Con el pie derecho
Digital Advocacy: la estrategia de la impecabilidad

Master Coach Ontológico Profesional.

El lobby empresarial está mutando para mejor con la digital advocacy para alinearse con el discurso ético de la empresa.
El lobby dejó de ser una actividad opaca, que hablaba con sobreentendidos y valijeros que trasladaban dinero para conseguir favores y que contribuyeron a ensuciar una actividad legítima que conversa con el poder transformando al lobby como sinónimo de corrupción. Y algo de razón había.
En un mundo hiperconectado, donde cada decisión corporativa puede volverse viral en minutos, influir ya no es una cuestión de contactos en pasillos discretos. Hoy, el verdadero poder está en construir reputación en la luz, no en la sombra.
El digital advocacy es mucho más que una estrategia. Es una nueva forma de ejercer influencia: ética, visible, sostenible.Y está al alcance de los líderes que se animan a evolucionar. Este artículo es una invitación urgente a transformar tu forma de hacer incidencia pública. No solo para proteger los intereses de tu empresa, sino para liderar conversaciones que construyan el bien común desde la credibilidad.
Una nueva era de influencia: cuando el lobby se vuelve luz
Pensá en esta posibilidad tus ideas no susurradas a puertas cerradas, sino amplificadas en redes, escuchadas por miles, debatidas por muchos, respetadas por su coherencia.
El digital advocacy transforma a los C-level, y voceros en arquitectos de conversación pública. Utiliza la tecnología no como escudo, sino como lienzo ético donde se pintan valores, compromisos y visiones de futuro.
Este enfoque fusiona herramientas digitales con pensamiento sistémico, ontología del lenguaje y la ética del cuidado. No para manipular, sino para crear impacto real con transparencia.
Narrativas con alma: la reputación como capital estratégico
Un profesional del área de los más destacados de su generación, docente universitario y ejecutivo de una empresa de alta exposición mediática, me dijo recientemente:
“El verdadero rol de los asuntos públicos es construir la reputación que le permita a una organización incidir cuando llegue el momento del debate público. Ya no se trata solo de hablar con un funcionario: hoy se conversa ante toda una sociedad digital. Y para ser escuchado ahí, hace falta coherencia, credibilidad y estrategia sostenida en el tiempo.” Y agregó “el entorno digital nos expone más que nunca: hoy, cualquier persona con un celular puede convertirse en comunicador o amplificador de una crisis. Pero también nos da una ventaja única: acceder a datos que nos permiten anticipar debates y detectar actores clave que antes quedaban invisibles. El desafío está en convertir esa vulnerabilidad en estrategia, usando la información para incidir con inteligencia y construir reputación.”
Y todo esto requiere prestigio, coherencia, y una presencia digital viva.
Tené muy presente que la exposición trae riesgos, y el vocero deberá sentirse protegido cuando cuenta con la información más precisa y veraz de la organización para contestar los cuestionamientos y ataques públicos, especialmente de los haters.
Algunos están llevando el debate social a lugares como en Linkedin pero esa conversación no está allí, sino en las redes donde es mucho mayor la exposición, donde no es un entorno cuidado y hay que entender muy bien las características de cada red y especialmente donde están los interlocutores en quienes se quiere incidir. Para ello hay que saber distinguir lo que hay en cada red, medir el impacto y mostrarles a los voceros con que se van a encontrar y que se está buscando en cada contexto.
También hay que seguir creando y ganando en los foros de credibilidad donde es apetecible hacerlos con aliados naturales como clientes, stakehokders, etc. porque son fiables, para que obren como embajadores de la marca y que sean ellos quienes también se expongan e instalen el debate sobre tu tópico de políticas públicas (no solamente de “lo bueno que soy”) y además que sepan que los ataques de los haters es una moneda corriente como ocurre en X por ejemplo.
Estrategia: creá una voz corporativa genuina, que refleje tu cultura, no un guión de manual.
Táctica: contá historias reales. Subí videos breves donde líderes o empleados compartan vivencias que conecten desde el propósito.
Tip práctico: usá hashtags como #ÉticaDigital o #LiderazgoConPropósito para amplificar tu mensaje y sumar conversaciones.
Ecosistemas digitales: no navegues solo
Influir hoy implica entender redes, comunidades, algoritmos, conversaciones espontáneas y canales emergentes.
Se acabaron los mapas simples. Hoy liderás en medio de territorios dinámicos, donde reguladores, ciudadanos, ONGs e influencers interactúan al mismo tiempo.
Estrategia: mapeá tu ecosistema digital de influencia. Identificá aliados, detractores, voces intermedias y puentes por construir.
Táctica: usá analítica para ajustar tus mensajes en tiempo real según el pulso social.
Tip práctico: organizá webinars abiertos con stakeholders para escuchar, co-crear y mostrar transparencia en acción.

Ética como diferencial competitivo
Hoy la ciudadanía exige más que productos: pide valores. Transparencia, inclusión, impacto social, sostenibilidad.
No basta con tener razón: hay que ser justos, visibles y confiables.
El digital advocacy no se sostiene sin una ética fuerte que sirva como faro.
Estrategia: sumá tus métricas ESG a tu narrativa pública, mostrando avances y desafíos reales.
Táctica: asociáte con ONGs o actores independientes que validen tus acciones.
Tip práctico: publicá un “diario de transparencia” mensual donde detallar decisiones, impacto y aprendizajes. Eso construye confianza a largo plazo.
Tu nueva voz puede cambiar el rumbo
El mundo está escuchando. Cada palabra tuya tiene eco. Cada acción tuya, una consecuencia.
Hoy tenés una oportunidad única: dejar atrás las prácticas opacas y convertirte en un referente de incidencia ética y digital.
No como un ejercicio de marketing, sino como un acto de liderazgo real.
Imaginá tu organización siendo vista como una guía:
- no por lo que defiende, sino por cómo lo defiende.
- no por su poder, sino por su coraje para ser coherente.
Digital advocacy no es solo influencia. Es reputación construida con integridad. Es estrategia con alma. Es legado.
Estimado C-level, vocero, ejecutivo:
Hoy podés ser el faro en un mar de ruido.
Hoy podés usar tu voz no para dominar… sino para despertar.
Hoy podés liderar desde el ejemplo y sembrar una huella ética que trascienda modas y algoritmos.
El cambio no empieza en una oficina.
Empezá en tu decisión de hablar con verdad, actuar con sentido y mostrarlo al mundo.
Este es tu momentum, el poder está en tus manos: transformá tu estrategia, abrazá la transparencia y sé el faro que guíe a los otros hacia un futuro mejor.
El mundo te está observando como esa empresa que no solo influye, sino que inspira; que no solo gana, sino que siembra esperanza. El digital advocacy te da las herramientas para liderar con ética y sustentabilidad, dejando un legado que trascienda generaciones.
Porque cuando el poder se combina con conciencia, nace una nueva forma de liderar.
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