para liberar al usuario de elegir. ¿Por qué no diseñar tu propio botón para lo rutinario y liberar tu mente para lo estratégico?
El legado de tus decisiones
La fatiga decisional no es un síntoma menor; es una alerta silenciosa de que tu liderazgo necesita rediseñarse. Como dice Roy Baumeister: “Gestionar tu energía mental no es una estrategia de productividad. Es una condición para que tu propósito sobreviva.”
En contextos volátiles como el nuestro, las decisiones que tomás hoy no solo afectan balances o KPIs: moldean el tejido cultural de tu organización, tu estilo de liderazgo y el futuro de tu equipo.
Por eso, cuando sientas que el peso de elegir te abruma, recordá esto:
Obama no evitaba elegir trajes; evitaba perder el foco.
Tim Cook conquista su amanecer para decidir con lucidez.
Jeff Bezos protege su descanso como escudo contra el desgaste.
Preguntate qué ritual estás dispuesto a crear para honrar tus decisiones.
Decidir es un acto de liderazgo interior
La fatiga decisional no es solo un obstáculo técnico; es una fractura silenciosa en la coherencia entre tu propósito y tu presente. Cuando el cansancio mental toma las riendas, no solo se empobrecen las decisiones, se debilita la visión.

En tiempos como los que vivimos en Argentina —de inflación, turbulencia política, económica y social, reinvención forzada— la verdadera ventaja competitiva no es la velocidad, ni la hiperproductividad, ni siquiera la tecnología. Es la lucidez emocional y cognitiva para decidir con sentido.
Porque cada decisión que tomás —desde delegar un proyecto hasta detenerte cinco minutos a respirar antes de entrar a una reunión— es una declaración existencial: "Esto es lo que elijo sostener en este mundo."
Los grandes CEOs no vencen la fatiga solo con agendas óptimas, IA o trajes iguales. La vencen porque saben que están eligiendo no solo por sus empresas, sino por el futuro que quieren dejar. La energía que protegen es el combustible de su legado.
Entonces, cuando te sientas saturado, nublado, bloqueado, no postergues tu lucidez. Salí a caminar. Pedí ayuda. Respirá con conciencia. Automatizá lo trivial. Y volvé a tu centro.
No tomes decisiones agotado: tomalas despierto.
Porque liderar no es acertar todo el tiempo; es tener la fuerza interior para elegir, una y otra vez, lo que está alineado con quien decidiste ser.