Denuncian por espionaje ilegal a Marcela Pagano y Franco Bindi

La abogada Giselle Robles denunció penalmente a la diputada Marcela Pagano y su marido, el abogado Franco Bindi. La presentación los acusa directamente de poner un aparato de espionaje de inteligencia ilegal para amedrentarla producto de determinadas opiniones y toma como leading case la entrevista que hizo con Newstad antes de la elección bonaerense. La justicia deberá tomar los elementos probatorios presentados que incluyen intentos de rastreo por whatsapp, intimidación en la puerta de la casa con personas filmando y sacando fotos, entre otras medidas. 

Tras describir en una entrevista con Newstad y sus redes sociales personales, parte de la contactología y posibles delitos y vínculos con inteligencia por parte de Franco Bindi, Robles comenzó a recibir una serie de hostilidades y pruebas de que la están monitoreando desde la ilegalidad. Franco Bindi es, entre otras cosas, empresario de medios, abogado y comparte una vivienda con el mediático Santiago Cúneo, candidato a diputado en un espacio marginal sin posibilidades de entrar al Congreso.

La abogada está enfrentada con Franco Bindi tras haber tenido una relación empresarial y afectiva durante casi diez años. Juntos tuvieron un estudio de abogados y lanzaron la cadena de medios ExtraTV con una programación que incluía los principales portavoces del kirchnerismo, como el relator uruguayo Victor Hugo Morales, y el ex concejal Tomás Méndez. Tras el desastre del canal, Robles se alejó del directorio y los manejos de la empresa quedaron a manos de Bindi y su entonces nueva pareja, Marcela Pagano. 

Robles detectó hostigamiento en redes sociales de cuentas en X administradas supuestamente por Marcela Pagano y luego directamente cuentas de whatsapp que buscaban sacarle información sobre la actividad de sus hijos. Así, la abogada experta en temas penales y de cyberseguridad e inteligencia decidió realizar la denuncia para impedir que ese “aparato de inteligencia” según consta en la denuncia sea implementado para hostigarla. Sería entonces la violación estricta de la ley 25.520 que regula el espionaje.

“vengo a realizar formal denuncia penal contra quien/es resulten penalmente responsable de los hechos que seguidamente denunciare y/o las personas que resulten responsables en calidad de autores, instigadores, cómplices y/o encubridores de los hechos que se describirán, en función de estar siendo víctima de actividades de espionaje ilegal por parte de una estructura que vengo sosteniendo públicamente que actúa contra el sistema democrático en clara violación a la ley 25.520".

Robles detalló en la entrevista con Newstad algunos de los vínculos de Franco Bindi con distintos sectores de la inteligencia, por lo que detalló que el abogado ahora trabaja para evitar que siga difundiendo esos datos que lo comprometen, siendo parte de la estructura de Fernando Pocino, ex hombre fuerte de la SIDE, enemistado históricamente con Jaime Stiuso. Así lo planteó Robles: 

“Llevando a cabo para ello actividades ilegales, que conformarían una organización paraestatal destinada al espionaje ilegal, tanto de funcionarios públicos, como así también de ciudadanos comunes como la suscripta. En este ultimo sentido, con la clara intención de generar una situación de intimidación, hostigamiento, amedrentamiento, buscando generar pánico no solo en mi persona sino que también en mis hijos, con la clara intención de que no siga exponiendo sus vinculos”.

Los vínculos de Pagano y Bindi con algunos países como Rusia se volcaron directamente al deseo de la periodista y ahora diputada de COHERENCIA a pedir ser parte del grupo de contacto con Rusia y otros países y ser puente colaborativo para poder intercambiar información con ellos. 

Pagano es parte del entramado del kirchnerismo que busca esmerilar al Gobierno tras el mal desempeño electoral en Buenos Aires. Junto a periodistas de peso como Nancy Pazos, Mauro Federico, Viviana Canosa, Jorge Rial, entre otros, Pagano se rodea de militantes kirchneristas para lograr blindaje mediático y apuntar contra el Gobierno. EL último gran choque fue con Lilia Lemoine, una de las espadas de Javier Milei en la cámara de Diputados.