Fe y tecnología en la era digital
El primer santo millennial: Carlo Acutis y el milagro de vivir conectado

Periodista

Tenía 15 años, usaba buzo con capucha, creaba sitios web y hablaba de Dios sin miedo al ridículo. Carlo Acutis será canonizado este 27 de abril en Roma, convirtiéndose en el primer santo nacido en la era digital. Su vida breve, pero luminosa, inspira a una generación hambrienta de sentido.
En un mundo donde los adolescentes miran el cielo solo si hay Wi-Fi, hay uno que supo mirar más allá de las pantallas. Se llama Carlo. O mejor dicho, Carlo Acutis, el chico italiano de sonrisa tímida, buzo con capucha y una computadora siempre cerca. No para jugar, sino para programar un sitio web sobre milagros eucarísticos. Así, con apenas 15 años y una fe sin poses, este chico común está a punto de ser canonizado. Será el primer santo millennial de la historia. Y no, no es una frase de marketing celestial.
El 27 de abril, en pleno Jubileo de los Adolescentes, el Papa Francisco proclamará su santidad en Roma. Lo hará frente a una plaza probablemente llena de chicos con celulares, auriculares y gorras... y, si hay suerte, algo de fe. Porque Carlo no fue un influencer cualquiera: fue el influencer de Dios. No porque tuviera miles de seguidores (aunque los tuvo), sino porque supo usar los lenguajes del presente para hablar del misterio más antiguo.
Lo esencial no se actualiza
En Palermo o en Córdoba, en Salta o en Tigre, hoy hay adolescentes más familiarizados con TikTok que con el padrenuestro. No por rebeldes, sino por huérfanos de asombro. Algunos cargan mochilas emocionales tan pesadas como las escolares. Otros se sienten invisibles incluso en sus casas, donde las miradas están más pendientes de una pantalla que de ellos.
Esos chicos tienen más en común con Carlo de lo que creen. Porque Carlo también fue un chico de esta época, criado entre Pokémon y PlayStation, pero con una brújula interior que nunca se le descalibró: sabía que lo esencial no estaba en acumular cosas, sino en regalar la vida.
Murió en 2006 de una leucemia fulminante. En pocos días, su cuerpo se apagó pero su legado prendió fuego los corazones de miles. No fue famoso por vivir mucho, sino por vivir bien. Iba a misa diaria, amaba la tecnología y repetía una frase que hoy resuena con fuerza:
"Todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias."
No lo decía con soberbia, sino como un hermano mayor que te ve dormido y quiere despertarte con una sacudida amable.
La autopista al cielo
En Buenos Aires, una profesora de catequesis habla de Carlo en clase y sus alumnos la miran raro. Hasta que les muestra un video del chico en bici, o la web que creó con apenas 11 años, o la frase que dejó escrita sobre su tumba:"Mi autopista al cielo fue la Eucaristía."
Entonces algo se enciende. Porque Carlo no predicaba desde un púlpito: predicaba desde el aula, desde la calle, desde internet, desde cualquier lugar donde alguien estuviera dispuesto a escuchar. No pretendía ser perfecto. Solo quería que otros también descubrieran lo que a él lo hacía vivir con sentido.
Santidad con estilo millennial
En tiempos donde abundan las guerras culturales, el cinismo fashion y la espiritualidad de delivery, este adolescente con jeans y remera se convertirá en el primer santo canonizado que usó Google, tuvo mail y probablemente escribió "XD" en un chat.
Será santo no porque ignoró el mundo, sino porque lo habitó con otra lógica. Y quizás ese sea su verdadero milagro: mostrar que ser santo no es cosa del pasado, ni un club exclusivo para místicos, ni un premio para almas inalcanzables. La santidad —nos dice Carlo— puede oler a clase, a colectivo, a patio de colegio. Puede hablar en memes, programar webs y subir fotos con un mensaje que no busca likes, sino almas.
No hace falta fe ciega para admirarlo. Basta mirar alrededor y preguntarse qué estamos buscando con tanto apuro. Tal vez Carlo ya lo encontró. O mejor: nos dejó la ruta marcada, como un link eterno en medio del caos.
Sobre Carlo Acutis
Nacido en Londres en 1991 y criado en Milán, Carlo Acutis fue un adolescente católico apasionado por la tecnología. Creó un sitio web que recopilaba milagros eucarísticos, ayudaba a personas en situación de calle y vivía su fe con naturalidad. Murió a los 15 años y fue beatificado en 2020. El 27 de abril de 2025, se convertirá en el primer santo millennial oficialmente canonizado por la Iglesia.