Transparencia como política de Estado
Eugenia Talerico impulsa un gran acuerdo nacional contra la corrupción

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La dirigente de Potencia Buenos Aires propone un “Shock de Integridad” con diez medidas urgentes.
La fundadora de Potencia Buenos Aires presentó una propuesta integral que busca endurecer penas, transparentar el financiamiento político y devolver autonomía a los organismos de control. Plantea un pacto con el empresariado y la participación activa de la sociedad civil. Su diagnóstico: sin integridad no habrá estabilidad macroeconómica.
Una agenda anticorrupción como política de Estado
María Eugenia Talerico lanzó un llamado directo al Presidente de la Nación: la necesidad de encarar un “Shock de Integridad” para enfrentar de raíz el problema estructural que carcome a la Argentina. Según explicó, el país arrastra un descrédito histórico que no solo erosiona la confianza ciudadana en las instituciones, sino que también debilita las posibilidades de desarrollo económico sostenible.
“Frente a los hechos de público conocimiento, y más allá de la rendición de cuentas que corresponde ante la Justicia y la sociedad, es imprescindible diseñar políticas públicas sistémicas que introduzcan un verdadero shock de integridad”, señaló Talerico.
Un diagnóstico con mirada internacional
Uno de los puntos centrales de la propuesta consiste en solicitar al Fondo Monetario Internacional (FMI) un “diagnóstico de buen gobierno”.
Al ser consultada por Newstad sobre la razón de esta iniciativa, Talerico respondió:
“¿Por qué propongo? Porque el Fondo Monetario o los organismos internacionales, también puede ser el Banco Mundial, también puede ser el BID, tienen áreas muy específicas de asistencia técnica hacia los países, incluso sin contraprestación, para poder hacer estos diagnósticos y evaluaciones de riesgos.”
En ese sentido, considera que pedir esta evaluación es un primer paso para mostrar al mundo un cambio de rumbo institucional.
Expectativas hacia el Gobierno
Talerico también dejó en claro sus expectativas por parte del Poder Ejecutivo.
“Y obviamente lo que espero es que el presidente, el gobierno en su máximo nivel, adopte como política pública anticorrupción esta implementación para la República Argentina, porque el pilar de la integridad es uno de los pilares de estabilidad macroeconómica y que nos va a permitir que la Argentina genere confianza con todo el prontuario que tiene, porque Argentina tiene antecedentes muy malos y muy mala reputación, y esta es una manera de empezar a mostrar que Argentina esta vez lo va a hacer de una manera distinta.”
Diez medidas urgentes
La agenda del “Shock de Integridad” se plasma en un paquete de diez medidas concretas que, según Talerico, deberían ser debatidas y puestas en marcha de inmediato:
- Pacto de Integridad con el empresariado que contrata con el Estado, para fijar reglas claras de transparencia.
- Transparencia absoluta en el financiamiento político y sanciones ejemplares contra el financiamiento ilícito.
- Penas más severas por delitos de corrupción y contra la administración pública.
- Aprobación de la Ley de Ficha Limpia, que inhabilita a candidatos con condenas firmes.
- Autonomía real de la Oficina Anticorrupción (OA) y la Unidad de Información Financiera (UIF), sin injerencias del poder político.
- Incorporación de partidos y alianzas electorales como sujetos obligados ante la UIF, para que deban justificar el origen de los fondos.
- Restituir a la OA y a la UIF la potestad de querellar en causas de corrupción y lavado.
- Habilitar por ley a la sociedad civil como querellante en casos de corrupción.
- Reenviar al Congreso un proyecto de extinción de dominio, para recuperar fondos y activos provenientes de delitos de corrupción.
- Reforzar con recursos las fiscalías especializadas, que hoy funcionan con limitaciones.
Un mensaje hacia dentro y hacia afuera
Para Talerico, la implementación de este plan enviaría un doble mensaje: hacia dentro, al ciudadano argentino que exige reglas claras y mayor confianza en sus instituciones; y hacia afuera, a los organismos internacionales y a los inversores que necesitan señales de previsibilidad.
“El Shock de Integridad es la base para recuperar la confianza en las instituciones y reconstruir un país donde las reglas sean claras. Solo así vamos a poder mirar al futuro con esperanza”, concluyó.