Batalla campal en el Congreso
Escándalo en Diputados: Milei pide acabar con el kirchnerismo en octubre

La sesión se levantó sin debatir retenciones, salud mental ni pymes por el desborde en el recinto.
El recinto de la Cámara de Diputados vivió una jornada tensa que terminó en escándalo y con la sesión levantada de manera abrupta por el presidente del cuerpo, Martín Menem. En medio del caos legislativo, el presidente Javier Milei volvió a cargar contra el kirchnerismo y aprovechó el episodio para redoblar su apuesta política de cara a las elecciones legislativas de octubre.
“En octubre podemos terminar con ese castigo social sobre los argentinos de bien llamado kirchnerismo”, escribió Milei en sus redes sociales. Su mensaje fue una defensa directa del diputado libertario José Luis Espert, blanco de las críticas y los ataques verbales durante la sesión por parte de legisladoras de Unión por la Patria (UxP).
El escándalo comenzó cuando Espert volvió a ser increpado por un grupo de diputadas kirchneristas, con quienes mantiene una larga controversia por sus exabruptos —incluidos insultos contra Florencia Kirchner— y por el ataque sufrido en su domicilio, donde le arrojaron bosta. La investigación judicial por este hecho ya tiene cuatro detenidos, incluyendo a una funcionaria del municipio de Quilmes, lo que generó un creciente malestar incluso en el seno del peronismo.
La situación se volvió incontrolable. Hubo empujones, gritos y escenas de desorden total que forzaron a Menem a levantar la sesión. En el breve tiempo que duró el debate, solo se aprobaron los emplazamientos para tratar el aumento del presupuesto universitario y la emergencia del Hospital Garrahan. Quedaron pendientes otros puntos sensibles como las retenciones agropecuarias, las pymes y la salud mental.
Desde su cuenta en redes, Espert también lanzó una respuesta categórica: “Este es el kirchnerismo”, mensaje que fue replicado por el presidente Milei, en lo que significó una señal política clara de respaldo.
La imagen del Congreso sumido en gritos, forcejeos y acusaciones cruzadas se volvió rápidamente viral. Para Milei, el caos fue la excusa perfecta para reinstalar su discurso contra “la casta” y llamar a “barrer con lo viejo”. Mientras tanto, en los pasillos del Congreso crece la preocupación por el deterioro del debate democrático y la violencia política en ascenso.