Sexualidad
8 de agosto: Día Mundial del Orgasmo Femenino

Médico Sexólogo UBA.
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Es con la finalidad de promover la educación sexual, y luchar contra los estigmas qué aún rodean la sexualidad de las mujeres.
La historia dice que esta celebración fue impulsada por el concejal brasileño José Arimateia Dantas Lacerda en el 2006, porque recibió un estudio que indicaba que un porcentaje elevado de las mujeres no experimentaba el placer de llegar al orgasmo. Se alarmó y consideró que era un problema de salud pública, y promovió una ordenanza para estimular la búsqueda del disfrute femenino.
Es cierto que esto no se puede lograr por ningún decreto, pero por lo menos, es importante tomar dimensión del tema, y darle un lugar de relevancia.
Si se comparan diferentes estadísticas de Estados Unidos, Europa, América Central y del Sur, entre un 16 y 28% de las mujeres señalaron que no alcanzaban el orgasmo; siendo mayor el porcentaje en Asia.
La idea es hablar también de la "brecha orgásmica" término atribuido a la Dra Laurie Mintz, de la Universidad de Florida, quién encontró estudios que indican que los hombres cuando tienen encuentros sexuales con mujeres cisgénero, tienen más orgasmos que las mujeres.
Una investigación con 800 estudiantes universitarios indicababa que los hombres tienen orgasmos en el 91% de las veces durante las relaciones sexuales, en cambio las mujeres lo sienten solamente en el 39%. Aún con margen de error, son datos a tener en cuenta.
Por todo esto, el orgasmo no debe ser una presión social, ni una obligación, porque eso dificulta alcanzarlo. El estrés es un enemigo para alcanzar el placer.
Es clave saber que el clítoris es un órgano fundamental para disfrutar, que la liberación de neurotransmisores como la dopamina, oxcitocina y endorfinas a nivel cerebral dan sensaciones placenteras y hermosas.
Habia una creencia equivocada, impulsada por el reconocido médico austríaco, y quién fue denominado “el padre del psicoanálisis” Sigmund Freud, que en su obra “Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad”, publicada en 1905, y revisada varias veces hasta su edición final en 1925, aseguraba que el orgasmo clitorideano se daba en mujeres inmaduras, infantiles, y constituían una evidencia de trastrono mental; y que el orgasmo logrado por penetración vaginal era la forma madura, esperable, y que se daba en las mujeres sanas. Esto hoy se sabe que no es así, pero pensemos que esa teoría tan difundida generó frustración y ansiedad en muchísimas mujeres a través de décadas.
Esta teoría estaba avalada por los textos de anatomía de principios de siglo XIX que señalaba la existencia del clitorís, pero creían que no tenía importancia para la expresión y disfrute sexual.
Esto se mantuvo, hasta que recién el sexólogo estadounidense Alfred Kinsey, a mediados de 1950, luego de estudiar la historia sexual de más de 18.600 hombres y mujeres que le contaron sus intimidades y gustos sexuales, descubrió que la gran mayoría de las mujeres se masturbaban y gozaban estimulándose el clítoris; y solamente menos del 20% incluían alguna forma de penetración vaginal, y solo porque sintieron que debían hacerlo, más por obligación, que por elección.
Su conclusión fue que la insistencia en un orgasmo vaginal era un reflejo de la presunción de los hombres “en cuanto a la importancia de los genitales masculinos”.
Luego esto se potenció con los trabajos de los estadounidenses William Masters, ginecólogo, y Virginia Johnson, sexóloga, que fueron precursores en investigar sobre la respuesta sexual humana y el tratamiento de las disfunciones sexuales.
Y la historia empezó a cambiar, y se redescubrió al clitoris como un órgano fundamental para el placer, el disfrute y la posibilidad de llegar al orgasmo. Y que en las relaciones sexuales, el mayor porcentaje de las mujeres llegan al momento de mayor excitación y al orgasmo, por el roce del clítoris con el cuerpo de su pareja.
Por eso a partir de esta nota se debe dejar de caer en un error habitual, por falta de información, y es que un gran porcentaje de los hombres creen que la mujer llega al orgasmo por penetración vaginal.
En realidad se sabe que es una zona amplia, un mapa erótico del cuerpo femenino, que es el complejo clito-uretro-vaginal, a lo que se suma la neurología con el rol del cerebro y la liberación de neurotransmisores.
Hablar del punto G es otra equivocación común, porque en realidad es una Zona G, que puede variar en la ubicación y sensibilidad de mujer a mujer, y que tocando y acariciando, puede generar excitación para llegar al orgasmo.
Por eso este día "no oficial" es para crear conciencia sobre la sexualidad femenina, el derecho a gozar, derribar mitos y tabúes para poder disfrutar plenamente, conocer su cuerpo, y descubrir sus zonas eróticas, que le gusta, y como lo gusta. Y como la “sexualidad es comunicación” es importante hablar siempre de las sensaciones para disfrutar plenamente con la pareja.