Elecciones 2025
El regreso de Larreta: ¿Una jugada contra Macri, revanchismo o el principio del fin?

Periodista.

El exjefe de Gobierno anunció que podría competir en las próximas elecciones. La decisión puede interpretarse como una disputa de poder o una manera de ganar espacio en el PRO. También encierra el riesgo de volver a fracasar.
La posible candidatura de Horacio Rodríguez Larreta para las elecciones legislativas de este año reabre viejas tensiones dentro del PRO y plantea interrogantes sobre el futuro del partido que fundó Mauricio Macri. Más que una simple postulación, la movida de Larreta parece una jugada estratégica que podría redefinir los equilibrios internos y recalibrar las alianzas opositoras.
La figura de Larreta siempre representó el ala moderada del PRO, en contraposición al macrismo más duro. Su candidatura —dicen que será por el Partido Federal— podría atraer a sectores de centro y votantes más dialoguistas, pero a costa de fracturar la base electoral tradicional del partido. Con Mauricio Macri aun marcando el pulso interno, la entrada de Larreta en la contienda amenaza con dividir el voto opositor y debilitar al PRO frente a un escenario político cada vez más atomizado.
El riesgo mayor no es solo la pérdida de votos hacia otras fuerzas, sino que esta interna abierta erosione la imagen de cohesión que el PRO supo construir en sus años de gobierno. Con Milei consolidando su núcleo libertario y el peronismo buscando reordenarse, el PRO enfrenta el peligro de quedar atrapado en su propia pelea intestina.

La gran incógnita es si la candidatura de Larreta responde a una voluntad real de disputar poder o si es una jugada táctica para negociar espacios. Pero detrás de la estrategia también hay un componente personal: Larreta viene por la revancha. La derrota en las PASO de 2023 frente a Patricia Bullrich dejó una herida abierta y una sensación de deuda pendiente. Esa interna áspera lo dejó golpeado políticamente, pero también lo fortaleció en su convicción de volver al ruedo y demostrar que sigue siendo un actor clave dentro del PRO.
Ahora, con Bullrich fuera del centro de la escena política y el liderazgo de Macri más cuestionado que nunca, Larreta ve la oportunidad de reconstruir su figura y recuperar terreno. Las legislativas funcionan como un espacio ideal para volver al juego sin la presión de una elección ejecutiva, pero con la visibilidad suficiente para reposicionarse.
Además, su acercamiento a sectores de la UCR no es casual. La sintonía con figuras radicales podría abrirle el camino a alianzas estratégicas que amplíen su margen electoral, incluso si eso significa tensionar aún más la relación con el núcleo duro del PRO. En este punto, la pregunta es clara: ¿Larreta está pensando en 2025 o ya se proyecta de cara hacia el 2027?
En el fondo, esta candidatura es también una pulseada simbólica con Macri. El expresidente aún conserva fuerte influencia sobre el PRO, pero su capacidad de liderar a toda la oposición es cada vez más discutida. Larreta parece dispuesto a ocupar ese espacio, aunque sea al costo de debilitar temporalmente al partido.
Si logra articular un bloque con respaldo radical y de sectores independientes, podría convertirse en el contrapeso necesario al macrismo clásico. Pero si la jugada fracasa y termina dividiendo al electorado opositor, solo quedará como otro capítulo más en la interminable interna del PRO.
Larreta juega una carta de doble filo: reposicionarse o quedar marginado. Y el PRO, en el medio, enfrenta el dilema de modernizar su estructura o aferrarse al liderazgo histórico de Macri. En 2025, no solo se votarán bancas. También se medirá quién tiene el verdadero control del espacio opositor. En realidad, ¿Horacio vuelve o se retira de la política?