Panorama político
Empezó la guerra: Los Menem y Karina van por Caputo y lo quieren fuera del Gobierno
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Un entramado de un conflicto que recién empieza y que promete el final De Santiago Caputo o de Martin Menem.
“Es este chiquito Caputo que no tiene códigos, no entiende cómo funciona, no se puede trabajar con un chico así”. Un Menem conversa en el entretiempo del partido de River, antes de los penales que le permitieron sonreir. La familia Menem y esencialmente Karina Milei constataron que Santiago Caputo trabaja en contra de los deseos del Gobierno, que combina su estrategia con Marcela Pagano y su marido, el operador Franco Bindi, y que la guerra según ellos termina con Caputo en el ostracismo. Dicen, incluso, que deberá elegir si es afuera del país.
Los Menem determinaron la muerte de Caputo la semana pasada, tal vez, la más difícil desde diciembre de 2023. Será el final del super asesor o de la familia Menem, lo que arroja en las apuestas una asimetría difícil de rotar a favor de Eduardo Lule Menem y su primo Martín. Karina Milei sabe que no hay retorno con Caputo, lo que viene puede ser buenos modales, tiempismos y estrategias, pero Caputo no forma más parte del triángulo de hierro. Caputo busca operar sistemáticamente a Martín Menem para romper la relación con Karina Milei, algo que no logra hace dos años y medio.
Es un entramado de una opacidad sin precedentes. Marcela Pagano escribió con el estilo rústico y primario que la caracterizó y que no cambió, una carta a Javier Milei, quien no le contesta hace tiempo. Aclaró entonces su despedida del liberalismo tras dos años de existencia, y su marido, artífice de sus traspiés pero padre de la hija, se conectó con Santiago Caputo para poner a disposición sus servicios de operaciónes burdas y edición y recorte de realidad, eso que quiso hacer en el desastre que fue su paso por Extra TV.
Una pata de esta guerra de servicios es el proyecto de Pablo Toviggino, Carnaval Stream, donde los fondos reservados son la única moneda de pago y la mesa es más parecida a la de un quirófano que a la de un medio de comunicación. Marcela Pagano y su pareja maridan con Mauro Federico y Jorge Rial, al compás de Fabián Doman, ex jefe de las oficinas de la SIDE en USA. Los audios editados se revelaron en ese canal, mientras Toviggino teje alianza para que Franco Bindi abandone ExtraTV y se una a Carnaval.
Otro que orbita es Tomás Méndez, viejo lobo de los servicios, que sigue embelesado con Franco Bindi y lo quiere siempre cerca suyo, más de lo esperable. En su momento, Mendez trato de operar a Martin Menem con el tema valijas de USA, justo cuando se dieron dos situaciones importantes: Martin Menem evaporó los sueños de Pagano de presidir la comisión de Juicio Político a pesar del trabajo que había hecho la periodista con sus ahora socios kirchneristas, y se vinculó a Pagano por pavonearse en reuniones comentando su relación con Roberto García Moritan. Quienes conocen a Menem aseguran que lo que esencialmente ocurrió es que Marcela Pagano quiso seducir sin éxito a Menem y comenzó la ira de la bonaerense. No es la primera vez que Pagano recurre al mismo método, lo sabe la familia Nápoli mejor que nadie.
La llegada de Laura Belén Arrieta con sus equipajes fueron filmadas, distribuidos y guionadas bajo la atenta mirada de Fernando Muriel, ex abogado de Cristina Kirchner y titular del ORSNA, parte del ecosistema de Bindi, y del juez Federico Villena de Lomas de Zamora. Todo un entramado inescrupuloso a ojos del Gobierno, que ahora incluye a la participacion necesaria de personas allegadas a Santiago Caputo. Quienes patean los pasillos del Congreso aseguran que Leopoldo Moreau tiene a Bindi como asesor y hay contratos millonarios que van a las arcas del matrimonio Pagano - Bindi, lo que les permitió hacerse de una casa de un millón y medio de dólares en Nordelta. ¿Nadie se pregunta cómo logró la hija de una familia humilde del Conurbano vivir en Nordelta sin haber tenido altos cargos ni herencia millonaria? Privilegios de la casta.
Bindi intenta crecer en el mundo del espionaje a pesar del veto inamovible que tiene de Jaime Stiuso. Logró cafetear algún verano con Fernando Pocino, pero su ascenso vive trabajo por formas y conexiones que lo dejan afuera de la confianza del mundo de la Inteligencia, donde esencialmente predominan profesionales que resuelven problemas y diseñan estrategias para evitar desastres, no informes para el periodismo que busca cambiar el auto o mudarse.
El croquis añade también los “caputistas” que apostaron por el joven Santiago y no por Karina. Se enrolan allí el hijo de Mauro Viale y el militante kirchnerista Manuel Jove, quien acepta en sus chats secretos de Telegram las coordenadas del asesor estrella. Todo aceitado bajo una sonrisa fumadora que le permite tener una pata en la cueva progresista Blender, y otra en TN, donde se configuró un programa político de ataque constante en la cara del hijo de Viale para contrarrestar el mileismo que militó sin atragantarse durante dos años.
Hay un sector del periodismo que cayó fascinado en el estilo misterioso y atrapante de Santiago Caputo, por eso pudo guionar su propia biografía y conversar a diario con el hijo de Mauro Viale para plantear editoriales como la del viernes, donde abiertamente Caputo habló de la corrupcion del Gobierno. Ahora bien, un mal pensado podría bosquejar el motivo por el cual nunca aceptó un cargo público: no hay un papel oficial firmado por Caputo, hay miles de papeles con la firma de Javier o Karina Milei.
Mañana es lunes, y Santiago Caputo no es más parte de la confianza del extinto triángulo de hierro. Ahora Karina Milei sabe que Santiago Caputo conspira en su contra y que el Presidente más tarde que temprano lo devolverá al anonimato, eso que tuvo hasta hace veinte meses.