Así somos
El cuento de Jaimito y la Fintech

Observador. Retratista de la sociedad argentina.

La mirada de Revilla Cornejo sobre los nuevos hijos mayores que no largan el nido...
Jaime, Jaimito, para Mónica su madre, y “parásito”, para su Padre. 47 años y nunca siquiera se cambió de cuarto desde que nació en el petit hotel de la Av. Callao y Quintana, ahí donde el perfume del café de La Biela se siente desde temprano y los extranjeros se sacan fotos con Borges.
Jaimito descansa en la fortuna familiar … su tarjeta Galicia Eminent siempre con el saldo base que le pone mamá para que “nada le falte a mí chiquitín cascarón", como lo define dulcemente al nacido al calor del tercer Peronismo. Lo único que aporta a la canasta familiar es una coca zero de vez en cuando y la toma él a las apuradas si siente que alguien está entrando.
Pobre Jaimito es atacado constantemente por su Padre. Es tan cómodo que su única relación es una novia ucraniana que conoció por internet. Su padre da por sentado que la ucraniana en cuestión es un gordo tucumano que pasa sus horas divirtiéndose con la vida del resto. Jaimito tiene una rutina. Una única pero inalterable rutina que respeta a rajatabla, casi un mandamiento.
Se levanta a las 11, prende un Lucky Strike mentolado, aprieta la cápsula del filtro con fruición y mira hacia el jardín del Petit Hotel ignorando los ruidos de los laburantes que transitan por la Av. Callao. Esos ruidos lo atormentan, son palas que cascan el asfalto, que no le permiten concentrarse en su no hacer. A las 13 almuerza con sus viejos. Los almuerzos siempre terminan en una discusión y Jaimito partiendo a su cuarto, portazo y la Play.
A eso de las 15 le empieza a bajar el sueño y hace una siestita reparadora hasta las 17 que la obra de la avenida lo vuelve a interrumpir. A las 20 se junta con los amigos del grupo del Jockey en Alvear. Llega a las 24 hs y así todos los días, es infalible a la hora de la rutina.
Pobre Jaimito, encima de su triste vida, el caradura del padre le consiguió un trabajo. No entiende que la vocación de Jaimito es la historia, la genealogía y la compu. Irrumpe Don Terán en el cuarto, Jaimito rápidamente apaga su notebook con porno, y le dice: “Jaimito tenes un trabajo en una Fintech, te va a hacer bien aggiornarte a lo que se viene, empezas el lunes”.
Jaimito lejos de agradecerle corre a los brazos de Mónica gritando “capitalista, facho, vende patria, ¿cómo te atreves a hacerme esto?” El laburo era part time, solo 4 horas, y el padre de Jaimito le ponía plata al dueño de la Fintech, un Banco digital, para liberarse por unas horas de él. Finalmente, Jaimito aceptó.
Pasados los seis meses, y para su sorpresa, Don Terán recibe un llamado. Era el dueño de la Fintech, quien le comunico que Jaime la descocía con los temas relacionados a la informática, “su mejor programador”, y que lo iban a trasladar a Uruguay. Mónica a la fecha no tolera lo que para ella es una perdida. Aposto su vida en que Jaimito se mantendría en el útero materno, pero no … Jaimito maduro. Ahora vive en Carrasco con la Ucraniana que la rompe.
"Grupo Jockey: Jaimito se ha ido del grupo"